Consenso y acuerdo
En la mayoría de los casos hay que abrir el abanico al diálogo que, a la postre, lleve a construir acuerdos para edificar la unidad. En la manera que la coordinadora nacional de la defensa del voto tienda puentes al interior de Morena, contará con el apoyo de todas las estructuras, cuadros, expresiones y liderazgos, que hay que decir, son cruciales para ganar el ejercicio presidencial que viviremos el próximo año.
La primera determinación, claro está, fue la incorporación de Adán Augusto al trabajo operativo y territorial de Claudia Sheinbaum. Con esa decisión, la coordinadora está apuntalando la labor de campaña. De hecho, resultó muy evidente la estructura del tabasqueño. De ahí la reunión con los cuadros que acompañaron al ex-titular de Bucareli. Nos dimos cuenta de eso por la fotografía que circuló en las redes sociales. Incluso, se notaba un ambiente de mucha camaradería. Es normal, muy a menudo se retrata esta postal en aras de haber nombrado al candidato presidencial.
En lo que respecta a la lectura de la incorporación de Adán, fue una buena determinación de Claudia. De esa manera, Augusto López sumará la capacidad que demostró en su paso como Secretario de Gobierno. Está claro que, ese despegue, le aportará mucho dinamismo a Sheinbaum. En todo caso, la coordinadora tendrá que llevar a cabo esa misma dinámica con los demás cuadros que compitieron en el proceso interno. Hay, por ejemplo, elementos importantísimos con mucha experiencia en este tipo de procesos electorales.
Para dar un ejemplo, la experiencia de Ricardo Monreal y Gerardo Noroña, le vendrían muy bien como punta de lanza del proceso electoral. De allí que, lo mismo que pasó con Adán, Claudia lo tiene que mostrar con los demás. Es decir, reunirse con las estructuras territoriales de Monreal y Noroña, tiene que ser un encuentro inminente. Si es así, eso nos permite inferir un clima de mucha confianza para la coordinadora. Hasta este momento, todos están convencidos de cerrar filas; quizá la única incógnita es Marcelo Ebrard, que, no hay duda de ello, tienen que seguir insistiendo para sentarse a dialogar con él.
Es un error político y estratégico menospreciarlo, especialmente cuando se trata de un proceso presidencial. De hecho, debe prevalecer el diálogo para construir acuerdos y, de paso, poder tomar decisiones, dado a lo que se ha ido especulando en las determinaciones. No es, en política, una buena decisión tomar el control total de forma unilateral. Me refiero a los puestos que estarán en disputa como gubernaturas, espacios legislativos y, con ello, congresos locales y ayuntamientos. Eso significa tener apertura en las propuestas que surgen en la opinión pública y, por consiguiente, mucha flexibilidad.
Es muy probable que la coordinadora, ya con el bastón de mando, tomé muchas decisiones. De eso no hay duda. Y, desde una perspectiva flexible, tendrá que equilibrar la balanza en las designaciones de quienes aspiran a competir por puestos de elección popular. Esto, claro está, se tiene que llevar a cabo de manera inmediata para ir construyendo acuerdos que permitan sellar la unidad. O sea, que no exista exclusión. Está, por ejemplo, la coordinación de ambas cámaras legislativas y, en ese orden de importancia, la propia Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
En un principio, en una cena privada, el mismo presidente abrió el compás para asegurar una posición de primer nivel para todos en caso de no ganar la encuesta. Y, ya como coordinadora de los comités, una de sus primeras decisiones será, no hay duda de ello, garantizar una posición de ese nivel para Monreal, Noroña y Adán, que está muy claro su futuro. Además de ello, son los referentes de mayor peso y, para el siguiente proceso, piezas claves para que Claudia se apoye en ellos.
En tal caso, tienen que ser designados, mediante el consenso y la negociación, en un espacio clave, especialmente porque, en 70 días, cumplieron su papal y, de paso, llamaron a la unidad en todo momento. Asimismo, son protagonistas de la lucha democrática del país. Se habla de que Gerardo Noroña, puede encabezar la coordinación en San Lázaro y, con esa lógica, Ricardo Monreal sea candidato de Morena en la Ciudad de México. Y siguiendo ese orden, Adán Augusto, después de coordinar la campaña, dicen que su destino está en la dirigencia nacional de Morena.
A propósito, Ricardo Monreal, con su experiencia acumulada, ha coordinado dos campañas presidenciales. Eso equivale a que, su presencia en un puesto clave como la Ciudad de México, significa equilibrar la balanza de parte de Sheinbaum. Lo necesitará al zacatecano, sobre todo para construir. Eso es un hecho inminente.