Debate 2018/Luis Delgado
Esta es una opinión estrictamente personal y no representa la opinion de las empresas que dirijo. Tampoco refleja un favoritismo por algún candidato, sino mi percepción resultante del primer debate presidencial, 2018.
La primera impresión que me da el formato del debate es que es completamente confuso, y aparentemente lo fue también para los candidatos pues en varias ocasiones fue necesario interrumpirlo. Las preguntas arrancaron como las que se hacen en los concursos de belleza, complejo el formato para entender a simple vista. Seguramente habrá quejas al respecto.
Los temas de la inseguridad, violencia y corrupción, son un tema muy arraigando en México. La violencia es ya en algunas regiones de México, parte de su cultura y no hay manera de escindir la corrupción del gobierno. Estos problemas tienen tantos años arraigándose, que ningún candidato con un plumazo (o varios) logrará erradicarlos, además que, la mayoría estarían en manos del congreso. Así que cualquier promesa que se haga de eliminarlos completamente, me parecen una falacia.
En general los candidatos independientes son los ganadores pues tuvieron un escaparate en igualdad de condiciones que les permitió exponerse en igualdad de circunstancias con los otros candidatos, los que tiene partido.
El Bronco es inteligente y hábil para hablar. Con experiencia gobernando, y una gran historia personal con la que abrió, la muerte de su hijo en manos de la delincuencia organizada. El único que puso su teléfono de WhatsApp para ser contactado, su tono de voz duro. Creo que es el gran ganador porque a ojos de quienes no lo conocen o quienes están indecisos mostró buenos argumentos, es el que más gana de todos.
Ricardo Anaya es el más claro en expresar sus argumentos, muy bueno para hablar, el que mejor dosificó sus tiempos, es inteligente, sin embargo recordemos que no tiene experiencia gobernando. Con una pésima estrategia (igual que Meade) de atacar a AMLO. Perdiendo demasiado tiempo tratando de desacreditar a López Obrador en vez de concentrarse en mostrar como van a resolver los problemas. El y todos los candidatos venden que acabarán con la inseguridad lo cual es prácticamente imposible pues es un problema my arraigado, mas allá de un sexenio. Fueron falsos algunos datos que presenta de AMLO, y no citó las fuentes. Considero que Anaya fue el gran perdedor porque mantuvo una estrategia pobre queriendo derrocar a López Obrador.
Meade es el más experimentado de todos en tiempo y puestos de gobierno. Es también el más preparado académicamente, sin embargo tiene la enrome sombra del PRI detrás de el. Es débil en su hablar, mala estrategia de pegarle a AMLO, con argumentos sin pasión, muchas promesas, las mismas promesas gastadas que se han hecho de toda la vida. Sin pena ni gloria, el PRI está castigado, es un buen candidato en el momento y partido equivocados.
López Obrador, lento para hablar, con argumentos ya gastados, el que menos optimizó su tiempo. También tiene experiencia en gobierno. En general no gana ni pierde, pero al ser el líder es el que más probabilidades de perder tiene. Todos los atacaron. algunas de las cifras presentadas por el de seguridad no son precisas: en la época que el administró la Ciudad de México, Vicente Fox era el presidente de México y a nivel nacional las cifras fueron también las más bajas de los últimos sexenios en homicidios. Nótese que abiertamente Fox ha aceptado la negociación con los capos. AMLO citó fuentes en sus cifras. En donde López Obrador pierde es en su carente habilidad para defenderse, en su lentitud para hablar y en su inhabilidad para expresar sus ideas de manera clara en estos formatos. AMLO gana porque realmente va a perder muy poco después del debate.
Margarita Zavala. Habla con carga emocional, dirigiéndose a las mujeres, sin embargo es notable su gran inexperiencia en política, sin contar su nula experiencia en gobierno. No podría verla como ganadora o perdedora porque simplemente ya es un logro haber llegado a este debate. Demuestra que no está a la altura de los demás candidatos, se notaba algo nerviosa o titubeante en su hablar. Su gran debilidad es la de siempre: a pregunta expresa de Denise Maerker, no supo como deslindarse de Felipe Calderón, no pudo responder de manera clara, en que discrepa con el.
En conclusión, le formato resultó confuso, es un formato largo, pero es un gran ensayo para conocer de cerca a los candidatos y sus propuestas, lamentablemente por el hartazgo en los temas políticos muchas personas prefirieron no verlo.