El buen mexicano en materia fiscal/Jorge Álvarez Banderas
El buen mexicano en materia fiscal
Una característica de un sistema impositivo es su obligatoriedad hacia los gobernados establecida a nivel constitucional, nuestro país no se encuentra exento de ello, el Constituyente Originario en 1857 la plasmaba en la fracción II del artículo 31 y con la reforma de 1917 se traslada a la fracción IV, donde se consignan cinco características de las contribuciones: son personales, en dinero, deben estar establecidas en una ley, deben ser destinadas al gasto público y deben ser proporcionales y equitativas.
Circula en medios electrónicos un documento -quizá apócrifo- con membretes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del Servicio de Administración Tributaria (SAT) titulado “El buen mexicano en materia fiscal”; quizá sea verdadero y sea una “ocurrencia” más del titular del poder ejecutivo federal, donde señala a modo de “consigna” lo que cada gobernado debe hacer, para participar en la transformación del país, donde se considera que como buenos mexicanos pagamos los impuestos a cargo, realizando además las siguientes acciones:
- Estoy localizable en cualquiera de los domicilios que tengo registrados ante el SAT.
- Mantengo la opinión de cumplimiento de mis obligaciones fiscales positiva y actualizada.
- Cumplo con mis obligaciones fiscales para que el SAT no deje sin efectos los mecanismos que me otorga facturar.
- Soy congruente en relación con los ingresos que percibo y los gastos que realizo.
- Cuento con fuentes de financiamiento lícitas y comprobables para el desarrollo de mis actividades.
- Denuncio ante el SAT cuando alguna empresa o despacho jurídico o contable me ofrecen participar en un esquema de empresas facturadoras de operaciones simuladas o cualquier esquema fiscal agresivo.
- Reviso, previo a contratar con mis proveedores y durante nuestra relación comercial, que éstos no aparezcan en las “listas de contribuyentes con operaciones inexistentes” publicadas en el portal del SAT y en el Diario Oficial de la Federación.
- Conservo la información y/o documentación con la que acredito la efectiva contratación de servicios con mis proveedores, como bitácoras, entregables y el nombre de las personas que materialmente prestaron los servicios.
- Me cercioro de la existencia del domicilio fiscal de mis proveedores y que sus establecimientos, bodegas o sucursales estén registrados ante el SAT, solicitándoles la documentación que así lo acredite.
- Solicito con regularidad a mis proveedores y, en su caso, a mi agente aduanal, la opinión positiva de cumplimiento de sus obligaciones fiscales.
- Cuento con algún procedimiento de control o vigilancia, con la finalidad de verificar que mis proveedores tienen la capacidad e infraestructura necesaria para el cumplimiento de los conceptos consignados en la factura que expiden a mi nombre.
- Solicito a mis proveedores en el caso de prestación de servicios de personal, copia de todos los documentos que amparan el pago de las cuotas obrero patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social, así como del entero de las retenciones del impuesto sobre la renta a sus trabajadores.
- No realizo contrataciones con proveedores en las que se establecen contraprestaciones que no corresponden al precio de mercado, o cuando la remuneración no guarda congruencia con los servicios que me ofrecen; así como, con aquellos proveedores extranjeros que pretenden cobrar conceptos no incluidos en la factura que emiten a mi nombre.
- Cuando tengo mercancía de origen extranjero, me cercioro de contar con documentación que demuestre su legal estancia en México, en caso contrario, corrijo dicha situación.
- Mantengo contacto con el SAT a fin de conocer mi situación fiscal y generar alternativas de solución respecto del cumplimiento de mis obligaciones.
El documento contiene una serie de verdades que inciden especialmente en los contribuyentes que realizan prácticas indebidas con lo que se lesiona a la hacienda pública, es un documento al parecer lleno de sarcasmo redactado por alguien que conoce el sistema tributario desde sus entrañas, lo que en el se contiene, prácticamente son los referentes mediante los cuales el SAT programa sus facultades de comprobación, nada alejado de la realidad, aunque suene a broma. @lvarezbanderas