El evangelio de hoy/Mateo Calvillo
El MISTERIO PASCUAL
EL ACONTECIMIENTO ORIGINARIO
DE LA SALVACIÓN
Mateo Calvillo Paz
La historia de los hombres y de las cosas es proyecto de salvación su centro y punto culminante es la muerte y resurrección de Cristo.
En tu vida. Los vecinos de Juan andan en los vicios, agarran de todo. No encuentran a Cristo y su amor.
Algunos han muerto en accidente o por sobredosis, por andar de paseo en semana santa. ¿Lo pierden todo, eternamente?
Dios habla. El hombre creyente tiene sabiduría y hace que su vida entre en el proyecto de Dios. El hombre pagano vive su vida al ras de la tierra sin integrarla en el proyecto de Dios.
Para el hombre creyente es fundamental entrar en el momento central y culmen de la salvación, el momento reviste un carácter sagrado y de capital importancia para la salvación. Hay que entrar en el momento originario de la salvación.
Este momento histórico ha sido ha sido preparado desde todos los siglos, es la celebración litúrgica a la que apunta todo el año litúrgico es la Pascua de Cristo, el misterio de su muerte y resurrección que se celebran en la semana Santa, del Domingo de Ramos al domingo de resurrección.
Este acontecimiento central originario es el paso de Yahveh, del Señor que libera su pueblo. Es el misterio Pascual, es decir, la pasión muerte y resurrección del mesías de Dios, de su hijo, Jesucristo. Se celebra en la semana Santa, el domingo de Ramos y el Triduo Pascual, jueves, viernes y sábado para amanecer el domingo.
Se inicia el domingo con la entrada triunfal del señor Jesús en Jerusalén y es aclamado como el Señor por las multitudes que agitan ramos en sus manos y lo confiesan el Mesías de David.
A pesar de las aclamaciones, de su paso triunfal, el Señor sabe que va a su sacrificio, ha llegado la hora. De manera muy valiente el señor Jesús entra en su hora, dispuesto a cumplir las profecías.
Aparece la figura del Mesías en toda su grandeza sublime, se despoja de gloria y poder divinos “y así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y Por obediencia aceptó la muerte y una muerte de cruz”, proclama el himno de la Carta a los Filipenses. Pero Dios lo levanta de la muerte y lo eleva sobre todas las criaturas.
Las profecías de Isaías son los cantos del Servidor de Yahveh. El profeta con siglos de anticipación describe detalladamente los sufrimientos del Mesías. “Ofrecí la espalda a los que me golpeaban y la menilla a los que me jalaban la barba, no aparté mi rostro a los insultos y escupitajos”.
La profecía del salmo 21: “mis manos y mis pies han taladrado… Reparten entre sí mis vestiduras y se juegan mi túnica a los estados”.
El Evangelio de la bendición de los ramos narra en detalle la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, montado sobre un burrito y aclamado por la turba como el Mesías que vino a salvar el mundo.
Escuchamos la narración de los tormentos del Señor en el camino al Monte Calvario, en la crucifixión y la muerte hasta depositarlo en un sepulcro.
Guiados por la Palabra divina vamos a penetrar en este drama terrible y sublime, el más grandioso de la historia.
La Palabra de Dios es profunda, rica, insondable, tiene una riqueza inconmensurable. Necesitamos mucho tiempo para meditar, gozar, descubrir al Dios del amor y de la salvación.
El cristiano superficial, fiestero, de vacaciones y placeres no entiende ni saborea tan sublime belleza. Necesitas ser diferente y darte el tiempo para ir con Cristo y llenarte de la sublimidad del amor. martirio y la salvación.
Vive plenamente. El pecador que busca a Dios lo encontrará y contemplará su gloria.
Cristo está aquí, abre las cascadas de la misericordia de Dios, la eucaristía es memorial y de su muerte y resurrección.
Para reflexionar en familia. Cuántas familias viven sin Dios y sin esperanza de la gloria.