Día mundial del medio ambiente/Gerardo Herrera Pérez

Requerimos que este día sea en el día a día de todos y todas los que hoy estamos en esta realidad llamada Mundo. Necesitamos de promover un desarrollo sostenible, con una sociedad sustentable que generen las condiciones para cuidar del medio ambiente.

El Medio Ambiente, es y será fundamental en el desarrollo sostenible de la humanidad, por ello, la definición que sobre el medio ambiente presenta la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente define al ambiente como: “El conjunto de elementos naturales y artificiales o inducidos por el hombre que hacen posible la existencia y desarrollo de los seres humanos y demás organismos vivos (plantas y animales) que interactúan en un espacio y tiempo determinados” (artículo 3, fracción I).

El Medio Ambiente, es considerado por  la Constitución de México  en su artículo 4o., párrafo quinto, como un derecho humano que a la letra expresa lo siguiente: Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho. El daño y deterioro ambiental generará responsabilidad para quien lo provoque en términos de lo dispuesto por la ley.

Existe un marco jurídico extenso, no obstante es importante señalar que la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, establece la distribución de competencias entre los tres órdenes de gobierno en la materia.

Existen otras normas en materia ambiental en México: la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, la Ley General de Vida Silvestre, la Ley de Aguas Nacionales y la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, entre otras, y sus reglamentos; así como normas oficiales mexicanas.

Pese al marco normativo extenso, así como a las estructuras operativas y el diseño de la política pública, nos encontramos que se continúa presionando al medio ambiente tanto en el suelo, en los aires y en el agua, situación que pone en riesgo la sostenibilidad de la vida  y que por otro lado violenta los derechos humanos de las personas, como el derecho a la vida, a la salud, a la educación, a la alimentación y otros más.

Debemos seguir insistiendo que no es solo por la vía del pago de multas como se podría solucionar el problema del impacto ambiental, debemos de trabajar en la ecoconciencia, en la ecoformación y la ecoética que nos permita cuidar a este mundo que es nuestra casa y en ella cuidar a la naturaleza, al medio ambiente, la biodiversidad y en general la vida.

Los problemas que enfrentamos para proteger el medio ambiente es la industrialización y los sistemas masivos de producción, pero también los medios masivos de comunicación que promueven y seducen a la población al consumo en un mercado que busca el hedonismo, el narcisismo, las marcas, así como la individualidad y la libertad, que promueve el lujo y desde luego el éxito y en ello el hiperconsumo.

Otros problemas también importantes son el crecimiento de la población y por ende los asentamientos humanos sin planificación adecuada, al 2020  podríamos ser ya más de 8 mil millones de habitantes planetarios; la explotación desmedida de los recursos naturales; la alteración de los ecosistemas, el uso del cambio del suelo; la contaminación de los cuerpos de agua, sobre todo en aquellas regiones donde existen explotaciones mineras, de los suelos (con los agroquímicos y paquetes tecnológicos) y del aire; el manejo poco adecuado de residuos, y las afectaciones a la biodiversidad, entre otros.

Por ello, insistimos en que debemos generar las condiciones para promover la creación y desarrollo de la ecoconciencia, con ecoformación y con la ecoética que permitan el cuidado del medio ambiente, todas y todos, esto no es solo del Gobierno, o de las empresas es absolutamente de la sociedad en su conjunto.

Compartimos con ustedes algunas tareas aun cuando son mínimas requieren de ser ejecutadas por la sociedad: • Apaga las luces y los electrodomésticos que no utilices; desconecta aparatos que no utilices. • Reflexiona sobre el consumo, rechaza lo que no necesites, reclama todo aquello que no cumpla tu consumo, recicla, reutiliza, reduce y redistribuye. • Si alcanza tu presupuesto, utilizar aparatos eléctricos eficientes o ahorradores de energía. • Si de movilidad se trata, prefiere vehículos híbridos o que utilicen combustibles alternativos, privilegia el transporte colectivo • Evita usar y comprar productos en envases de plástico o unicel; asiste al mercado con bolsa de tela para transportar tus compras, di no a los plásticos. • Se respetuoso con  otros  seres vivos, como plantas y animales. • No tires basura o cualquier residuo fuera de los contenedores; separa tu basura cuando menos en orgánica e inorgánica. • No tires pilas o  residuos contaminantes en cuerpos de agua.

Esta son algunas acciones, seguramente tú conoces otras más, súmalas a las que ya conoces y vive en equilibrio y armonía con el mundo y genera un proyecto para el respeto de la vida.