Cuarto y quinto paso/Gerardo A. Herrera Pérez
Me forme epistemológicamente en el pensamiento de la complejidad, por ello, hablar, reflexionar, abordar, analizar, incluso cuestionar un tema me contrae pensar transdisciplinariamente y hacer el abordaje desde una posición holística, es decir, ello me ayuda a una mejor comprensión de las problemáticas y crisis que se viven en sociedad, como el problema del hedonismo en las sociedades de hiperconsumo a las cuales se refiere Guille Lipovetzky, es decir, de la búsqueda del placer a través de la compra de marcas, pero también la sexualidad, y desde luego las adicciones a las sustancias tóxicas, el tabaco y el alcoholismo, que en ello mismo encierra la búsqueda del lujo, el éxito, el ser y estar en sociedad.
Esta sociedad en la que vivimos genera una gran presión sobre el acceso al lujo (principalmente de aquellas transformaciones en tecnologías) y el éxito, pero también a la búsqueda de cumplir con los mandatos de la masculinidad en el caso de los hombres, es decir, tener poder, autoridad, sabiduría, y jactancia, que en muchos casos no se logra por las crisis en que vivimos medioambientales, sociales, mentales, financieras, educativas, de salud, a las que se refieren Félix Guattari, Boaventura de Sousa Santos, Rita Segato, Lipovetzky, entre otros.
Autores como Bauman, nos hablan que vivimos una modernidad líquida, y en efecto, nada es estable, todo es efímero, rápido, necesitamos de palear nuestras crisis a través de procesos que estimulen nuestro cuerpo, y el mercado de este modelo Neoliberal, nos ofrece de todo, lo importante es el consumo, y producir para que las personas consuman y encuentren la felicidad en las compras, entre ellas, el alcohol, el cigarro y las sustancias tóxicas.
En el capitalismo, el consumo, estimula las emociones situación que podemos observar en el texto de Edgard Cabañas titulado “Happycracia. Como la ciencia y la industria controlan nuestras vidas”, pero también el texto de “La mercantilización de la vida íntima, así como los “Apuntes de la casa y del trabajo” de Arlie Russell Hochschild. Se trata de ensayos sociológicos muy críticos, pero también muy rigurosos metodológicamente, que pretenden describir, entre otras cosas, cómo funciona la mercantilización de las emociones en la fase actual del capitalismo. Posiciones que fortalecen con los textos de Zygmund Baumann de que vivimos en una sociedad líquida. Pero también con los trabajos de Richard Sennett, en su texto, “El declive del hombre público.
Es decir, que quienes viven en adicciones, por sustancias toxicas, alcohol, cigarro, o ya se encuentran sometidas por la discapacidad de una enfermedad mental como la neurosis, son producto de un modelo económico que ha privilegiado el hombre económico y lo ha despojado de su condición humana y social, es decir, ha dejado de lado al hombre social, y puesto en crisis sus valores, principios y virtudes sociales. Hoy hablamos de lo que yo quiero, no de lo que puedo avanzar en la construcción de una sociedad incluyente, de la comunalidad y sus valores.
Las acciones públicas, no están logrando deconstruir el modelo que se instrumenta sobre el consumo de dichos productos, por lo que con mayor frecuencia podemos observar más personas atadas a este modelo de consumo.
Existen organizaciones e instrumentos desde la sociedad civil que están trabajando para atender las problemáticas de las adicciones, los beneficios de dichas acciones permiten que quienes viven en ellas, asumir un juicio responsable, expresando en primera persona “Soy Luis X y soy alcohólico, drogadicto y neurótico”, y esta sola posición ayuda a impulsar un modelo de atención para su reinserción a una sociedad que seguirá utilizando mecanismos de opresión contra las personas adictas a través de invisibilizar, estigmatizar, prejuiciar, violentar, excluir, discriminar, en ocasiones a matar. Promover su estabilidad emocional, a estrechar los lazos de familia, es decir, la identidad y pertenencia, conseguir la confianza, impulsar valores, pero sobre todo la convivencia, una convivencia en fraternidad, una fraternidad que transita a la participación social.
Estuve en el acto inaugural del X Aniversario Michoacano del Cuarto y Quinto paso, que no solo cumple una década, sino también 25 años de haber dado inicio el mensaje en Michoacán, para México. Grandes hombres y mujeres se reunieron para recordar la importancia del trabajo en equipo, para fortalecer sus modelos de atención en la fe y la espiritualidad, pero también en la experiencia que forma sabiduría y compartirla con el otro, que también es directivo de un centro y que, sin estar en Michoacán abreva de un modelo que se aplica y en reciprocidad comparte su experiencia.
En el acto inaugural grandes personalidades expresaron su cariño y respeto al Padrino Toño, todos le reconocen su capacidad, constancia, talento y respeto a un trabajo de décadas. Acompañado de directivos de centros de atención a adicciones, resaltan los Padrinos Agustín, Félix, Silvia, Nacho, Rosi y muchos otros interesados y comprometidos. En dicho acto inaugural pude expresar mi reconocimiento al trabajo que se realiza a favor de la atención de las adicciones.
En sus actividades formativas e informativas se desarrollaron diversos talleres, todos de gran impacto, y con responsabilidad social, al finalizar el día y antes de iniciar las alabanzas, tuve la oportunidad de pronunciarme por un mensaje de respeto a la dignidad humana, explicar el concepto e invitar a continuar trabajando en el respeto de los derechos humanos y libertades, en el respeto de la igualdad y no discriminación, en un ejercicio de perspectiva de género e interculturalidad y bajo un esquema de trabajo en donde se privilegie el diálogo horizontal, en complementariedad, en ecología de saberes, en alteridad, intercomunicación, tolerancia y respeto. Para finalizar la disertación en un ejercicio de reflexión de la importancia de los principios y virtudes sociales; acto seguido escuchar música y cantar alabanzas.
Me llevo de esta experiencia el trabajo de organización que tienen los centros de atención, la capacidad de interlocución que muestran los directivos de los centros y sus anexados, de la convivencia que se realiza que transita como dice el Papa Francisco a la fraternidad, es decir a la hermandad, ahí todos son hermanos, ahí, no hay diferencia de clase, ahí, no hay racismo, ni actos de misoginia, ahí, se canta a la vida, se alegra el espíritu y las emociones desde un proyecto que permite avanzar en una reinserción más tersa, menos agresiva, menos excluyente; hay mucho por hacer sí, por corregir sí, pero siguen en el camino de la formación para la mejora continua.De esta manera, adquiero un aprendizaje, un mundo mejor puede ser posible; pero es necesario seguir insistiendo que, en los modelos de atención de personas recluidas aparte de los ejes de salud, trabajo, educación, deporte y actividades productivas, debemos seguir trabajando en acciones desde la filosofía, desde lo axiológico, lo deontológico, la ética, y porque no, los ejercicios estéticos.