Contra Venezuela, candiles de la calle…
MORELIA, Mich., 5 de noviembre de 2017.- Cómo entender a naciones hermanas que han seguido el juego al gobierno estadunidense en contra de Venezuela. Integrantes del Grupo Lima en el que participan 11 países condenaron enérgicamente la decisión del Tribunal Supremo de Justicia del país antes citado, de retirar impunidad parlamentaria del primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, a quien además se le ha prohibido salir del país.
Venezuela tiene problemas serios por el bloqueo económico del que es víctima no solo de Estados Unidos sino de otros países del orbe. México también los tiene, quizá por eso está sometido a los caprichos de un presidente norteamericano que en la falsa premisa de la libertad ha cometido crímenes atroces en naciones que el mayor delito que han cometido es tener recursos naturales envidiables.
Como nación hermana México está obligado a ser solidario con Venezuela o al menos mantenerse al margen. Qué podemos decir los mexicanos de nuestros gobiernos que han acumulado una adeuda de más de 9 billones de pesos y a cambio han cedido nuestra soberanía y nuestros recursos naturales.
Los gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y México declararon que no reconocen ninguno de los actos de la asamblea nacional constituyente. ¿Cuál de estos países está libre de culpa?
La ultraderecha latinoamericana ha recuperado terreno y se ha convertido en una especie de esquirol del gobierno norteamericano. Tampoco se trata de avalar la violencia que se ha dado en Venezuela, en buena medida motivada del exterior, como se ha llevado a cabo en otros países del mundo.
En México la democracia está severamente cuestionada, ha prevalecido un partido hegemónico con una pequeña alternancia muy similar, y al parecer negociada. Pero aquí las grandes empresas nacionales y extranjeras (la mayoría) viven en un paraíso fiscal, pagan sueldos bajos y pueden disponer de los recursos naturales necesarios, sin importar los daños ambientales. Pero nuestro gobierno ve la paja en el ojo ajeno cuando aquí hay enorme vigas. O si se prefiere somos candiles de la calle y oscuridad de nuestra casa.