Discriminación en México, persiste/Gerardo A. Herrera Pérez
Por tercera ocasión se presenta la Encuesta Nacional de Discriminación, ahora en su edición 2017 (ENADIS 2017). La primera edición se presentó en el 2005 y la segunda en el 2010. Siempre se ha medido la percepción de la discriminación.
En esta ocasión, intervienen en su diseño, desarrollo y sistematización, el Conapred, INEGI, CNDH, UNAM y Conacyt; en las realizadas en el 2005 y 2010 fueron la Secretaria de Desarrollo Social, la UNAM y el Conapred. Hoy más actores políticos, se integraron y participaron; se realizó con metodología del INEGI.
Las muestras de las encuestas de la ENADIS pasaron de más de 5 mil en 2005, a más de 50 mil en 2010, para posicionarse ahora en todo México, al visitar 40 mil hogares.
La ENADIS, permitirá al Estado mexicano atender los compromisos internacionales en materia de derechos humanos. También servirá de hoja de ruta para dar cumplimiento a los objetivos planteados en la agenda 2030, que suscribió éste.
La ENADIS, contempla en su información los efectos agregados de la discriminación estructural, las experiencias de discriminación históricas y los elementos de orden simbólico cultural, o sea los prejuicios en los sectores en situación de vulnerabilidad y discriminación como:
mujeres, niños y niñas, adolescentes y jóvenes, personas mayores a los 60 años, personas indígenas, personas afrodescendientes, personas con discapacidad, personas con diversidad religiosa, trabajadoras del hogar renumeradas, personas no heterosexuales y personas nacidas en el extranjero.
De esta manera una de las primeras conclusiones que nos ofrece este documento, es que nos permite comprender que los problemas nacionales se encuentran transversalizados por la discriminación. No era necesaria una encuesta para entender este posicionamiento, no obstante, contar con un documento científico nos permite fortalecer el trabajo que se realiza a través de los diferentes mecanismos de política de estado para atender el fenómeno de la discriminación, que sigue siendo una deuda para los más vulnerables.
La ENADIS, es un documento oportuno, porque a partir del 1 de diciembre llegará el nuevo gobierno federal, el cual podrá utilizar esta información para diseñar el Plan Nacional de Desarrollo y atender uno de los ejes que con mayor recurrencia se mencionan en el discurso de las nuevas autoridades electas, las asimetrías de desigualdad, la mala distribución de la riqueza y de diferencia de trato social.
Algunos datos para pensar y reconsiderar nuestros prejuicios y estigmas es que el 20.2% de la población de 18 años y más declaró haber sido discriminada en el último año, es decir, 1 de cada 5 personas, mientras que al 23.3% declaró que en los últimos cinco años se le negó injustificadamente algún derecho.
Por otro lado, los principales ámbitos donde las personas indígenas y las que tienen alguna discapacidad percibieron haber sido discriminadas, están los servicios médicos, la calle o transporte público, y la familia.
También se señala que mientras que las personas de la diversidad religiosa, las personas mayores, los adolescentes y jóvenes, y las mujeres declararon principalmente la calle o transporte público, el trabajo o escuela y la familia.
Habrá que atender los mecanismos que se suceden en las familias para resolver el problema de discriminación dentro del seno de la familia.
Los motivos de discriminación que señala la ENADIS: la forma de vestir o arreglo personal, el peso o estatura, la edad y las creencias religiosas.
Las entidades con la más alta prevalencia de discriminación son Puebla, Colima, Guerrero, Oaxaca y Morelos.
Consideró y será necesario, que en las entidades federativas, deban de utilizar esta información a efecto de poder diseñar las políticas públicas que permitan darle la atención a un fenómeno multidimensional, como la discriminación, que requiere ser atendido desde diversas ópticas.
La discriminación es una cuestión prioritaria de atender para construir una sociedad igualitaria e incluyente en la que todas las personas, sin distinción, tengan acceso a sus derechos y la capacidad de participar en la toma de decisiones sin ser asimilados o bien no tomados en cuenta. El trabajo realizado con esta encuesta, es un claro ejemplo de que las instituciones deben trabajar articuladamente para resolver los grandes problemas nacionales.
Considero que se debe de seguir tratando al tema de discriminación como una política de Estado, hasta lograr su erradicación. No se puede ver como una agenda de buena fe la discriminación, al contrario, es una agenda política que requiere de recursos financieros para evitar las diferencias de trato social. De lo contrario subsistirá.