Contexto
En México continúan las masacres y hay un debate interno sobre actos terroristas. Trump y las deportaciones masivas.
El argelino francés, Albert Camus, a quien en 1957 se le concedió el Premio Nobel de Literatura, escribió un formidable texto que tituló “al derecho y al revés” en el que sostenía que “un pueblo jamás se debe de permitir elegir a sus gobernantes que justifiquen su ineficacia y su incapacidad bajo el argumento de que las cosas están mal porque así las dejaron a los que sucedieron”. ¿Entonces, preguntó, para qué aceptaron asumir esa responsabilidad? ...
Y es que desde que llegó el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, las masacres no paran. Si bien es cierto, que no tiene la culpa ella y los miembros de su gabinete, ya es el momento de comenzar a fincar responsabilidades a la anterior administración que dejó crecer como hongos venenosos a las organizaciones criminales bajo el falaz argumento de que no se iba a golpear al avispero como ocurrió en dos sexenios anteriores. La política de “abrazos no balazos” lo único que generó fue más de cien mil asesinatos producidos con armas de fuego. Eso, sin contar por supuesto, con un número aún sin precisar de desaparecidos.
Bajo esa tesitura, llevamos varias semanas con diversas masacres. Las más recientes, la mexiquense, la de Querétaro y la de Guerrero y, para no variar, la reacción de los gobernantes estatales es la misma que la del anterior sexenio, da vergüenza. Por ejemplo, el alcalde de Querétaro dijo que el ataque dentro de un bar fue en contra de delincuentes, mientras que la alcaldesa de Acapulco señaló que a la gobernadora Evelyn Salgado le habían dejado un estado en llamas. Es decir, es culpa del pasado. En el estado de México, silencio absoluto.
Estos son ejemplos de los gobernantes morenistas y de otros partidos lavándose las manos cuando las cosas se ponen mal en asuntos seguridad y violencia que afectan a sus comunidades. La verdad es que las estúpidas justificaciones salen sobrando y nada se va a solucionar si no se cuenta con una amplia y plena coordinación con las autoridades federales, pero, sobre todo, que las autoridades locales dejen de tolerar y estar bajo el control de los grupos delictivos regionales. No hay más.
Omar García Harfuch lo sabe. La verdad es que, desde el centro, no hay manera. Ni la Secretaría de la Defensa Nacional ni la Secretaría de Marina pueden frenar al crimen organizado, ya que ello depende cada vez más de controles territoriales. El problema es que la solución no está en sus manos. No lo está porque la solución es fundamentalmente política. El tema para Sheinbaum Pardo es comenzar a responsabilizar a gobernadores de su partido y de otros, de la seguridad de los estados que mal gobiernan como son los casos de Sinaloa, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Baja California y Chiapas.
Desde hace unos días y como consecuencia de las recientes masacres, académicos, legisladores, dirigentes de partidos políticos y analistas abrieron el debate, donde inclusive ya participo la presidenta de México, sobre si se trata de actos de “narcoterrorismo” o de “terrorismo”. El tema, que pone muy nerviosos a quienes gobiernan, es si ese hecho abre las puertas para que fuerzas estadounidenses puedan intervenir
El consultor en seguridad pública, David Saucedo, durante una entrevista con Carmen Aristegui, se refirió a la matanza en el bar “Los Cantaritos de la ciudad de Querétaro, y dijo lo siguiente:
“Lo cierto es que perdieron la vida personas que no tienen ningún tipo de vínculo o actividad criminal; se trata en todo caso de un acto de narcoterrorismo, esta frase que tanto asusta al gobierno federal y que se resiste a utilizar para denominar estos ataques, en donde pierden la vida personas que no tienen ningún tipo de vínculo delictivo”, dijo.
Consideró que se trata de una especie de justificación por parte de las autoridades y que en cierto sentido criminaliza a las víctimas. “Aunque fueran, en efecto, narcotraficantes de alto perfil, esto no implica o no justifica que se dé un ataque en un lugar público y en donde mueran personas inocentes que no tienen ningún tipo de actividad criminal”, enfatizó.
En otro tema que no se puede descuidar, el la seguridad y la vigilancia en las fronteras Norte y Sur, antes que asuma el gobierno de Donald Trump. La editora de la revista The Economist, Zanny Minton Beddoes, en una entrevista para CNN, dijo que “México está en verdaderos problemas en este momento”. Y explicó las razones: “Tanto por la determinación de Trump para hacer una deportación masiva de migrantes que realmente va a pegar a México, y en segundo lugar porque México va a recibir un duro golpe por cualquier tipo de proteccionismo que se imponga” en la administración del magnate, que inicia el 20 de enero de 2025.
Trump prometió en su campaña hacer una deportación masiva de migrantes indocumentados, a quienes acusa de ser “criminales” y lo peor que le ha pasado a Estados Unidos. Si bien no ha dado detalles, medios como CNN afirman que el plan está en marcha y que, en principio, se concentraría en aquellos migrantes con antecedentes criminales, aunque no se descarta que incluya a otros grupos, incluso a los hijos de migrantes que fueron llevados a Estados Unidos de niños, y conocidos como “dreamers”, o “soñadores”.
Zanny Minton Beddoes, enfatizó que “México está en problemas” por los aranceles que quiere imponer el republicano Donald Trump a México, así como la revisión del tratado comercial, así como el tema del fentanilo y las bandas criminales transnacionales que operan en México.
Por ello, al gobierno de Sheinbaum Pardo no veo de dónde saca tanto optimismo por haber tenido una simple llamada telefónica de cortesía.
Veremos.