Contrafilo/José García Segura
CONTRAFILO
Como es de su conocimiento
A unas horas del encuentro Donald Trump-Andrés Manuel López Obrador,
el Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes convocó a
enfrentar las crisis de salud, seguridad, económica financiera y,
laboral “con esperanza” y a “abrazar al pueblo en su dolor”.
Al inicio de la misa dominical en la Basílica de Guadalupe y sin la
presencia física de feligreses (por el Covid 19) urgió a “dar la mano”
a quien sufre por la pandemia, que en México suma 30 mil 639 muertes y
cerca de 257 mil contagios.
La semana anterior, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM)
emitió un mensaje en el que destacan cinco temas: cultura democrática,
pandemia, economía, educación y violencia.
“Ni la pandemia será breve ni la recuperación económica será fácil, ni
la educación se concluye con el ciclo escolar, ni la violencia se
acaba con solo buenas voluntades, ni la democracia ha llegado a la
madurez y estabilidad que deseamos”.
La jerarquía eclesiástica confía en que “la democracia crezca hasta
convertirse en una cultura accesible y omnipresente, en un valor
cotidiano y hasta familiar, en una perspectiva general y no sólo en
esquema político”.
En la misiva, los obispos establecen que su voz no es la de una
organización extranjera o la de un grupo elitista con intereses muy
particulares, “mucho menos la de alguien que busca confrontaciones
inútiles, ni la de quien anhela un poder temporal”.
Deje le digo que la semana anterior, Olga María del Carmen Sánchez
Cordero Dávila (Doña Olga) secretaria de Gobernación, entró en
conflicto con el Poder Judicial al cuestionar una resolución emitida
en el marco del sistema penal acusatorio.
Resulta que Doña Olga recomendó al Ministro Arturo Zaldívar,
presidente de la Suprema Corte y del Consejo de la Judicatura Federal
difundir los criterios jurisprudenciales que tienen que ver con
flagrancia, caso urgente, presunción de inocencia, libertad personal y
debido proceso en general”
Presumiblemente, la encargada de la política interior de nuestro país
estaría pensando en un castigo para el juez federal que liberó a José
Ángel Casarrubias (a) “mochomo” vinculado con la desaparición de los
43 normalistas de Ayotzinapa y para quienes ordenaron la liberación de
varias personas en Guanajuato, entre ellas la mamá del líder del
Cártel Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez, “el marro”.
En términos mucho muy respetuosos, el Ministro Zaldívar antepuso la
“independencia y autonomía” del más alto Tribunal del país quien
“realiza una gran labor de divulgación, capacitación y difusión de la
cultura jurídica (…) y colabora con numerosas instituciones del Estado
Mexicano”.
“Como es de su conocimiento, las tesis y jurisprudencias emitidas por
los órganos competentes del Poder Judicial de la Federación se
difunden a través del Semanario Judicial de la Federación”, los cuales
están publicados en la página de internet de la propia Corte.
“Dichos criterios son obligatorios para los jueces de toda la República”.
No se dice, pero me da la impresión de que a la secretaria de
Gobernación le pasaron de noche los expedientes del “mochomo” y de la
mamá de “el marro”.
Tampoco está claro el porqué del escrito de la señora Secretaria.
Algunos sucesos citados me recuerdan la tesis del Magistrado Jean
Claude Tron: cosas acontecen “cuando el hígado desplaza la razón”.