Caminos de respeto en Jiquilpan/Gerardo A. Herrera Pérez
De manera coordinada el CIIDIR Jiquilpan del Instituto Politécnico Nacional y el Órgano Autónomo de Derechos Humanos, llevaron a cabo el Taller “Cultura de la no violencia y atención a víctimas de violaciones de los derechos humanos”, bajo un enfoque reflexivo sobre la importancia de conocer al Ser Humano, Persona, Sujeto y Dignidad, como fundamento para la comprensión de la víctima frente al ejercicio del sometimiento, tratos crueles, control y disciplina de los cuerpos.
Desde el enfoque del pensamiento complejo, se habló de la importancia de reflexionar desde la transdisciplinariedad para posicionar los temas desde una visión holística y sistémica, que ayude a la comprensión de las problemáticas sobre las cuales atraviesa las comunidades.
Así, y en un ejercicio de reconocimiento de qué es ser humano para permitir precisar la importancia de su significado y de los derechos inherentes a su corporalidad, y que en este sentido su funcionalidad social le permite aceptar los compromisos y obligaciones para los demás miembros de la colectividad y en ello, dichas obligaciones le permiten el pago de los impuestos, el votar y participar de los procesos electorales, el trabajar, el estudiar, así como ser un padre de familia que atiende las necesidades de los hijos y un compromiso adicional de colaborar con la sociedad en momentos de tensión, como temblores, lluvias, entre otros.
También se habló del significado de ser sujeto social, es decir de la subjetividad de que es construida a través de marcos ideológicos de Estado y de mecanismos de opresión en los que se vive para aceptar la normalidad y evitar la anormalidad. Igualmente se precisó la importancia de reconocer en la dignidad la obligación del Estado para proteger y defender los derechos y libertades de la población.
En este sentido y afecto de conjuntar el módulo sobre igualdad y no discriminación, se trabajó en esquemas conceptuales para conocer el acto de discriminación, constitutivo de estigmas, prejuicios y violaciones a los derechos humanos, mapas que fueron complementados con el trabajo del conocimiento y respeto de los derechos humanos y las libertades.
Finalmente se trabajó en el módulo de Pensar, Despensar y Repensar, con ello y a través de mapas conceptuales se desarrolló el modelo de qué es lo que no nos gusta, es decir, cada una de las partes que en la vida cotidiana estamos viviendo pero que hemos llegado a pensar que no disfrutamos y que ello no nos hace felices. En la parte de despensar tuvieron la oportunidad de crear una matriz de dimensiones de la violencia que permite identificar más de 30 actos de violencia que estan viviendo los hombres y las mujeres por diferentes causas.
Para finalmente evidenciar que es lo que estamos proponiendo para cambiar aquello que no nos gusta y que nos lleve a mejorar las condiciones de vida, con ello las y los participantes expresaron el dialogo, la horizontalidad, el respeto, la tolerancia, la complementariedad del conocimiento y de la sabiduría, convivencia, confianza, impulsar los valores, las virtudes y los principios sociales.
En este proceso destacan el compromiso de más de 40 personas, entre los cuales por sus reflexiones y análisis expreso el reconocimiento: Elizabeth Gómez Magallón, Claudia Avalos Sandoval, Sergio Arias Martínez, Jannete A Aburto Martínez, Julio César Ceja Martínez, Tania Pulido Silva, Elizabeth del Río Núñez, Martha Chávez Torres, María Teresa Salcedo Salcedo, Otilia Sánchez Manzo, Luz del Carmen Andrade Sánchez y Heliodoro Montes Silva, quienes por su participación, talento, disposiciones y compromiso de avanzar en la búsqueda de nuevos caminos que lleven a evitar tanta violencia y generar nuevos compromisos de respeto a la otredad, con alteridad, con complementariedad.