Democracia y pedagogía de la vida/Gerardo A. Herrera Pérez
Democracia y pedagogía de la vida
Gerardo A. Herrera Pérez
En el marco de las Fiestas de Octubre de Apatzingán, se llevó a cabo la Conferencia “Democracia y la pedagogía de la vida”, misma que fue disertada por el Coordinador de Estudios, Divulgación y Capacitación del Órganos Autónomo de Derechos Humanos.
El evento fue inaugurado por la Directora de la Instancia de la mujer de Apatzingán, Endi Herrera, quien en la representación del Presidente Municipal José Luis Cruz Lucatero y de su Esposa Minerva Guizar Brito, destacó la importancia que se tiene de compartir conferencias sobre estos temas que son de interés para la sociedad en materia de participación ciudadana y construcción de vida.
Al inicio de la disertación, el conferencista expresó que en diversas ocasiones nos surge la pregunta del porqué en acciones sociales, de bien común, o de apropiación de espacios públicos, son pocas las personas que participan y no en general la colectividad; nos lo preguntamos por qué observamos que asisten a las convocatorias pocas personas, o bien pocos ciudadanos.
Desde esta perspectiva el conferencista diserto sobre los temas: la cultura cívica y la participación social y la pedagogía de la vida; las reflexiones abrevan desde las preguntas cómo apropiarse del espacio público, cómo incidir en el espacio público y transformarlo en espacios para el debate de las ideas; y para ello se explicó que se requiere de la verdad, es decir del conocimiento, de la experiencia que da la sabiduría, del conocimiento de los derechos humanos, de la información pública, del derecho a saber; se requiere del diálogo con complementariedad, en horizontalidad, en alteridad, en tolerancia y respeto, en la construcción de los espacios para el debate de las ideas, la creación de redes sociales, en el conocimiento de la cultura cívica; pero igualmente, se expresó la importancia de trabajar en las exigencias de la población para el cumplimiento de la palabra de los servidores públicos, su transparencia y rendición de cuentas, pero sobre todo, se hizo énfasis en trabajar en la participación de los ciudadanos en la atención y definición de propuestas para los problemas sociales.
Por otro lado, también se fijaron las posturas de los diez elementos de diagnóstico por los cuales se imposibilita la más amplia participación de la población y en donde la definición de las políticas públicas deben de incidir para mejorar, entre ellos: la importancia de la información pública, el Estado de Derecho y el conocimiento y aplicación de los derechos humanos; gobernanza y construcción de redes, la perspectiva de género, la interculturalidad, igualdad y no discriminación, participación ciudadana así como el empoderamiento de la ciudadanía; partidos políticos y gobierno, medios de comunicación y espacios del estado para el fomento de la cultura cívica. Entre los aspectos que se destacaron fueron las cuestiones cuantitativas que expresan en números la poca participación, así como los aspectos cualitativos que se requieren para el fortalecimiento de la participación social y desde luego para el trabajo de la educación cívica.
Otro de los conceptos en los que se reflexionó fue la Ciudadanía; para Tomas Marshall, en su libro de Ciudadanía y clase social reflexiona sobre tres tipos de ciudadanía: la ciudadanía política, la ciudadanía civil y la ciudadanía social. La ciudadanía política aborda los aspectos del derecho político a votar y ser votado; en tanto que la ciudadanía civil plantea el garantizar el respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos. La ciudadanía social, es el asumir todos los derechos para todos y todas.
Posteriormente se trabajó el tema de la pedagogía de la vida, y los mecanismos para la trasmisión de la enseñanza, se avanzó en considerar que debemos de trabajar en la formación, y la ética, pero en ambos conceptos, es importante agregar el prefijo ecoformación y desde luego ecoética, es decir avanzar en la formación para la vida y en una ética para la vida, en cuyos elementos se permita coaligarse para construir el concepto de pedagogía de la vida, o ecopedagogía, que nos permita ir construyendo el modelo de sociedad tanto sustentable, como sostenible.
En ese modelo se requiere de impulsar una educación humanista, con enfoque de derechos humanos y libertades, que respete a las personas y que se sustente en la igualdad sustantiva, donde se priorice la niñez y se generen en sus mayas curriculares los contenidos temáticos de civismo, filosofía, tecnología, innovación, lenguas indígenas, educación física, deportes, artes, estilo de vida saludable, educación sexual y reproductiva y cuidado del medio ambiente.
En este sentido necesitamos formar al ser humano en valores, principios y virtudes sociales, necesitamos construir las bases de la confianza, la identidad, los valores de comunalidad, y transitar de la convivencia a la fraternidad, en donde nadie se sienta excluido, y en donde todos tengan la posibilidad de participar y de que se reconozca sus aportaciones. Se requiere igualmente trabajar en modelos de resolución de conflictos a través de un diálogo horizontal, en alteridad, en complementariedad, en ecología de saberes.
Con ello, y la educación de la niñez y la reeducación de los adultos podemos conformar ese modelo de participación que tanto se necesita para una democracia no solo representativa, sino participativa. Se agradeció la presencia de Charly Contreras, Elisander Cruz Mauleón, desde Zitácuaro y Turicato.