Diálogos de vida/Santiago Heyser, Sr. y Santiago Heyser, Jr.
Cada domingo en el espacio Diálogos de Vida, Santiago Heyser Sr. y Santiago Heyser Jr., ambos Coach de Vida certificados por la Federación Mexicana de Life Coaching, atenderán temas sobre la vida, sus problemas y una propuesta de solución. Si quieres que se atienda un tema o una situación en particular, escribe al correo: [email protected] (sin acento). Todos los correos serán contestados y las situaciones que destaquen serán publicadas en el espacio dominical de Quadratín. Los correos son confidenciales, no firmes con tu nombre, usa un seudónimo para que te identifiques con la respuesta, ej. “Creo estar enamorada… firma: Mal Correspondida”. Atentamente, Quadratín.
“En busca de la felicidad, VI”
Continuamos con el tema: ¿Por qué nos cuesta tanto trabajo ser felices?
De nuestra lista de diez, hemos comentado acerca de siete motivos que nos impiden alcanzar un estado de felicidad: 1.- No somos conscientes de nosotros mismos; 2.- No vivimos la vida cuando sucede, en el momento presente; 3.- No aceptamos la realidad y luchamos contra ella; 4.- Creamos expectativas. 5.- Creemos que la felicidad es algo que obtenemos y es externo a nosotros. 6.- Creemos que para ser felices necesitamos a alguien. 7.- No hacemos lo que queremos.
El siguiente de los motivos causantes de la infelicidad es demasiado sutil, hay que detenernos un momento y reflexionar, ya que normalmente nuestros días están ocupados con los pendientes cotidianos y cuando tenemos un espacio de tiempo, comúnmente buscamos descansar, hacer nada o refugiarnos en una pantalla de TV, de cine o del celular, es decir: ¡Evadirnos! Esta situación nos distrae del trabajo de observar nuestras propias vidas y darnos cuenta de que: 8.- Estamos estáticos en nuestras vidas en lugar de estar en movimiento, creciendo y viviendo.
Comencemos por recordar algo, nuestras vidas tienen concordancia con la naturaleza, de ahí venimos, y como tal estamos envueltos en una vorágine de cambios permanentes, desde nuestro propio cuerpo con el paso del tiempo, hasta los cambios del entorno o del Universo ¡La única constante en nuestras vidas es el cambio! La existencia implica movimiento, así es, pretender lo contrario es ir en contra de la realidad y en contra de la propia naturaleza del todo.
Visto así, el reto es como aprovechar el cambio que está fuera de nuestro control y como dirigir el cambio que está dentro de nuestro control. Para ello, el primer paso es conocernos, entender de manera genérica que es un ser humano y de manera particular quién soy yo y que potencialidades (capacidades) tengo.
Todos nacemos con características, habilidades, debilidades y posibilidades a desarrollar durante el espacio de tiempo que tenemos entre el nacimiento y la muerte, ¡durante nuestra vida!, y pareciera, que cuando nos volvemos apáticos y dejamos de “avanzar” y de procurar nuestro crecimiento mediante el desarrollo y aprovechamiento de nuestro potencial, la vida empieza a volverse monótona, aburrida, sin sentido y fracasa, ya que solo buscamos satisfactores materiales, ajenos a nuestra humana naturaleza, que no nos dan felicidad. Las personas se refieren a éste estado como el estado de confort. Es decir cuando la rutina, la monotonía y los hábitos nos llevan a vivir dormidos, cómodos, sin aliciente para continuar nuestro desarrollo; y así, terminamos viviendo cada día, cada semana, cada mes y cada año como si la vida solo fuera un ciclo repetitivo; de esta manera, dejamos de tener la frescura, el asombro, la espontaneidad y la curiosidad que nos produce el cambio; dejamos de crecer, de aprender, de conocer gente nueva, de hacer actividades diferentes, de divertirnos, de reír o de: simplemente apreciar eventos sencillos de la vida como un atardecer, el vuelo de una mariposa o el abrazo con un ser querido. Nuestras vidas se vuelven planas y grises, así como nuestro estado de ánimo, nos la pasamos reaccionando de forma automática con base en las emociones que sentimos, pero no tenemos un control consciente de nuestra vida, por lo que deja de ser nuestra, lo que nos genera un vacío e insatisfacción y así, simplemente “funcionamos”, sin ilusiones, esperanzas o aspiraciones, hasta que la cuerda se acaba y morimos frustrados.
Recordemos que la felicidad es un estado de la mente, es una actitud ante la vida, es un razonar y actuar. Vivir es un verbo, y como tal implica acción. ¡Crece, desarrolla tú potencial, haz cosas nuevas, prueba nuevos sabores, cambia tu rutina, esfuérzate, vive y deja de postergar! La vida es para vivirse y sólo tienes una oportunidad y muy poco tiempo ¡No lo desperdicies! Sobrevivir no es vivir, tu agenda diaria debe tener algo más que cumplir con los pendientes y buscar los medios para satisfacer las necesidades básicas. Cada vida debiera de enriquecerse con actividades que nos hagan vibrar, que nos lleven a superar nuestros propios límites, que nos acerquen a los sueños que tenemos, actividades que al final de día nos permitan decir: ¡Hoy mi día fue diferente, fue un día que valió la pena vivirse, fue un día en el que crecí!... ¡Así de sencillo!
Recuerda, si quieres que atendamos una situación en particular, escríbenos a: [email protected]
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser, Sr. y Santiago Heyser, Jr.
Escritores y soñadores.