Congreso y Constitución de la Ciudad de México/Gerardo A. Herrera Pérez
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Congreso y Constitución de la Ciudad de México
En un hecho inédito en la Ciudad de México, por primera vez se alinean el Primer Congreso de la Ciudad de México y la instrumentación de la Primera Constitución de la Ciudad de México, que entra en vigor este 17 de septiembre de 2018. Preciso en decir que es la Constitución más joven de América Latina.
Este hecho en sí mismo causa una gran algarabía, ahora la CDMX contará con una Cámara de Diputados que tendrá que elaborar todas las leyes secundarias, más de 150 leyes, para poner en operación todos los derechos y libertades ya consignadas en la Constitución de la CDMX, la que seguramente enfrentara pendientes y desafios.
Entre las leyes que serán urgentes diseñar y aprobar para su correspondiente publicación estan la de Planeación, la relacionada con los Derechos Humanos, Seguridad Ciudadana, las leyes que regulen la relación laboral entre empleados e instituciones de la CDMX, además del Consejo Judicial Ciudadano, entre otras.
El asunto no es menor, porque la primera pregunta que lanzaría, es cómo podemos asegurarnos que se cumplirán todos y cada uno de los derechos humanos y las libertades que ahí se asientan y que van desde la cuestión del consumo de la marihuana con fines medicinales, la interrupción del embarazo, el matrimonio igualitario, entre otros derechos como el de la no violencia contra los animales sintientes y desde luego el acceder a una muerte digna, la prohibición del trabajo infantil y forzado, garantiza el seguro de desempleo, la revocación de mandato, presupuestos participativos, además de eliminar el fuero y privilegios de los servidores públicos.
Sin duda alguna, estos derechos que ya se tienen autorizados y positivizados entre otros muchos más, no creo que sean el problema, no, no lo serán; lo que creo que será el gran problema es cómo funcionará la CDMX y quien realmente decidirá sobre la viabilidad?, este será realmente el gran problema a resolver. Entre ellos estarán los fraccionadores y empresas constructoras de bienes inmobiliarios.
Recordemos que las inmobiliarias y las grandes constructoras por la vía de la corrupción han desacatado la instrucción de la autoridad, lo sabemos porque, edificios con autorización de cinco niveles, se les ha construido muchos más, poniendo en riesgo a quienes adquieren dichos inmuebles. Baste ver los temblores de septiembre de 2017 de la CDMX; corrupción, impunidad y mecanismos para evadir y burlarse de las autorizaciones de las autoridades.
El otro gran problema que atravesarán el Congreso de la CDMX al elaborar las normas secundarias para darle viabilidad a la CDMX en materia de movilidad, será regular en la ley correspondiente, la refuncionalización y el sentido social al Sistema de Transporte Colectivo Metro de la CDMX; el Metro como medio de comunicación es fundamental para la movilidad, no obstante la falta de inversión y la corrupción que ha prevalecido en este servicio popular hace que en horas pico los trenes se detengan generando retrasos en sus corridas y cientos de miles de horas hombre sin ninguna productividad.
Existen otros puntos en los cuales es fundamental aterrizar para hacer viable los pronunciamientos constitucionales; que las personas tengan los derechos humanos y libertades eso lo aplaudo, pero es necesario que las personas conozcan dichos derechos y libertades y los mecanismos para la defensa en su violación por parte de las autoridades.
Se requiere de un modelo educativo que forma en materia de derechos humanos y libertades a los niños, niñas y adolescentes de la educación básica y reeduque a la población mayor de edad.
También será importante, aterrizar el concepto de diversidad cultural, social y sexual; será importante conocer como atenderán las luchas sociales, políticas, económicas y culturales que plantean la desigualdad y exclusión para ir en la búsqueda de la emancipación, de otra manera como contemplar este modelo garantista.
Qué estrategias se seguirán para la construcción de una nueva subjetividad individual y colectiva buscando su emancipación, pero cuidando que dicha emancipación no genere nuevamente la regulación de los individuos y la comunidad produciendo por ende nuevas desigualdades y exclusiones o nuevos silenciamientos.