Claroscuros/José Luis Ortega Vidal
Fallas en la estructura socioeconómica: muertes y contextos
(1)
Entre los años 2010 y 2015 Coatzacoalcos, Veracruz, vivió una especie de boom económico que -guardada toda proporción- hizo recordar por un lustro los años de bonanza que trajo consigo el impulso petroquímico de las décadas de los 70s y 80s.
Estamos ante un tema estructural; es decir de calado profundo en la conformación de una sociedad determinada; en este caso esencial para visualizar y comprender la realidad del sur veracruzano donde se ubican más de 40 municipios
Un análisis desde la perspectiva del paradigma Estructural-Funcionalista de las ciencias sociales: una influencia –en este caso positiva- del andamiaje macroeconómico.
Lo ocurrido en Coatzacoalcos y su vecino, el municipio de Nanchital de Lázaro Cárdenas, fue muy simple: en el período aludido se invirtieron más de 5 mil 200 millones de dólares para construir el complejo petroquímico privado de las empresas Braskem, de capital brasileño e Idesa, de capital mexicano.
Esa inversión generó un tope de hasta 25 mil empleos directos dispersos a lo largo de los cinco años de referencia.
A la fecha, aun con la firma del decreto que dio vida jurídica a la llamada Zona Económica Especial (ZEE) de Coatzacoalcos, no han vuelto inversiones del peso que se requieren para el desarrollo de la región.
La cifra de los 25 mil empleos entre obreros, técnicos, especialistas, abrió cadenas de producción que devinieron trabajo indirecto entre proveedores, prestadores de servicio, turismo laboral, etcétera.
Es necesario realizar un estudio a fondo sobre las estadísticas de la violencia reportada entre los años 2010 y 2015 para compararlas con los datos –en números- de la delincuencia que se vive en Coatzacoalcos tras la construcción de la planta Braskem-Idesa a la fecha.
Hablamos de otra estructura: en este caso la relativa a la seguridad de una sociedad específica, la del antiguo Puerto México.
Hablamos también de metodología elemental, básica, estrictamente necesaria para explicar el fenómeno de descomposición social, de percepción sobre la inseguridad que reportan los vecinos del municipio referido y de las noticias cotidianas que detallan hechos sangrientos por doquier…algunos particularmente atroces.
¿Hay una relación directa entre la disminución de inversiones y la pérdida consecuente de empleos en Coatzacoalcos con el incremento de sus índices de violencia e inestabilidad social durante los años y meses recientes?
Una hipótesis surge a simple vista: sí hay una co-relación entre la falla de una estructura económica y la afectación en la estructura de seguridad.
Dicho supuesto, empero, debe ser comprobado si deseamos pasar de un simple análisis periodístico basado en datos noticiosos y experiencias editoriales, así como vivencias en el sur veracruzano, a un trabajo profundo: de investigación sociológica, socioeconómica, estadística, sociopolítica, histórica.
Lo hemos referido en textos previos de Claroscuros: desde la ciencia política podemos apreciar elementos estructurales como los referidos pero también coyunturales.
En Coatzacoalcos vivió alguna vez Osiel Cárdenas, capo preso en Estados Unidos tras haber dirigido el cártel del golfo desde donde creó el grupo de los zetas: sus lugartenientes que a la postre crearon un cártel propio.
¿Por qué la coyuntura que revela la presencia de Osiel Cárdenas en Coatzacoalcos es un referente?
La respuesta está en la ubicación estratégica del puerto coatzacoalquense dentro de las rutas del tráfico de drogas por México y hacia Estados Unidos.
¿Una coyuntura como ésta se vincula a estructuras como las señaladas líneas atrás?
Sí, es obvio.
Ahí donde hay dinero, elementos de comunicación de alto nivel como un puerto, nodos de carreteras federales, un aeropuerto, mercado potencial para que además del tráfico de drogas éstas se puedan vender y generar ganancias importantes, el crimen organizado encuentra alimento.
Su complemento es otra coyuntura: la debilidad institucional producto de la corrupción política, de la falta de cuerpos de seguridad bien pagados y capacitados, ciudadanos potencialmente dispuestos a pasar de las condiciones del orden al desorden o la violación de la ley.
Añadamos un punto clave: el descuido de la sociedad civil en torno a sí misma.
Esto último, sin duda, se ha conjugado en Coatzacoalcos durante décadas pero de modo particular durante los años y meses recientes.
Un último elemento: el contexto.
La violencia que representa el linchamiento de seis presuntos delincuentes en Soledad Atzompa, Veracruz -entre el 21 y 22 de febrero pasados- surge de un contexto sociocultural específico…
La lucha entre grupos caciquiles históricos y locales en San Juan Evangelista versus miembros del crimen organizado que ejecutaron a su director de la policía municipal y rociaron de balas el palacio local -el mismo 21 de febrero reciente- representa un contexto distinto.
Coatzacoalcos vive y padece su propio contexto…
Xalapa, el suyo…
Poza Rica, Martínez de la Torre, Pánuco, Córdoba, la ciudad y puerto de Veracruz y cada lugar o región de Veracruz que padecen circunstancias de violencia a un grado sin precedente, deben ser analizadas de forma particular…
He aquí al contexto como una variable de análisis de la realidad, del rompimiento del tejido social que estamos viviendo…y de la descomposición histórica que padecemos.
Hay un hilo conductor: la violencia…
Hay elementos socioeconómicos y sociohistóricos profundos: las afectaciones estructurales que padece Veracruz…
Añadamos variables de análisis específicos: los contextos de cada caso…