El clima electoral en Michoacán
Desde hace prácticamente dos años el ejercicio electoral vive un clima intenso, después de que el presidente Obrador optara por abrir el proceso de la sucesión que viviremos en un año. Esa estrategia, además de provocar fricciones internas, aceleró una atmósfera de descalificaciones y guerra sucia que estuvieron sujetas, claro está, a lo que se jugará en unos meses más. De hecho, son muchas las posiciones que estarán en disputa y, en medio de esa contienda, van inherentes las entidades federativas, los espacios legislativos, y miles de ayuntamientos y congresos locales.
Como sabemos, este miércoles o jueves próximo se ungirá al futuro candidato de Morena y, con ello, se vendrá todo el proceso definitivo. Por esa razón, son tiempos cruciales que, a la postre, tendrán efectos en toda la geografía del país. Hablamos, por ejemplo, de las candidaturas que también estarán en juego. Respecto a ello, todo se sujetará de los consensos a los que se lleguen en una posible negociación al más alto nivel político. De eso dependerá, no hay duda de ello, de que las piezas del ajedrez se muevan en las entidades federativas.
Se sabe que, con las corcholatas de Morena, vienen empujando algunas figuras locales. En el caso de Michoacán, no es un secreto a voces lo que acontece en el activismo territorial. Desde que se sumaron de lleno al trabajo operativo se están disputando el posicionamiento mediático entre la población civil. Para dar cuenta de ello, por ejemplo, sabemos que figuras de la administración pública se registrarán una vez que se lance la convocatoria interna de Morena. De igual forma, ha trascendido, aunque no se ha hecho público, que después de que nombren coordinador tomarán decisiones con base en su aspiración.
En la administración, por ejemplo, figuran los nombres de Carlos Torres Piña y Giulianna Bugarini, para integrar la fórmula del Senado. En ese sentido, consideramos que, dada su posición clave dentro del gobierno, su posibilidad crece. Ambos tienen, claro está, el respaldo de Alfredo Ramírez. Además de ello, han sabido aprovechar su labor para ir ganando terreno a lo largo y ancho de la entidad. Podemos decir que, considerando esa situación, se convierten en los aspirantes más fuertes. Y como la elección se jugará solamente entre dos fuerzas políticas, esa probabilidad va en ascenso para llegar a la Cámara Alta.
Pero también estarán en disputa espacios legislativos tanto locales como federales. Incluso, suenan nombres como José Antonio Medina, actual titular de la Dirección del Notariado y Archivo General de Notarías. De hecho, hace unos días figuró en los titulares de la prensa luego de llevar a cabo el mes del Testamento. De igual forma, algunos actores de los municipios van generando también las condiciones. En este caso, citamos al edil de Apatzingán, José Luis Cruz Lucatero, que, dentro de Morena, se ha ido consagrando. Un posible escenario por el que optará, será el congreso local de Michoacán. O sea, puede jugar el distrito con cabecera en Apatzingán.
Y lo que puede ser un axioma o un escenario cantado, es el municipio de Pátzcuaro. Hasta donde sabemos, Julio Arreola ha valorado la posibilidad de buscar la reelección. Si es así, tiene muchas posibilidades de ganar. Podríamos decir que, ese hecho, se logra justificar en dos acciones claras que nos hacen suponer esa hipótesis.
De entrada, Arreola es calificado, de acuerdo a ponderaciones como Demoscopia Digital, como uno de los mejores cinco alcaldes de la entidad. Eso significa que, en el ánimo social de la población civil, su trabajo tiene mucha importancia y, en una posible circunstancia de esa naturaleza, tiene las condiciones dadas. Es, ni más ni menos, el activo político más importante de aquella región. Y no solo eso, después de haber concretado uno de los proyectos más ambiciosos como el nuevo Mercado Municipal, su panorama luce mejor. Gracias a esa labor, ese potencial influye para los retos a posteriori.
De esa manera, una vez nombrado al coordinador o coordinador nacional de Morena, las piezas del ajedrez se comenzarán a mover y, no hay duda de ello, pueden estar orientadas a algunas figuras que acabamos de nombrar, tomando en cuenta que, para efectos de la sucesión, juegan en alguna cancha política. Y como todo, después de ungir al abanderado, habrá un periodo de negociaciones para quienes levantarán la mano para competir, ya sea en espacios legislativos, o en los propios despachos municipales.