El frío olvido presidencial/Bryan LeBarón
¿Se dieron cuenta del frío que hacía? No podían ni hablar. El presidente por algunos momentos tuvo que tomar fuerza y aliento para terminar sus frases y es que no era fácil ni cómodo. El frío era intenso, quizá no tanto para los que estamos acostumbrados a ese clima que nos descobija, pero sí, el clima no les daba la mejor bienvenida.
Ese día estuvo lleno de pequeños detalles que nos develaron una cruda realidad. Nos puso en franco y llano sentimentalismo, una verdad que quizá no queríamos ver, y es que cumplir con sus compromisos iba más allá de la voluntad presidencial.
Claro que agradecemos que el Presidente haya ido a inaugurar un Memorial, que, en justicia a su escultor Marlon Balderrama, quedó hermoso e imponente. Nos recuerda en medio del terregal, que aún la tierra más árida e indomable, da frutos y nos pone el pan sobre la mesa si somos capaces de hablarle con el corazón, poniendo en su manto, semillas de esperanza, porque eso es nuestra familia; los LeBarón nunca se la han visto fácil, pero aún así, hemos abierto surcos y asentado comunidades con grandes valores, en armonía y solidaridad.
Pues a una de esas comunidades regresaba María Rhonita LeBarón Tucker de Miller, hija de mi tío Adrián LeBarón. Ese día que fue abatida junto con Dawna Ray Langford, Trevor Harvey Langford, Christina Marie Johnson, Howard Jacob Miller LeBarón, Krystal Bellaine Miller LeBarón, Titus Alvin Miller LeBarón, Tiana Gracel Miller LeBarón.
Ese mismo día, lo reveló el Presidente Andrés Manuel López Obrador, le llamó Donald Trump, y estamos seguros que gracias a esa llamada, se activó un gobierno que aún no encontraba los botones para echar a andar el sistema de justicia, de hecho, creo que aún les parece un tanto borroso.
Esa llamada seguramente fue la clave para que Marcelo Ebrard aterrizara por minutos en la zona de la masacre, y posiblemente por ello nos recibió Cristopher Landau, Embajador de Estados Unidos en México, a quien siempre hemos agradecido sus atenciones. Pero también provocó un trabajo que hizo coincidir en algunas aristas, al FBI con la FGR en México, a quienes sin duda, reconocemos que se hayan dado avances y aprehensiones importantes.
En este marco, quiero resaltar una frase, que no sé si fue por el frío, pero al escucharla en voz de López Obrador, sonó un tanto irreal: Dijo “Es momento para recordar que se puede atender la demanda de justicia si nos unimos todos” Así es Presidente, pero para hacerlo realidad, es importante no descalificar, ni etiquetar, mucho menos menospreciar al otro, y es que seamos honestos, para el Presidente no existen críticas en “su México”, todo es ataque o politiquería.
Esto también lo digo por otro detalle, que en el mejor de los casos, quiero opinar que se les pasó. En el Memorial no aparece por ningún lado el apellido LeBarón, de hecho, también quiero rescatar un mensaje de la presentadora, quien sólo lee un guion:
“El presidente de la República llevará a cabo la develación de la placa Memorial ‘La Mora’, alusiva a la tragedia ocurrida el 4 de noviembre de 2019, que enlutó a las familias Langford, Johnson y Miller”
Así que no nos podemos dar por aludidos, en este simbólico recinto, que se alza orgullo en medio de la planicie sonorense, no fuimos requeridos para la historia; finalmente lo vimos como una oportunidad, y es con lo que me quiero quedar de ese día.
Después de la fatal tragedia ocurrida hace más de un año, no hemos dejado de recibir muestras de cariño y afecto, creo que a todos los mexicanos nos dolió un poco, o mucho, vernos tan vulnerables, todos vieron ese día a una hija, un nieto, un sobrino, un primo en peligro. A todos nos dejó una herida esa muerte en la soledad.
Por eso mismo, ese día nos unimos como mexicanos, y fue que lo que nos inspiró a ofrendar el memorial a todas las víctimas y las no víctimas de México, a todos los que han sufrido una injusticia, a todos los que les falta alguien, a todos los que les duele algo.
Sí, no sólo faltó el apellido LeBarón, también Hernández, Pérez, Herrera, Sánchez, Jiménez, García, Cobos, Peralta, y cientos de miles más.
Así que no nos sentimos excluidos, nos sentimos más fuertes que nunca, y la manera de agradecer es seguir caminando por el país, y es que como lo dijo Adrián LeBarón ese día, “que el dolor ajeno no existe” y aderezó de manera excelente Julián, recordando esa frase de “¿por quién doblan las camapanas?”… todo lo que incumbe al ser humano, nos impacta a todos.
Finalmente, el Presiente hizo ver que ya había cumplido, ahí pienso que el verdadero reto apenas inicia, no es sólo meter a la cárcel a los asesinos, o un camino o un cuartel de la Guardia Nacional, es que todos los sobrevivientes, todo, puedan vivir sin miedos, libres, como lo merecen, pero no sólo ellos, sino todos los nacidos en este hermoso país, con paisajes tan bellos, que a veces dejan helados a los presidentes.