¿Don comunal, qué es?

Este miércoles estuvimos en la comunidad de la Ortiga, también conocida como Colonia Independencia, Municipio de Erongarícuaro; dicha comunidad fue fundada en la zona ribereña del lago de Pátzcuaro, por allá, en los años cuarenta del siglo XX, es decir, está por cumplir muchas décadas de su existencia, según comentarios de los vecinos del lugar.
Qué importante estar en estos espacios en donde el trabajo comunitario, se desarrolla para cuidar de la comunalidad, porque sin tierra y con los problemas de agua que aún tiene el lago siguen de él viviendo cientos de familias purépechas, todas ellas entrelazadas con los vínculos de la comuna.
Hoy, bajo la sombra de un hermoso árbol, un pino michoacano, pudimos escuchar de manera oral: Yunuen Iturbe Hernández (Senadora Suplente de la Senadora Celeste Ascencio), Yunuén Calderón, Elsy Cortés (regidora de Erongarícuaro), Elvy Cortés y Vicente Ramírez, Adolfo Ramírez y Eliseo Ramírez(miembros de la comuna La Ortiga): la narrativa de uno de los dos ancianos de la comunidad, a los cuales se les brinda un respeto profundo de los miembros de la comuna, por lo que significa su experiencia, los conocimientos y los saberes que a través de los años han acumulado dichas personas.
Durante la conversación era evidente que las reflexiones que nos obsequiaban giraban en torno al trabajo de comunalidad, es decir, de cuando menos cinco principios fundamentales:
1) La Tierra como madre y como territorio, el lago como generador de proyecto de vida, porque ahí se trabaja en el día a día cortando chuspata, pescando; la chuspata será tratada sobre los techos de las casas para su deshidratación, para luego trabajarla y elaborar artesanías;
2). Los acuerdos en asamblea para la toma de decisiones permite la distribución del trabajo social; por ello, permitió que parte de los habitantes estuvieran en diversas comisiones para atender los distintos asuntos y problemas, en tanto que otros, recibían in situ a las autoridades municipales y federales;
3) El servicio gratuito como ejercicio de autoridad, nadie de los miembros de la comunidad cobra por realizar el trabajo de comunalidad, es decir, el poder no solo manda también obedece y no cobra.
4) El trabajo colectivo como un acto de recreación, es decir, el trabajo colectivo y colaborativo permite fortalecer los lazos entre los miembros de la comunidad, al establecer relaciones más profundas y significativas. De esta manera, los individuos sienten un mayor logro y orgullo por los resultados obtenidos, al avanzar en sus tareas de la organización de sus fiestas locales entre ellas las acciones para la organización de partidos de basquetbol que es una tradición y genera cohesión social en la Ortiga y otras comunidades.
5) Los ritos y ceremonias como expresión del don comunal. El don comunal se refiere a la tradición de compartir y ofrecer recursos, servicios o trabajo de manera gratuita y desinteresada, en beneficio de la comunidad.
Un mejor ejemplo del don comunal es el compartir comida, bienes y servicios sin esperar una retribución inmediata, fortaleciendo los lazos sociales y la cohesión de comunalidad.
El don comunal no solo tiene un valor práctico, sino también simbólico, ya que refuerza la identidad colectiva y la reciprocidad en la comunidad. Es una forma de vida que privilegia el bienestar común sobre el interés individual, promoviendo una sociedad más equitativa y solidaria, lo expreso porque las personas con las que convivimos compartieron el pan y la sal, toda vez que las mujeres prepararon un delicioso ceviche, cuyos ingredientes fueron el pescado fresco, y legumbres de la región, sembradas en traspatios y huertos familiares, en donde la convivencia, genera la fraternidad y ello, la participación social.
Estar en la Ortiga, ha sido una gran experiencia al encontrarnos con nuestros antepasados y los principios del buen vivir, el ejercicio de la espiritualidad y la sostenibilidad, sobre todo la comunalidad y el don comunal.