Diálogos de vida

El gobernador de Michoacán decidió regularizar autos chocolate, con ello, normaliza y legaliza el contrabando, y como diría YSQ: “No me vengan con que la ley es la ley”…

Quiero agradecer a Osvaldo (@osvaldomonos) su generosidad para permitirme usar su cartón para describir la crisis y el drama de la justicia y de las fuerzas armadas en México, que han generado el Presidente, el General Secretario de la Defensa y la 4aT…

Impresionante como se hizo viral el video en donde, en el crucero de Cuatro Caminos (Nueva Italia) en Michoacán, los malandros, correteaban a un convoy de soldados del “ejército mexicano” (con minúsculas), que huían despavoridos, mientras les gritaban: “Tiraleee, tírale puto, tiraleee…”, lo que la ciudadanía malinterpretó como un acto de cobardía; pero que ya fue explicado por el General Secretario de la Defensa y por el Presidente de la República como el simple respeto a los derechos de los delincuentes, que también son seres humanos; delincuentes que pueden andar armados impunemente y que pueden matar, secuestrar y extorsionar, pero a los que no les debemos responder con violencia porque son personas (Y no me vengan con que la ley es la ley, añadiría yo).

            El punto es que parece no haber razonamiento y se trata de explicar o justificar todo con emociones, argumentos vacuos o intereses políticos de grupo o pandilla, por lo que la leyes pasan a segundo plano y dejan de tener vigencia para nuestras “autoridades”, ej.: Si no se suelta a Ovidio habría venganza y muchas muertes, decisión ilegal: soltarlo. Si no se regularizan autos chocolate, habrá un problema social, decisión ilegal: regularizarlos. Si no se invita a los dictadores latinoamericanos a la Cumbre, no habrá unidad, decisión ilegal: convocarlos. Si no traigo a médicos cubanos que no son médicos reconocidos, no quedo bien con la dictadura, decisión ilegal: contratarlos. Si permito que los periodistas me critiquen, se dañará la 4aT, decisión ilegal: exhibirlos. Si la revocación de mandato no funciona, hay un costo político, decisión ilegal: compra de votos, amenazas y acarreos. Si corro al fiscal corrupto puede exhibir la corrupción de mis compinches y familiares, decisión cobarde: conservarlo. Si gana la oposición, el crimen organizado enfrentará persecución, decisión ilegal: involucrar al crimen organizado para coaccionar el voto mediante amenazas, asesinatos y agresiones. Si los ciudadanos razonan, no podremos controlarlos, decisión inmoral: cambiar educación por adoctrinamiento… Y así…

Por el otro lado, opino, en reciprocidad, por la protección institucional al crimen organizado, este les ayuda en procesos electorales y el gobierno justifica con estulticia y de manera cínica, cito a Jesús Ramírez, el encargado de comunicación de la presidencia, quién escribió en Twitter sobre la corretiza a los soldados: “Se conoció un video de militares en Michoacán y se cuestionó la falta de uso de fuerza, pero con inteligencia la SEDENA logró asegurar 5 laboratorios clandestinos y 19 plantíos de mariguana, en Nueva Italia, Mich. Se impidió la elaboración de 9 millones de dosis de metanfetaminas”…

Mi reflexión al respecto fue: “Ahora resulta que los soldados corrieron para distraer a los malandros y alejarlos de sus laboratorios. No los ayudes Jesús, los exhibes peor. La cobardía no tiene justificación y la complicidad de YSQ tampoco”.

El punto estimado lector, es que en mi opinión, con una SCJN cooptada, un fiscal corrupto y manipulador, candidatos de vergüenza para el 2024 y un Congreso domeñado, salvo honrosas excepciones, el panorama para el futuro de México con la 4aT es sombrío, más cuando la alternativa de la “oposición” es regresar al PRI que ya nos robó y nos volverá a robar…

Precisión: Me queda claro que el problema de los “autos chocolate” fue generado por la debilidad de los gobiernos del PRI y el PAN que permitieron que México se convierta en basurero de los autos chatarra de USA; pero la solución actual no es legalizar el contrabando; la solución es volver al imperio de la ley y actuar SIEMPRE con legalidad.

Mis hijos me llaman iluso porque, en mi opinión, una luz al final del túnel podrían ser: partidos políticos con principios y valores democráticos, éticos y morales, con candidatos capaces y honestos y un Congreso nacionalista independiente y libre para que regrese el imperio de la ley y así terminen en la cárcel los políticos corruptos,… y los malandros sean perseguidos y encarcelados,… eso sí, siempre privilegiando que la Ley se cumpla sin evasiones, ni excusas... Creo que tienen razón mis hijos, soy un iluso… ¡Así de sencillo!

Un saludo, una reflexión.

Escritor y soñador