Después del 2 de junio, ¿qué?
La principal novedad de la semana es la agudización de la crisis electoral de la derecha. En el Simulacro Universitario realizado el 7 de mayo, se desplazó a Xóchitl Gálvez del segundo al tercer lugar en las preferencias para la Presidencia dejando ese lugar a Maynez.
Dadas las grotescas y frecuentes declaraciones de la candidata de la derecha, disminuye la gente que se atreve a considerarla y va perdiendo puntos a favor de Maynez a quien un segmento de la juventud le simpatiza; pero, ya con los proyectos de fondo en juego, Claudia se perfila imbatible y con una amplia ventaja, como la ganadora del 2 de junio.
Adicionalmente, la derecha defiende a capa y espada el caso de Amparo Casar, Presidenta de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) (sic) quien continua aferrada a una pensión abusiva concedida por el gobierno de Fox a partir de evidentes favoritismos y obscenas manipulaciones legales. En este caso el juez del sexto distrito en materia de trabajo ordenó ya la continuación del pago de esa pensión con la que ha cobrado desde hace 19 años 125 mil pesos mensuales y deberá poder seguir cobrando en un plazo no mayor a 24 horas. ¡Increíble!.
¿Logrará la derecha que en las elecciones de este 2 de junio los electores ignoren el mar de corrupción en el que el caso Amparo Casar y el de Santiago Taboada, del cartel inmobiliario en la CDMX son apenas muestras y voten a favor de l@s candidat@s que representan la vuelta a ese pasado?
Pero, ya es evidente que con el triunfo de Claudia en la contienda presidencial será posible que la transformación continue y con el Plan C se logre modificar la Constitución para que el Poder Judicial deje de ser un instrumento clave de la impunidad de los corruptos.
Al continuar avanzando la justicia, será el propio pueblo de México el que marque el ritmo y el alcance de los cambios constitucionales que erradiquen de una vez y para siempre las agarraderas que tienen esas minorías para proteger sus intereses. No hay que olvidar que en seis sexenios la oligarquía acomodó como nunca la Constitución y el todo el marco jurídico para beneficiarse a costa de las mayorías.
Claudia ha dejado claro que el proyecto de nación avanzará en positivo, tal como lo expresan sus 100 compromisos con el pueblo de México. En esa dirección no hay lugar para distraer el rumbo. Vendrá entonces un sexenio de diálogo e inclusión para hacer realidad el impulso que tiene la nación para lograr la prosperidad compartida colocando con la consigna de primero los pobres. Ese es el nuevo marco legal que ya se construye desde el triunfo de AMLO en el 2018.
Por lo anterior, la nube de humo y el petate del muerto con los que la derecha asusta a las capas medias: que si les van a expropiar sus propiedades, que si no van a poder viajar, que si se va a eliminar al Poder Judicial, etc. etc., son barbaridades que solo se explican por la desesperación de su derrota ya inevitable del 2 de junio.
Los gobiernos de izquierda a diferencia de los de la derecha no buscan eliminar al adversario. Se trata de tolerar, dialogar y convivir con los diferentes porque aquí cabemos todas y todos con la simple, pero, profunda condición de tratar a las y los demás como queremos que se nos trate: con el respeto al derecho de una vida y un trabajo dignos para todas y todos, en paz y sin corruptos. Ni más ni menos.
A partir del 3 de junio se inicia el nuevo ciclo con una mujer inteligente, sensible, honesta y firme al frente de la Nación. Claudia Sheinbaum sabe que cuenta con una amplia mayoría para lograr que todo México sea, -como ya lo logró al frente de la CDMX- un espacio de libertades y de progreso con justicia social.