Educación de adultos/Gerardo A. Herrera Pérez
Educación de adultos
Gerardo A. Herrera Pérez
La educación es y será un elemento fundamental en la construcción de la vida de un ser humano, de una persona. La educación de adultos por tanto, es un compromiso del Estado mexicano para brindar oportunidades a las personas jóvenes, adultas y adultas mayores para concluir su educación básica. Así la educación es un derecho humano que debe ser garantizado.
Mi acercamiento a la operatividad de las escuelas de educación de adultos, incluso a los modelos alternativos y abiertos de educación de adultos como el desarrollado por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos, nos permiten observar las distintas opciones que existen para evitar el analfabetismo e impulsar modelos educativos alternativos para que las personas que en su momento no tuvieron la oportunidad de hacerlo, pueden concluir su educación básica.
La educación de adultos debe de transitar por un modelo que permita a las personas jóvenes, adultas y adultos mayores, reconocer su experiencia, generar el dialogo y la complementariedad, pero además dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en su contexto, sus complejidades, sus conjuntos, es decir aprender en el marco del holismo y lo sistémico, es decir avanzar en el vínculo entre las partes y las totalidades.
La educación en general, nos debe enseñar a que el ser humano, incluido en ello, el adulto, es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social, histórico, político, antropológico. Es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que esta desintegrada en la educación a través de las disciplinas e imposibilita aprender lo que significa ser humano (racional, emocional, con estructura lingüística, con libertades, ser social). Por ello, la importancia de restaurar la forma en que se da el conocimiento y construir la conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás seres humanos.
La educación en general, incluida la de adultos debe enseñar la complejidad de la vida y de la crisis planetaria que vivimos, que inicio en el siglo XX, la que mostro que todos los seres humanos, están confrontados desde ahora con los mismos problemas de vida y muerte (enfermedades, pobreza, desigualdad social, injusticias, corrupción) y viven en una misma comunidad de destino. Los problemas solo podrán ser resueltos ahora desde una visión planetaria, algunos hablan de una ciudadanía planetaria y un nuevo pacto civilizatorio.
La historia también podría enseñarse desde una perspectiva de comunicación de los continentes desde el siglo XVI y mostrar cómo se volvieron intersolidarias todas las partes del mundo (ONU, OEA,), sin que se oculte la opresión de los países desarrollados sobre los países en desarrollo o pobres que han sido sometidos, como sometidas han sido las poblaciones.
La educación nos debe servir también para enfrentar las incertidumbres, toda vez que la ciencia ya nos dio las certezas. Se deben preparar las mentes para esperar lo inesperado y poder enfrentarlo.
La educación del futuro, más bien la educación que hoy necesitamos, debe ser bajo un enfoque de enseñar la comprensión. El planeta requiere de comprensión mutua en todos los sentidos. La comprensión mutua permitirá acercarnos entre humanos, tanto los cercanos como los lejanos, o los extraños, para salir de la barbarie en la que actualmente se vive.
Así la incomprensión nos ayudaría a entender el racismo y la xenofobia que se vive actualmente, y nos ayudaría a empujar modelos de paz, de educación para la paz, a la cual estamos ligados por vocación.
En este sentido, tuve la oportunidad de vida de convivir con personas que están estudiando su educación básica, alfabetización, primaria y secundaria para adultos. En estos más de veinte humanos o personas, de diversas edades, pude reflexionar sobre la importancia de la educación en un modelo que revise la ecología medioambiental, la ecología social, la ecología mental, todas ellas en crisis, por lo que se requiere de trabajar en mejorar el medio ambiente, los grandes problemas sociales, como la corrupción, el crimen organizado, las nuevas formas de acumulación de capital, entre otros, como los problemas de salud mental, hoy generando suicidios y otros problemas de las personas.
Me parece finalmente, como se aprecia desde el pensamiento complejo, la educación debe despejar las cegueras del conocimiento, es decir, conocer el conocimiento; se debe avanzar en el conocimiento no reducido o fragmentado, sino holístico y sistémico. La importancia de enseñar la condición humana, la identidad terrenal, enfrentar las incertidumbres, enseñar la comprensión para erradicar el racismo y la xenofobia, que nos acerque a la cultura de la paz, a una educación de paz, enseñar la ética del género humano, no solo del individuo.
Agradezco a los profesores, directivos y alumnos de la Escuela Madero y Pino Suarez, su amable atención y compromiso para seguir trabajando en la educación como un Derecho Humano.