Claroscuros/Jose Luis Ortega Vidal

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El pasado 18 de noviembre un grupo de periodistas, editores, prensistas y personas dedicadas al trabajo administrativo se manifestaron en el inmueble del periódico El Mundo de Poza Rica, al norte del estado de Veracruz.

Durante décadas dicho medio de comunicación constituyó la segunda publicación más leída en la ciudad que a mediados del sigo XX fue capital petrolera de México.

El primer lugar, antes que El Mundo de Poza Rica, siempre lo ocupó el diario La Opinión -fundado por Raúl Gibb Quintero- y en la época reciente aparecieron competidores como Noreste y sobre todo periódicos digitales.

El Mundo de Poza Rica, no obstante, se mantuvo con vida y circuló con presencia notable al grado de haber sido adquirido por Gil Lira Granillo y Lizeth Gómez Rivera durante el sexenio de Fidel Herrera Beltrán.

Nativos de Papantla dichos personajes vinculados al ramo constructor recibieron importantes paquetes de obra pública de parte del gobierno estatal tanto en el sexenio fidelista como en el de su relevo: Javier Duarte de Ochoa.

Si las obras eran bien hechas o constituían un fraude no importó.

Los nuevos dueños de El Mundo de Poza Rica recibieron autorizaciones de obras y dinero a manos llenas, informan fuentes de la zona totonaca veracruzana.

¿Y el periódico?

Obvia decir que éste se convirtió en una máscara político/mediática para el beneficio de sus nuevos dueños y de dos gobernadores.

Tal estrategia ha permeado la historia del periodismo veracruzano a lo largo del siglo XX y lo que va del siglo XXI con honrosas excepciones.

Pero además en los años recientes tanto en el norte como en el centro y sur de la entidad el descaro de la clase política ha llegado a tal grado que el periodismo se prostituyó en sus manos.

Desplazados los verdaderos reporteros o convertidos simplemente en empleados por necesidad o por formar parte -como la sociedad entera- de un andamiaje más en un sistema económico/polìtico que todo lo pudre, los políticos han optado por comprar o fundar medios de comunicacion que terminan convertidos en armas para la obtención y defensa de sus intereses.

La pareja que adquirió El Mundo de Poza Rica corresponde al perfil antes descrito.

Gil Lira Granillo fue candidato del PRI a la presidencia municipal de Papantla y su esposa, en el proceso electoral siguiente, tomó parte como candidata suplente al mismo cargo.

La empresa con la que obtuvieron jugosas ganancias bajo el amparo político de la dupla Herrera/Duarte se llama Lirago.

Hay una estrategia que utilizan los políticos/empresarios periodísticos: amén de obras públicas son beneficiados con millonarios “convenios” de publicidad oficial además de que, en muchos casos, evaden impuestos federales, no cubren las cuotas del IMSS de sus trabajadores, no respetan sus más elementales derechos laborales, actúan con una lógica impune y contraria a la libertad de expresión y se asocian corruptamente con otros políticos de su calaña.

Es decir, roban dinero y lo comparten con “padrinos” a quienes ofrecen las páginas de sus periódicos para que aparezcan ante la opinión pública como los servidores públicos honestos que no son.

El colmo es cuando los ingresos millonarios dejan de fluir y a pesar de contar con sus arcas llenas de dinero simplemente descargan en la clase trabajadora sus estertores de dinosaurios en agonía.

Sus empresas recortan personal sin pagar liquidaciones basadas en la ley o desaparecen dejando en la calle a quienes prestaron sus servicios.

No importan los años de trabajo, la antigüedad laboral, el esfuerzo, el sacrificio, el abandono en que queda esa clase trabajadora.

Los políticos/empresarios periodísticos simplemente se marchan con el dinero mal habido a otra parte y ya.

Hay casos de cinismo al más alto nivel -el del periódico El Mundo de Poza Rica es uno- donde antes del cierre de la empresa las quincenas no se pagaron completas o dejaron de cubrirse en su totalidad.

Dicho medio de comunicación cerró sus puertas en octubre del 2017 bajo el argumento de que el gobierno de Migue Angel Yunes no compra publicidad y dejó en el desamparo entre tres y cuatro decenas de seres humanos con rostro, familias, derechos y necesidades vitales como la comida, el techo, la salud, la educación, la seguridad, el patrimonio…

Hasta el 18 de noviembre -no obstante la petición de los afectados- la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) no había intervenido ni siquiera para ofrecer una asesoría legal.

De la pareja formada por Gil Lira Granillo y Lizeth Gómez Rivera trascendió que mudaron su residencia a Pachuca, Hidalgo, bajo el argumento -vox pópuli- de tener una “buena relación” con Omar Fayad, gobernador en el estado de Hidalgo y con Miguel Angel Osorio Chong, Secretario de Gobernación en el gobierno de Enrique Peña Nieto y ex gobernador hidalguense.

Para los priístas papantecos que compraron y cerraron El Mundo de Poza Rica no todo fue su vínculo con este histórico medio impreso....

También se beneficiaron con cuatro concesiones de radiodifusión en Veracruz cuando la encargada de la Coordinación de Comunicación Social en el gobierno estatal era Georgina Domínguez Colío, hoy presa acusada de corrupción.

Los trabajadores afectados impulsarán una demanda laboral en búsqueda de justicia.

Podrían incluso organizar una protesta en Xalapa, ha trascendido.

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Esta es parte de su historia, como muchas otras en Veracruz y en México.

Lamentablemente…