Discursos de odio
La presencia permanente de los mecanismos de opresión y la violencia, continúan en la realidad social que vivimos; posicionamientos de universalidad, excluyen a los pluriversos, es decir, a otras formas de ver la realidad y el cosmos; el mantenimiento de una visión binaria, no reconoce los procesos de diversidad social, cultural, política, dogmática, lingüísticas, étnica, sexual y otras; pese a que este siglo XXI ha avanzado significativamente en marcos normativos, estructuras operativas y diseño de política pública, la violencia y muerte sigue presente.
La discriminación, así como el estigma y el prejuicio, permiten excluir a amplios sectores sociales que no se someten a estructuras heteronormativas, situación que facilita el invisibilizar, señalar y nombrar peyorativamente, prejuiciar, discriminar, violentar, e incluso cometer actos que atentan contra la vida de las personas.
Hoy, el discurso de odio esta presente, se mantiene vigente, y es un arma poderosa del patriarcado y la heteronormatividad para excluir a las personas disidentes de la norma sexual ya que no se someten, disciplinan o controlan a una visión binaria, en donde se destaque la presencia del hombre heterosexual, con mandatos de masculinidad: los saberes, poder, autoridad, jactancia y violencia, pero además sus potencialidades.
Desafortunadamente diario nos encontramos con noticias que duelen a la sociedad, perdemos la vida de muchas personas, cuyas dignidades son valiosos, sea quien sea la persona, ya mujer, hombre, o bien persona no binaria en una brecha generacional (infancias, adolescencias, juventudes, adultos y adultos mayores); duele porque cada persona constituye un importante elemento de interdependencia social y cada sujeto tiene un proyecto personal sustentado en el derecho al libre desarrollo de la personalidad.
Hoy, amanecimos con una noticia muy lamentable, el deceso del magistrade Jesús Ociel Baena Saucedo y su pareja Dorian David Nieves Herrera; un hecho que constituye una indignación nacional de las personas que integran los diversos colectivos que atienden las cuestiones de las personas por sus orientaciones sexuales, expresiones de género o bien, identidades sexuales, pero igualmente de personas heterosexuales cuya visión es incluyente, tolerante y respetuosa frente al otro.
En distintos espacios de la geografía mexicana, a través de la Velada Nacional Pacífica en tu entidad”, convocada hoy mismo, se escucharon las voces de miles de personas que se pronunciaron por “Justicia”, “No son muertes, son asesinates”; fueron voces desde la Ciudad de México, Guadalajara; Hermosillo; Morelos, Zacatecas.
De igual manera, el pronunciamiento de la Asamblea de Conapred, constituye también un elemento importante que desde las instituciones federales reexpresan la importancia de terminar con el clima de LGBTFOBIA desatado en México y que ha permitido que muchas personas hoy vivan en invisibilidad, exclusión o bien se les arrebate su vida; porque recordemos que le magistrade Ociel Baena, fue permanentemente violentado a través de distintos niveles de discurso de odio en redes sociales y personas de la vida pública, expresa dicho pronunciamiento.
Las diversas comunidades y expresiones de organizaciones de la sociedad civil que atienden el tema de los mecanismos de opresión en contra de las identidades disidentes sexuales, continuaran avanzando en los compromisos y agenda que impulsaba le magistrade Jesús Ociel Baena desde su trinchera institucional, sin duda alguna se pierde una voz y una vida importante para la vida democrática de México, así como se frena la democracia, cada vez que se generan crímenes de odio por LGBTFOBIA o bien, desapariciones forzadas, y otras violaciones graves de derechos humanos de miembros de la comunidad disidente sexual.
La petición que ya tiene resonancia a nivel nacional desde diferentes voces es el pronto esclarecimiento del deceso del le magistrade Jesús Ociel Baena y su compañero Dorian Daniel Nieves Herrera, esclarecimiento que plantea seguir el Protocolo Nacional de Actuación para el personal de las instancias de procuración de justicia del país en caso de que se involucre la orientación sexual o la identidad de género.