Contexto
LA PANDEMIA Y LA ECONOMÍA XCXX…AMLO avala la sucesión adelantada, distractores para no afrontar los graves problemas del país y afectaciones a la economía con la legalización de autos chocolates.
El pasado fin de semana, con la exclusión abierta de Ricardo Monreal Ávila, Morena convocó en Toluca al evento “Unidad y Movilización para que siga la transformación, donde tres de los aspirantes a la candidatura presidencial, Adán Augusto López, secretario de Gobernación; la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; y el canciller, Marcelo Ebrard, se dieron cita para participar en el arranque del proceso de organización para 2023 y 2024.
Estas tres “corcholatas”, es decir, aquellas figuras dentro del partido reconocidas por el propio Andrés Manuel López Obrador como posibles candidatos a sucederlo, van a participar en un sistema de “encuestas” que el propio partido llevará a cabo, según informó el dirigente del partido, Mario Delgado. Y ayer por la mañana, en una de sus acostumbradas mentiras mañaneras, el propio López Obrador dijo en que hay que seguir insistiendo en que parte del cambio es que haya democracia, pues ésta es competencia, lo que obliga a los partidos y a los candidatos a cumplir con su responsabilidad.
Y fue más allá. Expuso que “no debe haber tapados, ni mucho menos dedazo” en la sucesión presidencial. Ajá. Y les advirtió, aunque nosotros no le creemos:
“Y el dedazo, a ver a quién va a dejar el presidente, porque también en el porfiriato se definió esa regla no escrita: el presidente pone al siguiente, pone a los gobernadores, pone a los diputados, pone a los senadores; y los gobernadores hacen lo mismo, ellos dejan diputados locales, presidentes municipales. Entonces, todo eso debe desaparecer y yo con mucha claridad he dicho: No voy a manifestarme por ninguno. Los que pertenecen a nuestro movimiento, al partido del que soy fundador, aunque ahora tengo licencia, todos son mis amigos, compañeros, los quiero mucho y los considero capaces. Entonces, va a haber de mi parte una actitud de respeto por todos ellos.
Pero en esta carrera por la sucesión adelantada, tiene varias lecturas, una de ellas, es que el propio López Obrador no ha podido resolver los graves problemas nacionales tanto económicos, sociales, de bienestar y salud, pero, sobre todo, los que tienen que ver con la seguridad pública y el respeto a la vida, los derechos humanos y los bienes patrimoniales de millones de mexicanos. Todo parece un distractor el tema de la sucesión para no encarar los graves problemas que están afectando al país, como es la escasez de agua en diversas regiones. Tampoco ha podido poner freno a las caravanas migratorias ni tampoco a los millones de centroamericanos, caribeños y ahora sudamericanos que huyen de países como Venezuela y también africanos.
Aunado a ello, ahora están afectando a la industria automotriz y de autopartes de manera muy irresponsable con la legalización de vehículos viejos e ilegales provenientes de Estados Unidos. Ayer mismo, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, dio un informe actualizado sobre la regularización de los autos extranjeros que no tienen una legalidad en el país.
Del 19 de marzo al 11 de junio. A la fecha se han regularizado 116 mil 36 vehículos que ya tienen sus documentos en regla. También se han agendado 304 mil 460 citas y también ya hay en operación 77 módulos, que se pueden ver aquí en el mapa, y 173 carriles ya también operando. El monto recaudado hasta ahora es de 290 millones. Estos recursos van a ir a dar la pavimentación en las calles de los municipios.
Justo frente a este escenario, se deja al descubierto que el verdadero problema que acarrean estos conflictos que tanto gustan y son provocados por el mismo López Obrador son la falta de atención a la seguridad del país y de los ciudadanos, y la profundización de la destrucción de las instituciones, donde el gran ganador es la delincuencia organizada. Pero, sobre todo, demuestra la incapacidad para reaccionar y resolver los problemas que inevitablemente se acrecentarán y que constituyen un verdadero riesgo nacional.
Tal y como ocurrió hace un par de décadas en Colombia, donde poco a poco el crimen organizado fue adentrándose en las instituciones de procuración, seguridad pública, y administración de justicia hasta convertirse en un “narco estado”, provocó que el gobierno de Estados Unidos interviniera para crear un plan especial y recuperar institucionalmente el Estado. Hago referencia a esto porque en nuestro país hoy en día existen documentos, archivos, denuncias y pruebas de varios asuntos que vienen ocurriendo en diversas entidades de nuestro país, donde algunos alcaldes en funciones y ex presidentes municipales iniciaron desde hace tiempo la conformación de nuevos grupos y organizaciones que buscan a través de diversas acciones criminales como el secuestro, la extorsión, el despojo, la fabricación de delitos y la falsificación de documentos, apoderarse de amplios territorios en detrimento de sus legítimos propietarios.
López Obrador con su estrategia de abrazos no balazos, la defensa de los derechos humanos de los delincuentes y la cobertura de Morena hacia sus integrantes y el tan trillado cambio de la cuarta transformación, pareciera que para este gobierno todo se reduce a lo electoral, mientras que el crimen organizado, actúa y asesina demostrando que este país es de ellos, mientras que las fuerzas armadas quedan rebasadas y no los poner en orden por órdenes de ya saben quién. Qué tragedia.
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