De desconcentraciones y cosas parecidas/Arturo Alejandro Bribiesca Gil
DE DESCONCENTRACIONES Y COSAS PARECIDAS
Por: Arturo Alejandro Bribiesca Gil
Adiós Aretha.
Una de las propuestas que más ha llamado mi atención del futuro Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lo es la de mudar la gran mayoría de secretarias de estado de su gabinete y algunas otras dependencias descentralizadas a distintas partes del país. A Michoacán de concretarse la propuesta, le tocará recibir al Instituto Mexicano del Seguro Social.
No puedo emitir una opinión calificativa concreta de dicha medida, porque no la tengo; pero si quiero hacer algunas reflexiones. Para empezar, debo decir que a bote pronto no me desagrada; me parece que a mediano y largo plazo la desconcentración física de oficinas, por tanto de sus trabajadores y familias, lleva algún grado de desarrollo e inversión a más partes del país, atenuando, además, esa costumbre de centralizar en la capital casi todo: cultura, arte, estudios, negocios, moda, etcétera.
Pero, y aquí está el pero, me surge la duda, sobre si los defectos que corrige la medida, y el desarrollo equitativo que incentiva, ponderados fríamente, importan más que los problemas legales, familiares, emocionales y el gasto público que conlleva su implementación, aunque sea gradual. ¿Vale la pena? Realmente no lo sé.
Tenemos el caso del INEGI, el cual, partiendo de algunas premisas como las que ahora presentan, fue mudado a Aguascalientes por allá por 1985; el temblor tuvo algo que ver es esta mudanza. De esa experiencia habría que rescatar, si después de 30 años, hubo o hay beneficios, y cuales fueron del ser el caso.
Dudo que este documentado esto último, sin embargo, si pudiéramos estudiar caso por caso de las familias que hace tres décadas fueron reubicadas, sin duda encontraríamos historias fascinantes de como el cambio a provincia les dio una mejor calidad de vida, así como otras historias en sentido contrario. Creo que el caso INEGI no es suficiente para determinar lo viable o inviable de la propuesta actual.
No deben pasar desapercibidas dificultades menores, pero no menos importantes, como pueden ser las de movilidad de funcionarios para reuniones de gabinete o de trabajos y tramites trasversales e intersecretariales, entre otras.
Reitero, no tengo una opinión definitiva sobre la propuesta; creo que es una gran idea, muy bien intencionada, con grandes incentivos, pero que la posible implementación pueda terminar generando más perjuicios que beneficios. Ya veremos en que termina esta historia.
Ahora, todo lo anterior ha sido solo un enorme preámbulo para llevarlos al punto que me interesa compartirles. Debo aceptar que me agrada la idea de la desconcentración del presidente electo, porque se asemeja a una que por años ha rondado mi cabeza para Michoacán: la desconcentración de la Universidad Michoacán de San Nicolás de Hidalgo.
Pero no la desconcentración como se ha venido haciendo, con campus y nodos por distintos puntos de la geografía michoacana, sino por facultades. Ejemplos: Asentar la facultad de Derecho en Patzcuaro; la de Medicina en Zitácuaro; la de Biología en Lázaro Cárdenas; la de Veterinaria en Apatzingán; y así…
Esta medida llevaría a esparcir a los estudiantes y su derrama económica a más puntos del estado, con los beneficios que esto significa; dándole, además, un respiro en varios sentidos a Morelia. Obviamente, también esta destrucción creativa traería otras consecuencias negativas a la capital michoacana, pero lo interesante sería ponerlas en una balanza, buscando el beneficio de toda la Entidad y no solo de su ciudad capital.
En fin, creo que de ambas medidas falta mucho análisis y estudio. Decisiones de este calado no pueden ser tomadas a la ligera y mucho menos por su fachada interesante y atractiva. Ojala el próximo gobierno concrete lo mejor posible su propuesta, y la mía llegue a oídos de las autoridades nicolaítas, las que espero no crean que estoy chalado.
Otrosí: Si Arteha Franklin hubiera sido mexicana, no sería la Reina del Soul, sino la Diosa. Diremos una pequeña plegaria por ti Aretha.