Educación: Michoacán ante el espejo/Horacio Erik Avilés Martínez
Educación: Michoacán ante el Espejo
La educación es un asunto de interés público que resulta de enorme trascendencia para todos, por lo que, más allá de conveniencias coyunturales o sectarias, debe permanecer siempre en primer plano en la agenda pública. Mexicanos Primero, organización de la sociedad civil, a través del estudio constante del sistema educativo nacional, ha contribuido a que esto suceda durante once años ininterrumpidos.
En ese tenor, la semana pasada se presentaron los resultados del Índice de Cumplimiento de Responsabilidades Educativas (ICRE), en su edición 2018, la cual permite ponderar avances y retrocesos respecto al mismo estudio realizado en 2016.
El ICRE es una herramienta ciudadana de transparencia y exigencia cuyo objetivo es evaluar el cumplimiento de las autoridades educativas de las entidades federativas en cuanto a garantizar el derecho a aprender de sus habitantes ubicados en la niñez y la juventud. Cabe destacar que en su construcción toma en cuenta el contexto socioeconómico de cada entidad para hacer una medición justa.
La exposición se desarrolló en las instalaciones del Museo del Papalote de la Ciudad de México y contó con la presencia de académicos, investigadores, funcionarios y representantes de la sociedad civil organizada de la nación. En la misma se mostraron hallazgos que deben hacer redoblar esfuerzo al gobierno, maestros, padres de familia y ciudadanía en general, de los cuales detallaremos en la presente entrega lo que respecta para Michoacán.
El ICRE evalúa ponderadamente los resultados educativos de los gobiernos estatales en las dimensiones denominadas Aprendizaje (20%) y Permanencia (20%); así también pondera las condiciones educativas que ofrecen a los actores de sus sistemas educativos respectivos, en las dimensiones llamadas Personas (15%), Relaciones y Procesos de Aprendizaje (15%), Condiciones Materiales (15%) y Red de Apoyo (15%).
En general, es importante reconocer que respecto a sí mismos, 29 estados de la república mejoraron. Asimismo, hay que tener en mente que en esta edición del ICRE, las entidades federativas que resultaron mejor evaluadas fueron
Y Michoacán, si bien se ubica en la posición 31, apenas arriba de Chiapas y por debajo de Oaxaca, hay mucho más que decir en el análisis detallado que en llanamente describir una posición que no explica lo que está ocurriendo en nuestro sistema educativo. Por lo anterior, para conocer más a detalle el desempeño de nuestra entidad en las seis dimensiones que conforman el ICRE, en la totalidad de las cuales mejoró nuestra entidad federativa.
A manera de conclusión, el discurso oficial, que señala que Michoacán está mejor en sus indicadores educativos y que han asumido indistintamente tanto el Ing. Silvano Aureoles Conejo, Gobernador del Estado, así como el Mtro. Alberto Frutis Solís, Secretario de Educación en el Estado, es ratificado por los resultados del ICRE. Efectivamente, hay que reconocer y valorar que, de acuerdo con el estudio en comento, nuestra entidad está avanzando en prácticamente todos los indicadores y se ha revertido la tendencia negativa o en franca picada que se mostraba en ediciones anteriores del mismo.
Lo que es inocultable es que nos encontramos en penúltimo lugar nacional y las cifras absolutas indican que el derecho a aprender de los michoacanos se encuentra aún vulnerado gravemente. Es perentorio redoblar esfuerzos y sumarnos todos los actores educativos a una gran cruzada para arropar nuestro sistema educativo. Poco se ha dicho de lo que pueden hacer los diputados locales y presidentes municipales, así como su cuerpo edilicio por el derecho a aprender, pero sin duda que poseen atribuciones que les permiten legislar u operar desde lo local para mejorar prontamente los resultados que la Secretaría de Educación en el Estado, los subsistemas educativos y las Delegaciones Federales de la SEP y el INEE en la entidad están logrando, lo que implicó hacer un gran esfuerzo por recuperar la rectoría de la educación estatal e implementar incrementalmente la normatividad vigente, ambos hechos impensables en administraciones anteriores, en las cuales los propios funcionarios eran voceros o testaferros de las redes de poder y corrupción que medraban de la educación estatal.
Esto va a tono con una característica esencial del derecho a aprender: su progresividad. Cualquier retroceso es inaceptable.
Ante ello, resulta lamentable que la Sección XVIII de la CNTE busque realizar un paro indefinido de labores en nuestro sistema educativo a partir del 4 de junio, con lo que demuestran que lo que menos les importa es el derecho a aprender de los michoacanos y que desean obtener protagonismo en el proceso electoral valiéndose de usar al sistema educativo como rehén suyo. Exijamos que se aplique la ley y se cumpla el calendario escolar en cada aula michoacana, reduciendo a su justa dimensión los cada vez más exiguos boicots educativos centistas.
Paralelamente, además de que el Ciclo Escolar 2017-2018 -a pesar del putsch de la CNTE- sigue su marcha, recordemos que está en curso la selección de personal a nuestro servicio, a través de los comicios del 1 de julio. Bien vale la pena exigir por todos los medios legítimos a nuestro alcance a los candidatos a cualquier puesto de elección popular que se comprometan a emprender acciones disruptivas por la educación de los michoacanos. Es momento de valorar la recuperación de la rectoría, del sentido y de la inercia, de que todos los sectores sociales se sumen a comprometerse profunda e incondicionalmente por la transformación educativa, mucho más allá de ocurrencias, de intereses particulares y demagogia barata. El camino que ha comenzado a andarse merece continuidad, aceleración y reflexión profunda, nunca una retrogradación.
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