El efecto Eduardo Ramírez

Aunque falta por conocer las posiciones al congreso federal y local en las entidades, lo mismo que ayuntamientos a lo largo y ancho del territorio nacional, Morena tiene técnicamente definido el proceso. Recordemos que, hace poco, dio a conocer los nombres de quienes integrarán la fórmula para el Senado de la República. Con ello, se cubre una tercera parte y, para lo que está en puerta, quedará pendiente el nombramiento de los demás puntos del país. Lo cierto es que, para ello, la lista o las decisiones están tomadas, solo falta esperar el momento perfecto para que salgan a la luz pública, especialmente para evitar desencuentros y especulaciones que, en pleno ejercicio de definiciones, ponga en riesgo la unidad.
Lo demás, como sabemos, está en la antesala del inicio. Falta que se oficialice la precampaña en entidades claves. En algunos casos ya está en marcha, pero en otros no. Estados como Chiapas, por ejemplo, están a la espera del arranque. Es verdad, se sienten los efectos de la designación de su abanderado, el coordinador de los Senadores de Morena, Eduardo Ramírez. Bajo esa premisa, se percibe esa efervescencia que se vive en el sur del país. Eso, desde todos los ángulos, se llama el preludio de lo que vendrá en puerta cuando el Jaguar gane la elección.
A más de seis meses de que se lleve a cabo la votación, Chiapas, en intención del voto, es el estado que mayor proporción del voto promedia entre las nueve entidades federativas. Morena es el gran favorito, al menos en 7 de 9, sin embargo, el territorio chiapaneco, de acuerdo con distintos estudios, saca gran ventaja desde este momento. En cuanto a los porcentajes, Eduardo Ramírez, en la ponderación de diciembre, tiene más del 66% en las metodologías que han medido el termómetro social. Incluso, considerando los índices tan altos, concluimos que, sin lugar a dudas, Ramírez será el sucesor de Rutilio Escandón, actual gobernador constitucional.
Lo mejor que le pudo pasar a Morena y a Chiapas, fue la designación de Eduardo Ramírez, como abanderado del lopezobradorismo. Él, tiempo atrás, ha construido las condiciones; tiene trabajo de base y presencia en cada uno de los municipios que constituyen la geografía chiapaneca. Eso, políticamente hablando, significa una gran ventaja una vez que se oficialice la campaña. De hecho, un activo como él, en la elección presidencial, será un gran impulso para Claudia Sheinbaum. Siendo así, Chiapas no solamente ganará la gubernatura, sino la votación para jefe del ejecutivo federal y, de paso, la senaduría.
Los mismos indicadores de la encuesta Polls, que día a día miden y promedian la ponderación de todas las encuestas, ha hecho un balance de ello. En ese sentido, concluyó que Chiapas, de las nueve entidades federativas, es el territorio que mayor intención de voto tiene en su poder. Más de 66% de la población, desde este momento, ha decidido su voto por Eduardo Ramírez. De hecho, es una tendencia que, para las condiciones de triunfo, son prácticamente definitivas. Y como los números son tan holgados, es imposible, a estas alturas, que Morena pierda una elección que, de plano, está ganada con mucha antelación.
Eso nos hace pensar, lo dijimos en varios espacios de opinión, que Eduardo Ramírez ya prepara, desde este momento, lo que será su programa de gobierno para el próximo sexenio, pues él, para las elecciones del 2024, ganará con amplio margen de diferencia.
A propósito, Eduardo Ramírez, en más de cinco años legislativos, fue una figura de peso en el Senado de la República. Encabezó, en un periodo, la presidencia de la Mesa Directiva y, con esas credenciales, es Coordinador de los Senadores de Morena. Es, ni más ni menos, el efecto del Jaguar.