Contrafilo/José García Segura
Evento corcholatero
La expropiación petrolera, decretada por el presidente Lázaro Cárdenas
del Río en 1938 fue un acto soberano, revolucionario y nacionalista
contra quienes se negaban a respetar las leyes mexicanas.
El Fest anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para
este 18 de marzo es un evento partidista, guindado, favorable, sin
duda, a la corcholata mayor y regente de la Ciudad de México, Claudia
Sheinbaum.
Tata Lázaro puso en su lugar a las compañías inglesas y norteamericanas.
El predicador del sur busca notoriedad, sentirse alabado, elegido, adorado.
El presidente michoacano comunicó a sus iguales lo de la expropiación
de bienes materiales porque el subsuelo es y será siempre patrimonio
de los mexicanos.
El lagarto de Macuspana seguramente dirá a su “pueblo bueno y sabio”
lo que el oído casto quisiera escuchar.
Para pagar la deuda generada, mi General recibió apoyo económico sin
distingo de clase social por conducto del Comité Femenino Nacional pro
Pago de la Indemnización Petrolera a cargo, entonces, de doña Amalia
Solórzano, madre del ingeniero Cuauhtémoc y abuela de Antropólogo
Cárdenas Batel, ex gobernador de Michoacán y cercano al presidente
López Obrador.
En su mensaje el Tata decía:
“Se trata de un caso evidente y claro que obliga al gobierno a aplicar
la Ley de Expropiación en vigor, no sólo para someter las empresas
petroleras a la obediencia y a la sumisión, sino porque habiendo
quedando rotos los contratos de trabajo entre las compañías y sus
trabajadores, por haberlo así resuelto las autoridades del trabajo, de
no ocupar el gobierno las instalaciones de las compañías, vendría la
paralización inmediata de la industria petrolera, ocasionando esto
males incalculables al resto de la industria y a la economía general
del país.”
En los días previos a la expropiación, la Junta Federal de
Conciliación y Arbitraje y la Suprema Corte de Justicia ordenaron a
los extranjeros pagar el aumento salarial.
Nunca hicieron caso.
Francisco J. Múgica, michoacano y constituyente redactó el decreto
expropiatorio de maquinaria, refinerías, centros de distribución,
barcos y oleoductos propiedad de las compañías El Águila, las
navieras San Cristóbal y San Ricardo; la Huasteca Petroleum; Sinclair
Pierce Oil Company; Mexican Sinclair Petroleum Corporation; Stanford y
Compañía; Penn Mex Fuel Company; Richmond Petroleum Company;
California Standard Oil Company of México; Compañía de Gas y
Combustible Imperio; Consolidated Oil Company of México; Compañía
Mexicana de Vapores San Antonio y Sabalo Transportation Company entre
otras.
El evento de López Obrador programado para el sábado 18 de marzo es
más bien propagandístico, corcholatero.
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