Diálogos de vida/Santiago Heyser
“Mujeres divorciadas II”
Cada domingo en el espacio de: DIÁLOGOS DE VIDA, sin tintes religiosos y bajo la batuta de Santiago Heyser, Coach de Vida certificado por la Federación Mexicana de Life Coaching, atenderemos temas sobre la vida, sus problemas y una propuesta de solución.
Si quieres que se atienda un tema o una situación en particular, escribe al correo: [email protected] (sin acento) Todos los correos serán contestados y las situaciones que destaquen serán publicadas en el espacio dominical de Quadratín.
Todos los correos son confidenciales y por favor, no firmes con tu nombre, usa un seudónimo para que te identifiques con la respuesta. Seudónimos válidos son nombres de flor, de estrellas, planetas, animalitos, sentimientos o cualquiera no ofensivo que te haga sentir bien; ej. Creo estar enamorada… (firma: Mal correspondida)
Este domingo seguimos con el tema de las mujeres divorciadas; el próximo domingo hablaremos del amor.
En tanto ¡Se feliz!...
Atentamente
Quadratín
Uruapan, Michoacán, 20 de abril del 2019
“Mujeres divorciadas II”
Una amable lectora señaló un sesgo “machista” en la primera parte del artículo y clarifica:
“Hay mujeres brillantes que no encuentran un hombre que este a su nivel, en ese contexto priorizarán sus estudios, su trabajo y su desarrollo personal. Opino que el camino del amor pasa por el respeto y la admiración mutua en donde el sexo no juega el rol principal, si esto no se da: mejor sola que mal acompañada; ya que el sexo por gusto o necesidad es un absurdo. Atentamente, Maestra.”
Otra amable lectora clarifica: “En tu artículo mencionas veinteañeras, treintañeras y mujeres de cuarenta años; creo que la edad es irrelevante, hay mujeres mayores de 40 años muy valiosas, sexualmente atractivas y muy productivas ¡Verdaderos tesoros! Atentamente, Tesoro.”
Creo que ambas tienen razón, el valor de una persona no está asociado a la edad, simplemente mencioné los 40´s, por ser una edad en la que muchas parejas entran en crisis, lo que no es una regla. Respecto a la decisión de disfrutar del sexo por diversión, sin amor o sin ser “pareja”, creo que es una decisión personalísima y que cada ser humano, en su unicidad, toma decisiones legítimas que pueden diferir del pensamiento de otros; en lo personal conozco mujeres muy valiosas que al no encontrar la “pareja ideal” viven y disfrutan de su sexualidad de forma inteligente en soltería, mujeres que merecen todo nuestro respeto y valoración y que eventualmente pueden encontrar a la persona adecuada y compartir vida en pareja o formar una familia, para lo que repito, no hay edades.
Continuando con el tema, mencioné en la primera parte de “Mujeres divorciadas”: “Un matrimonio termina, en mi opinión, porque es natural que se acabe, ya que las personas estamos cambiando continuamente. Las razones del fin del matrimonio son muchas; ¿la principal?, porque no nos preparamos para el matrimonio y partimos de falsas premisas: como la de que el matrimonio es para toda la vida, que lo prometido se cumple o la de estar enamorado…”
Primero: el matrimonio no es para toda la vida, aunque dure una vida, segundo, lo prometido no se cumple cuando va en contra de la propia naturaleza de ser libres o buscar la felicidad y tercero, la semana pasada afirmé que la mayoría de las personas no tienen idea de lo que es el amor, mucho tiene que ver el no hablar de ello ni de sexualidad en las familias, es decir, la mala educación que recibimos al respecto nos lesiona, ya que “aprendemos” de amor, compromiso y sexo de manera deficiente a través de amigos, películas, novelas o historias rosas que no hablan de los cambios y vicisitudes de la vida compartida, lo que distorsiona las expectativas y conduce a malas decisiones con sus consecuentes problemas.
Para empezar, el amor no es un producto terminado, en mi opinión el amor es un proceso que se construye día con día; de ahí que con los cambios naturales que tenemos las personas, si no actualizamos nuestro amor por la pareja, simplemente dejaremos de amar a la persona con la que compartimos un proyecto de vida, al no ser, ni parecerse a la persona que amábamos cuando decidimos formar pareja; esto sucede porque perdemos objetividad y por costumbre, flojera o apatía vemos lo que queremos ver sin notar los cambios. En adición, el desconocimiento que tenemos del amor, nos lleva a fincar expectativas falsas y prácticamente incumplibles de parte de nuestro compañero(a) ¡Las personas son como son, no como queremos que sean!; de ahí la importancia del noviazgo, definido como: “La relación culturalmente aceptada, en donde cada uno manifiesta su deseo de conocer al otro con la expectativa de formar pareja o una familia, sustentado en un acercamiento físico y emocional.” ¡Conocer al otro! ¡Ahí está la clave!, no podemos saber si el candidato(a) es el adecuado(a) si no lo conocemos, y no lo vamos a conocer si no entendemos la naturaleza del noviazgo. El problema de nuestros días, es que dedicamos más tiempo en organizar una fiesta o en escoger el vestido que queremos, que en conocer y seleccionar a quién nos va a acompañar (eso creemos) el resto de nuestra vida,… y así no funciona… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser
Coach de Vida