Bloque negro
Operación Enjambre
Con la Ley por delante vía la judicialización de los casos y el despliegue operativo estratégico de precisión quirúrgica y sin filtraciones, la Operación Enjambre logró la detención de, hasta ahora, nueve servidores públicos ligados a actividades ilícitas que fueron detenidos en el Estado de México entre el 22 y el 27 de noviembre.
Un evento canon, una muestra de poder, pero sobre todo de que cuando existe un compromiso genuino por reestablecer la paz y el Estado de Derecho, las cosas son posibles en perfecta sincronía entre los diferentes órdenes de gobierno.
Meses de inteligencia judicial y la sustentación de las acusaciones en su contra, sacó de circulación a personal que en algún momento juró proteger al pueblo, convirtiéndose en su verdugo con charola.
Desde una alcaldesa, jefes policiacos hasta un funcionario del DIF, son acusados por delitos como secuestro, extorsión y homicidio calificado, para los cuales la Fiscalía Mexiquense buscará las penas máximas.
Aunque fueron detenidos bajo figuras jurídicas no vinculadas directamente a la delincuencia organizada, la Operación Enjambre tiene como objetivo desarticular la red de corrupción que permite las operaciones del Cartel Jalisco Nueva Generación y La Familia Michoacana en aquella entidad.
A diferencia de “El Michocanazo” en esta ocasión las autoridades buscan que las acusaciones tengan la solidez para soportar la defensa legal de los detenidos, tras 20 meses de trabajo de gabinete, reduciendo la probabilidad de que un juez los libere por fallas en el proceso.
Además de un manotazo contundente de autoridad, esta acción operativa viene a redimensionar el paradigma y la filosofía a implementar en las operaciones de alto valor por parte del Gobierno Federal encabezado por la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Como nunca, hoy un equipo interinstitucional está liderando la ofensiva en contra del crimen organizado, más de mil 500 elementos de diferentes corporaciones, Ejército Mexicano, Semar, Guardia Nacional, Policía Estatal y de la Fiscalía del Estado de México, participaron en la ejecución de 14 órdenes de aprehensión y 20 de cateo.
Sin duda estamos ante un después muy esperado, porque antes la delincuencia se combatía con abrazos.
La autora es criminóloga, criminalista, periodista y estratega en comunicación social.