Defensora de derechos humanos

Fue reconocida con el Doctorado Honoris Causa, la señora Irinea Buendía Cortés, activista, defensora de derechos humanos y promotora permanente de la verdad y la justicia. Irinea Buendía no ha dejado de buscar por muchos años ser escuchada por las autoridades y la sociedad patriarcal que vivimos, ha sido una lucha diaria, ha recorrido el territorio mexicano en 30 entidades, solo le faltan dos estados más.
La Universidad Magno Americana, a través de la rectora, Elizabeth Alfaro Leal, hizo la entrega del doctorado correspondiente, precisando la importancia que tiene para la academia reconocer el trabajo de defensoras de derechos humanos que se enfrentan al Estado para la defensa de la dignidad y de la justicia. Irinea Buendía no solo transformó su dolor en acción, sino que también sentó las bases para un cambio estructural en la forma en que se aborda la violencia feminicida en México, por ello, y mucho más, la entrega del reconocimiento Honoris Causa.
En su momento, y en uso de la voz, la defensora de derechos humanos expresó un mensaje contundente y claro de la importancia de no parar en el ejercicio de defender la dignidad humana, y los derechos humanos, lo hizo primero por su hija, lo hace ahora por los cientos de mujeres que han sufrido de estos mismos actos.
En un recuento de estos años de lucha conocemos por su voz que; desde aquel momento en que conoció que su hija Mariana Lima Buendía se había suicidado sabia que eso no era verdad, su lucha desde entonces no ha parado, es permanente, constante, y sabe que es para toda la vida, pese a qué, quien privo de la vida a su hija, hoy tiene una sentencia por feminicidio por setenta años de prisión, y que fue producto de su trabajo y en acompañamiento de sus abogados en el día a día frente a las autoridades judiciales, que tuvo sus impactos, al generar una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que todos los casos en donde hubiera privación de la vida de una mujer, debería ser atendido judicialmente con perspectiva de género.
Irinea Buendía, tiene muchos años trabajando en el creación o desarrollo de conciencia entre la población, para evitar la violencia, para insistir en el respeto del cuerpo de la mujer y permitir que cada mujer cumpla sus sueños de vida, cosa que para el caso de su hija, no fue posible, toda vez que se le privo de la vida sin haber logrado ser abogada.
El caso de Mariana Lima Buendía, hija de Irinea Buendía, hoy cuenta con una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nacional que prescribe volver a investigar, con perspectiva de género y derechos humanos, el feminicidio de Mariana Lima Buendía, para resarcir el daño por las omisiones cometidas en torno al caso. De la sentencia destacan tres situaciones que han venido a dar un giro en las investigaciones de las autoridades de las fiscalías: Primero, todas las muertes violentas de mujeres deben ser investigadas como feminicidio, con perspectiva de género y con base en los estándares internacionales más altos. Segundo, en todos los casos es necesario recolectar y salvaguardar la evidencia para determinar si la víctima sufrió de violencia sexual o si ésta vivía en un contexto de violencia. Tercero, la inacción y la indiferencia del Estado ante los casos llevan a la revictimización y discriminación, por lo que los responsables deben ser sancionados.
De esta manera la doctora Irinea Buendía fue reconocida por la contribución histórica en la lucha contra el feminicidio y la violencia de género en México. Su incansable esfuerzo por obtener justicia para su hija, Mariana Lima Buendía, marcó un precedente legal y social, hoy esa lucha, permitió la Sentencia Mariana Lima Buendía, dictada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero adicionalmente, impulsa la iniciativa legislativa “Ley Mariana Lima Buendía” que busca garantizar investigaciones adecuadas en casos de violencia contra mujeres.
Su permanencia y constancia dan cuenta de su compromiso social por ello, Irinea ha acompañado a otras madres y familias que buscan justicia, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y esperanza. Finalmente, su lucha no culmina con la sentencia de 70 años de prisión para el feminicida de su hija, un logro que refuerza la importancia de la perspectiva de género en el sistema judicial, porque ella seguirá luchando contra la violencia de género.