Diario Legislativo/Pedro Jiménez Rodríguez
En Morena ya no quieren a Monreal
Pedro Jiménez Rodríguez
A tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el panorama de la sucesión presidencial se empieza a aclarar.
Por lo menos en el partido en el poder, ya no hay duda de que la batalla final por la candidatura la habrán de librar Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
Ricardo Monreal se está quedando sin gas y va muy rezagado, sostenido solo por su experiencia política, pero cada vez son menos los adeptos que le quedan, por lo menos dentro de Morena.
En la más reciente encuesta, publicada por C&EResearch, apenas le otorgan un 7 por ciento de posibilidades de ser el candidato de Morena, porcentaje muy bajo si se toma en cuenta que a Marcelo Ebrard le otorgan un 30 por ciento y a Claudia Sheinbaum 25 por ciento. Incluso a Juan Ramón de la Fuente (9%) y a Gerardo Fernández Noroña (8%), les otorgan más posibilidades.
Monreal Avila apenas libró la tormenta que se le vino encima la semana pasada, cuando enviaron a Olga Sánchez Cordero de regreso a su escaño, con la consigna de asumir la coordinación de la bancada de Morena en el Senado.
El zacatecano se movió rápido y negocio que no le quitaran la coordinación, a cambio de operar al interior del Senado, para que las cuatro aspirantes a la presidencia de la Mesa Directiva dejaran el paso libre para que la ministra jubilada llegara a la presidencia.
Lo que no pudo hacer Ricardo Monreal fue que los 128 senadores votaran unánime mente por la presidencia de doña Olga Sánchez Cordero, lo más que consiguió fue que 76 senadores (una minoría esmirriada) emitieron su voto aprobatorio, y se sospecha que los 52 legisladores que no votaron por la planilla que encabezaba doña Olga, fueron de Morena.
En fin, está claro que Ricardo Monreal ya no es santo de la devoción de los morenistas y en cualquier momento lo van a votar de la Junta de Coordinación Política, no por malo, sino porque ya se cayó de la gracia del señor de Palacio y ya no le sirve, si no que le estorba para los planes de la Cuarta Transformación.
Sin embargo, Monreal Avila no está “muerto”, políticamente hablando, es un animal político y sabe moverse en aguas pantanosas y algo ha de inventar para seguir en la pelea por la sucesión y por eso ya dijo, con mucha seguridad, que él estará en la boleta en el 2024.
Habrá que ver como se mueven las aguas en los próximos meses, pero no hay duda de que en el Senado,el arranque de la LXV Legislatura del Congreso de la Unión, está candente, al rojo vivo.
EL PULSO.- Por cierto, no son pocos los avezados que no terminan de entender la formar de actuar de doña Olga Sánchez Cordero y se preguntan si su condición de jurista la hace diferente a los políticos. Es que doña Olga se pasó tres años en años en la Secretaría de Gobernación, en calidad de florero y ahora la hacen renunciar y la obligan a volver a su escaño en el Senado, donde no es bien vista por sus compañeros de Morena y tiene que aguantar que no todos sus compañeros voten por ella para sentarla en la silla de la presidencia. Si no es por necesidad, pudiera ser que la ex ministra aguante todo por la amistad que tiene con el presidente López Obrador, pero siguen sin entenderse muchas cosas*** Y el que si logro la unanimidad fue el diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna, quien fue electo presidente de la Mesa Directiva para el primer año de la legislatura, por los legisladores de todos los partidos. Sólo uno voto en abstención.