Ejército incorruptible/Santiago Heyser Beltrán
R- Guau, mi Santias, te mandaste con tu artículo titulado: Ley de Inseguridad Interior; ¿no crees que el ejército deba combatir a los criminales?
S- Para nada, mi Rufo, por varias razones: 1.- No están entrenados para ello, en el ejército se te entrena para disparar, para matar al enemigo. No es casualidad que tengan tantas denuncias de derechos humanos por uso excesivo de fuerza, sin olvidar los estudiantes del ITESM asesinados por soldados que se robaron videos de seguridad del TEC que los exhibían y de pasadita acusaron a los jóvenes de delincuentes para justificarse, con la complicidad del entonces Comandante Supremo, Felipe Calderón Hinojosa, y que me dices de Beltrán Leyva “muerto” (no apresado) en Cuernavaca por Marinos que deben cuidar costas mexicanas y que en un arranque de estupidez le pusieron billetes al cadáver para exhibirlo y ya de Tlatlaya y Ayotzinapa para que hablar. 2.- Los soldados al igual que los policías son corruptibles, el dinero del negocio del narco es tanto que difícilmente pueden resistirse a la tentación, sobre todo mandos medios y superiores, a los de abajo los cuelgan de “los esos” si desobedecen. Por ejemplo: No me puedo quitar de la mente el hecho de que La Familia Michoacana exportaba ilegalmente minerales a China que transportaba en tráileres que circulaban por carreteras michoacanas y cruzaban retenes militares ¿y qué crees?, no recuerdo a ningún general ni responsable de zona militar en la cárcel por este motivo, es más, no recuerdo investigación por corrupción militar sobre el caso (parece que los tráileres pasaban bajo el agua y de noche o el mineral se subía a los barcos solito, sin que soldados ni federales se dieran cuenta). 3.- Los soldados bajo el estrés de sus misiones policíacas, dado su entrenamiento, tienden a actuar irracionalmente (como policías bajo el mando de Peña Nieto en el EdoMex) y con coraje, de ahí las ejecuciones sumarias y las quejas por violación de mujeres y otros abusos (ver demandas en Derechos Humanos). 4.- Al distraerse de sus labores constitucionales de cuidar a la Patria por andar correteando criminales por todos lados, pues resulta que nuestras fronteras terrestres y marinas son una coladera por donde entran impunemente armas de USA por el Norte y Kaibiles y Maras Salvatruchas por el Sur, ello en adición a las migraciones de ilegales que son esquilmados por funcionarios de Inmigración o asesinados por narcos si no pagan su rescate o se suman a sus filas, 5.- El control que ejerce USA sobre nuestro ejército a través del NorthCom, comando estratégico de América del Norte que está bajo el mando, adivinó Ud., de un General norteamericano, nos pone de pechito… ¿Y la soberanía, Apá? Con este esquema, el control del narco y de las drogas en México queda bajo la influencia de USA (recordemos cuando Fox quiso legalizar pequeñas dosis de marihuana y los gringos le dijeron Uds. ¡No!, nosotros ¡Sí!), ya que cómo es sabido en México pululan agentes de la DEA, la CIA y el FBI, armados; ¿con el permiso de?,... adivinó Ud.: con el permiso de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de México, el Presidente de México, que cobra aquí pero sirve a intereses gringos. Pero ojo, los güeros quieren acabar con el “business” del narco, por dos razones: 1.- Sin drogas se vuelven locos los gringos (pierden el control de su pueblo) y 2.- Nadie quiere acabar con el gran negocio de la droga$, por eso no la$ legalizan, y 6.- Quizás lo más grave sea la dependencia del ejercito del Presidente de la República (El Ejército debería responder <depender> al senado, y solo en caso de declaratoria de Guerra, quedar bajo el mando presidencial), que lo usa para sus fines e intereses dentro de un modelo de corrupción pública donde las instituciones son usadas al contentillo e interés el Comandante Supremo (ver caso de Florence Cassez, el de Ayotzinapa, el de los estudiantes del ITESM, la fuga de Javier Duarte, Odebrecht sin investigación, Pemex en ruina, Moreira libre, etc.). Es más, señala perro a un solo presidente mexicano que no haya sido impugnado por trampas electorales en campaña.
R- Guarf, guarf, guarf, me la dejaste fácil: ¡José López PorPillo (Jolopo)!,… porque la oposición no presentó candidato.
S- ¡Tienes razón!, aunque aún sin opositor los excesos de su campaña fueron ofensivos al pueblo,… pero, ojo, después se desquitó con actos de corrupción y nepotismo que fueron nota nacional e internacional.
R- Grrr, creo que ya me convenciste, mi Santias; dejar al ejército en las calles es poner en posición de corromper a la institución que garantiza nuestra soberanía en detrimento de la seguridad nacional; además de que equivaldría: no a tener un mando único en cada estado, que de por sí es grave y deja a los municipios en manos del Gober, que si es honesto, ok, pero si no lo es, cómo muchos, muchísimos no lo son ¡En la madre! Con el ejército en las calles tendríamos un mando único nacional, lo que permitiría al Presidente de México incidir en los gobiernos estatales como ilegalmente lo hizo en Michoacán EPN con el Virrey Castillo (quién en mi opinión debería estar preso, no el Dr. Mireles, lo extraño como persona y como autodefensa, en su momento fue un verdadero dique a la corrupción y al crimen organizado y dio esperanzas a Michoacán que hoy están perdidas) acabando con la soberanía estatal, municipal y con la democracia en México, cancelando de facto la libertades ciudadanas y los derechos humanos…
S- Parece que tú ya entendiste, Rufo, ¿entenderán nuestros senadores y diputados o una vez más estarán a las órdenes del poder real en México (como pista está en el Norte), dejando al ejército en las calles al servicio de unos cuantos (incluyendo a los del Norte) y en detrimento de las libertades del pueblo al que juraron servir, apantallados por el clamor del General Secretario Cienfuegos: ¡El pueblo nos quiere en las calles!?, es pregunta… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador