Café para todos/Alberto Carbot
El decálogo de Enrique Peña frente a Trump; defender a México con todo
Se esperaba que el nuevo jefe de la Casa Blanca Donald Trump, debido a su permanente hostilidad con México a lo largo de su campaña, le diera largas al presidente Enrique Peña para su primer encuentro formal, pero las cosas parecen ser algo diferentes.
Peña ya tiene una cita para verse con Trump en Washington. Será el próximo 31 de este mes, es decir, dentro de una semana. Mañana miércoles es esperada una primera comitiva de funcionarios mexicanos de alto nivel, encabezada por los secretarios de Relaciones Exteriores Luis Videgaray y de Economía Ildefonso Guajardo, para dialogar con miembros del gabinete de Trump.
Pero el hecho de que se hayan agendado estas citas no quiere decir que las cosas estén marchando mejor de como se pronosticaban en las relaciones entre México y Estados Unidos bajo la nueva era de Trump.
Por supuesto que el magnate necesita reunirse también con Peña y con sus funcionarios para fijar las nuevas reglas que, a su juicio, habrán de regir en los 4 próximos años tanto en materia comercial, como la migratoria y seguridad, entre otras.
Peña sin embargo se jactó de que logró hablar con Trump por teléfono al día siguiente de que tomó posesión y de que le arrancó también el compromiso de reunirse en la Casa Blanca.
El mandatario asistirá a este encuentro con un hombre que ha sido poco amable con nuestro país, para decirlo en forma elegante. Sin embargo, para el jefe del Ejecutivo ésta es una oportunidad que se le presenta para defender los intereses del país y para demostrar que está a la altura de su función.
Ayer, durante una reunión en Los Pinos, Peña dijo que “México está obligado a tomar acciones para defender sus intereses y en la negociación” con la nueva administración estadounidense de Donald Trump y dijo que “no habrá ni sumisión ni confrontación, sino diálogo y negociación”.
Peña indicó que para que la redefinición de las relaciones con Estados Unidos “sea exitosa” debe basarse en los principios de “soberanía nacional, respeto al Estado de derecho, visión constructiva y propositiva, integración de Norteamerica y negociación integral”.
Peña presentó un decálogo de objetivos en materia de política exterior sobre los cuales descansarán las negociaciones con el nuevo gobierno de Estados Unidos.
Entre otros objetivos se pretende arrancar el “compromiso de gobierno de Estados Unidos de garantizar el trato humano y respetar los derechos de los migrantes mexicanos”.
Se busca además que “cualquier proceso de repatriación de migrantes indocumentados sea ordenado y coordinado, y que los protocolos y acuerdos que se han alcanzado en la materia se mantengan y mejoren, siempre sobre la base de un trato digno y respetuoso”.
El tercer objetivo es que el desarrollo del hemisferio sea “una responsabilidad compartida entre los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá” y que haya un compromiso concreto para trabajar de manera conjunta en promover el desarrollo de los países de Centroamérica.
Se pretende asegurar el libre flujo de remesas de los connacionales que viven en Estados Unidos, evitando que se dificulte o encarezca su envío.
También se plantea que el nuevo gobierno de Trump se comprometa a trabajar corresponsablemente con México para detener el ingreso ilegal de armas y de dinero de procedencia ilícita.
Se busca asimismo preservar el libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México, de manera que los intercambios comerciales entre los tres países estén exentos de cualquier arancel o cuota como ha ocurrido desde 2008.
Se aspira a que sectores como telecomunicaciones, la energía y el comercio electrónico y que cualquier acuerdo comercial con Estados Unidos se traduzca en mejores salarios para los trabajadores de México, así como proteger el flujo de inversiones asegurando que el país siga siendo un destino confiable y atractivo para invertir.
Finalmente se pide trabajar para lograr una frontera que una y no que divida, según dijo Peña, quien señaló que “México no cree en los muros, nuestro país cree en los puente como los mejores aliados para impulsar una buena vecindad”.
El decálogo seguramente sería excelente si el presidente fuera Barack Obama, sin embargo, estará lidiando con Trump. Por encima de todo este ejercicio retórico, lo que realmente importa es qué va a plantear México ante el nuevo gobernante y sobre todo qué le pedirá él a nuestro país.
EL DECÁLOGO DE ENRIQUE PEÑA FRENTE A LOS ARGUMENTOS DEL CANCILLER LUIS VIDEGARAY
Después de escuchar su mensaje de asunción -que fue calificada por algunos especialistas en diplomacia, politólogos y analistas del discurso como digna de cualquier caudillo latinoamericano, parroquial, provinciano y monárquico-, en realidad México tendría que presentar un pliego petitorio realista y apegado a la defensa de sus intereses.
La determinación de Trump ya quedó demostrada después de que este lunes firmó un decreto ejecutivo en el cual dispuso la salida de Estados Unidos del Tratado Transpacífico, la cual se intuía incluso en el caso de una victoria en las elecciones de Hillary Clinton.
Con las nuevas medidas proteccionistas que se esperan adopte Trump, para México y otras naciones, a México no le queda otra más que usar las pocas armas a su disposición, pero no es tan sencillo.
Que el presidente Peña afirme que se propone diversificar los vínculos políticos, comerciales y turísticos del país y mantener un diálogo y negociación con el nuevo gobierno de Estados Unidos, se oye muy bien,
Quizá sean mejores los argumentos de Videgaray en el sentido de lo que significa el hecho de que en el 2015 más de 500 mil centroamericanos - más del doble de los últimos 3 años-, cruzaron el territorio mexicano para ir a Estados Unidos.
A Trump habrá que recordarle también -como dijo el canciller-, que las exportaciones de California a México representan 26 mil 800 millones de dólares y 560 mil empleos. Asimismo, aclararle que en Texas éstas alcanzan los 92 mil 500 millones y generan más de 380 mil puestos de trabajo y que en Indiana -la tierra del vicepresidente Michael Pence-, 200 mil empleos dependen del intercambio comercial con nuestro país.
Lo mismo se puede decir de Wisconsin, otro estado que le dio el triunfo a Trump y donde más de 96 mil 300 empleos dependen de las exportaciones al país.
Igualmente las empresas mexicanas –entre ellas Bimbo, Gruma, Kuo, Lala, Kaltex, La Costeña, IUSA, Katcon, Alpek, Sigma Alimentos y Nemak-, asentadas en Estados Unidos representan una inversión acumulada de 18 mil millones de dólares en ese país.
Con estos datos duros bajo el brazo hay que llegar ante Trump para mostrarle que si existen condiciones desfavorables para México el TLCAN puede darse por muerto, tal como prácticamente lo vaticinó Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, quien mencionó que “este tratado tiene que llegar con una estrategia en donde todos ganen”.
“Es imposible venderlo aquí en casa si no hay claros beneficios para México. No habría otra opción ¿Ir por algo que sea menos de lo que tenemos? No tiene sentido quedarnos” refirió ayer en una entrevista.
Con esta posición -que deja en claro que se antepondrá el interés y la dignidad nacional-, comenzará el jueves y viernes de esta semana una reunión del propio secretario de Economía y del canciller Luis Videgaray, con funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca, que sería el previo al encuentro que el presidente Enrique Peña Nieto sostendrá con Donald Trump.
Más allá de discrepancias políticas internas, lo recomendable sería cerrar filas en torno a Peña Nieto en su postura frente al nuevo gobierno de EU, y conminarlo a que lo haga con firmeza, determinación y carácter, convencido de que nuestro entorno comercial internacional, los derechos humanos de nuestros connacionales y nuestra soberanía no se salvaguardan con actitudes sumisas, endebles y entreguistas.
GRANOS DE CAFÉ
De acuerdo a información proporcionada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Gerónimo Gutiérrez, designado embajador de México en Estados Unidos -quien aguarda su ratificación en el Senado y el beneplácito del gobierno de Donald Trump-, formó parte de un grupo que puso la lupa sobre una fundación a la que se canalizaron cuantiosos fondos del gobierno federal para una iniciativa encabezada por Josefina Vázquez Mota, a quien se le menciona como posible aspirante del PAN al gobierno del Estado de México.
La cifra que se entregó a la iniciativa “Juntos Podemos” y a la “AEM USA Foundation”, dedicada a ayudar a mexicanos en Estados Unidos, asciende a 59 millones de dólares, que son casi mil millones de pesos.
Gutiérrez integraba un comité especial que investiga a las dos organizaciones en su calidad de consejero de la Asociación de Empresarios Mexicanos (AEM), el organismo de hombres de negocios mexicanos más importante en Estados Unidos, desde 2011 y hasta la semana pasada.
El futuro embajador renunció como consejero de la Asociación AEM el miércoles 18 de enero, por medio de una carta en la que subraya la importancia de que se rindan cuentas sobre el manejo financiero de la “AEM-USA Foundation”, que sirvió para dotar de fondos gubernamentales a “Juntos Podemos”.
Hace tres meses, el 4 de octubre del 2016, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad publicó una investigación periodística en la cual se documentó cómo dos organizaciones llamadas Parents Alliance y AEM-USA Foundation -cuyos directivos están incrustados en la Asociación AEM-, fueron usadas para triangular el dinero público a favor del programa “Juntos Podemos”, del que Vázquez Mota, ex precandidata presidencial panista, es presidenta honoraria y cuyo objetivo declarado es ayudar a los migrantes.
Personas ligadas a Vázquez Mota se opusieron a la rendición de cuentas, pidiendo que se firmara un acuerdo de confidencialidad y solicitaron la renuncia del presidente de la AEM, Javier Martínez, quien decidió nombrar al comité que investiga si las actividades de la Fundación AEM-USA comprometían la viabilidad de la Asociación AEM.
El grupo debía entregar un informe este día 25 y el Consejo de la Asociación AEM podría votar la permanencia o el retiro de Javier Martínez de la presidencia del organismo.
La cifra en juego no es menor y para un personaje de la relevancia de la ex secretaria de Educación, que ahora se dice aspira a la gubernatura del Estado de México, es indispensable que se demuestre que se condujo con transparencia y que el dinero recibido llegó a quienes estaba dirigido, porque se trata de fondos de los contribuyentes…
…Isaías González Cuevas, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), instó a cerrar filas en torno al presidente Peña Nieto, para hacerle frente al nuevo gobierno de EU.
Al participar en una reunión de trabajo con José Eduardo Calzada Rovirosa, titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), agregó que como sindicalistas conscientes de los desafíos en materia económica y laboral “desde nuestra trinchera debemos cumplir con mayor ahínco las tareas que nos corresponden, con más intensidad y con objetivos claros. Hoy más que nunca, México debe ser más competitivo” –puntualizó.
También hizo un llamado a redoblar esfuerzos para fortalecer la productividad laboral, ya que “ser competitivos nos fortalece ante las presiones del adverso panorama internacional, producto de las políticas proteccionistas del nuevo gobierno en Estados Unidos”, dijo.
Durante el encuentro al que concurrieron dirigentes estatales e integrantes de su CEN, manifestó que “ello nos hace más fuertes e instó a incluirle valor agregado a decenas de productos agrícolas y materias primas que se exportan sin mayores beneficios para los productores y la economía nacional”.
El también senador priista externó su respaldo al presidente Enrique Peña Nieto. “Frente a los desafíos de la nueva administración de EU y las renegociaciones del TLC, debemos estar unidos en torno a él, y la CROC no puede estar ausente”, agregó González Cuevas…Sus comentarios envíelos al correo [email protected]