Chiapas, la elección más cantada
Después de haber concluido el proceso interno presidencial de Morena, se dieron a conocer las bases para el ejercicio a fin de elegir a los nueve perfiles que integrarán ocho candidaturas, y la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Con eso, las reacciones no se hicieron esperar. Incluso, los principales protagonistas lanzaron mensajes desde sus redes sociales, mientras otros salieron ante la opinión pública a dar su posicionamiento de cara a lo que viviremos.
Y con las condiciones dadas para Morena, el lopezobradorismo parte como gran favorito en Puebla, Morelos, Tabasco, CDMX, Veracruz y Chiapas. Tomando en cuenta que ,las entidades como Jalisco, Yucatán y Guanajuato se han emparejado para la izquierda y la oposición, el pronóstico puede ser reservado. En pocas palabras, se acabó la hegemonía del PAN y PRI. El más claro ejemplo de ello fue el Estado de México, que pasó a manos del partido guinda después de décadas de dominio electoral.
Por esa razón, lo que se consiguió en el Estado de México, puede darse en las tres entidades que mencionamos en los fragmentos pasados. Si es así, será algo similar a lo que vivimos en 2018. Sin embargo, desde una perspectiva más centrada en la realidad, Morena conquistará, sin contratiempos, las cinco entidades que citamos primero. La cuestión, claro está, es saber quienes serán los protagonistas principales que abanderarán al movimiento.
Las encuestas, por ejemplo, han mostrado escenarios muy cerrados en Puebla, Morelos, CDMX y Tabasco, para la elección interna de Morena. Sin embargo, hay dos perfiles que, desde hace muchos meses, vienen empujando fuerte en los estudios de opinión pública. Hablo de Chiapas y Veracruz. Esto nos lleva, ante una realidad inminente, a poner nombre y apellido en los hechos tan evidentes que existen. Para decirlo de una forma más clara, es prácticamente un hecho que Rocío Nahle, Secretaría de Energía, será la candidata en Veracruz, pues la diferencia en el proceso interno es abismal con el segundo lugar.
Lo mismo pasa en Chiapas, donde Eduardo Ramírez, coordinador de los senadores de Morena, lidera todas las encuestas de opinión que se han divulgado en los últimos meses. Es, sencillamente, como una elección cantada. De hecho, el Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Alta, mantiene una distancia de más de 23 puntos de diferencia del segundo lugar. O sea, un porcentaje técnicamente insuperable a estas alturas de la fase de definiciones.
La única forma para que no fuese candidato y después gobernador, es que hubiese una decisión unilateral de imposición. La cuestión es que, si sucede ese escenario, sería muy lógico el agravio que cometerían, pues las metodologías coinciden que, en Chiapas, el único perfil que cuenta con el apoyo de las mayorías es Eduardo Ramírez, no solamente por la cantidad de intención de voto que acumuló, sino por el momento crucial que vive como líder de los senadores. Por esa razón, damos por hecho un proceso saldado a favor del Jaguar.
En pocas palabras, podemos concluir que, para este proceso, Chiapas y Veracruz tienen, desde ahora, técnicamente a un virtual abanderado de Morena para la transición del ejecutivo estatal. No hay nada que pueda frenar ese avance; son criterios que, de forma lógica, pueden anticipar el preludio. De esa manera, el Senado de la República refrenda el gran potencial y, de paso, confirma que es, para los puestos de elección popular, la palanca de impulso de grandes referentes sociales.