Atención a personas con discapacidad/Gerardo A. Herrera Pérez
Atención a personas con discapacidad.
Gerardo A. Herrera Pérez
Cada puerta que se abre para la atención a personas con discapacidad, constituye una oportunidad de vida; por ello afirmamos que la atención de las personas que viven con alguna de las discapacidades reconocidas por la OMS, permite generar las condiciones para el respeto a su dignidad humana. Reconocer a la persona con discapacidad desde la construcción de ser humano no solo es una aspiración es una necesidad.
Por ello, la oportunidad de su formación académica de quien vive con discapacidad, desde el derecho a la educación, constituye una herramienta importante para ellos y ellas, así la educación deberá plantearse al ser humano con todas aquellas características que lo hacen diferente e irrepetible, desde su característica física, biológica, psíquica, cultural, social, histórica, política, antropológica y desde el mismo poder, pero también desde la normatividad, las estructuras operativas y desde luego del diseño de la política pública.
La persona con discapacidad necesita en el marco de la espacialidad: de la familia, de la escuela, de los espacios públicos, desde los espacios institucionales ser llevados por la centralidad a su centralidad, y desde ahí, generar las condiciones que les permitan realmente hablar de la inclusión. Para ello, se requieren de impulsar la epistemología de los agentes ausentes, es decir, que se continué la lucha contra prácticas sociales que los someten, los controlan, los disciplinan, en muchas ocasiones los invisibilizan, impidiendo su autonomía, su libertad, y viviendo sin emanciparse y en cautiverios que violentan sus derechos. Es decir, requieren de generar acciones para impulsar la visibilidad de las personas que viven en discapacidad y destacar sus talentos y creatividad en la medida de sus potencialidades.
Debemos de reconocer los saberes de las personas con discapacidad, también ellos guardan experiencias y saberes que pueden compartir y complementar, porque todo lo que no esté legitimado o se reconoce desde el poder, es declarado inexistente, de ahí la importancia de continuar trabajando en la visibilidad de los sabes. Es tan simple, “lo que no está, no existe, lo que no existe no tiene derechos”, hoy las personas con discapacidad tienen un marco jurídico de dimensión universal, regional, nacional y local.
Las personas con discapacidad deben ser reconocidos en la historia, y deben estar desde la perspectiva de los diversos social, es decir, no se puede seguir homogenizando y pensando que aquellos que no es igual o normal, pasa a otro estadio de cosas, a la anormalidad, al contrario hay que privilegiar la diversidad social, cultural y sexual en la que viven los cuerpos de los humanos.
A las personas con discapacidad no se les debe jerarquizar, al contrario debe de reconocerse la lógica de la horizontalidad social, a efecto de trabajar en su defensa, es no dar paso a las relaciones de dominación, que es la consecuencia y no la causa de la jerarquía. Y es que recordemos que la horizontalidad social se basa en atributos que niegan la intencionalidad de la jerarquía social, de la dominación y del sometimiento.
Es importante la horizontalidad social, porque impedirá la inexistencia que es producida bajo la forma de una inferioridad insuperable, en tanto que naturalizada. Y es que, quien es inferior, no puede constituir una alternativa creíble frente a quien es superior. La jerarquización nos ha querido vender lo normal versus lo anormal y con ello, se genera un posicionamiento de señalamiento de los diferentes no homogenizables, como si fuera vergonzoso.
Como sociedad debemos impulsar acciones que deben dejar de lado la lógica de la escala dominante, esto es, evitar ver solo lo global y universal, y sí, trabajar con lo particular y lo local; es decir, trabajar con la diversidad tanto social, como cultural y sexual.
El trabajo que ahora debemos de atender para la visibilidad social de las personas con discapacidad, para evitar el estigma y el prejuicio de éstos, pero además erradicar la discriminación y violencia, no es de unos cuantos se requiere de seguir construyendo conciencia social.
Agradezco a los CAM (Centros de Atención Múltiple), espacios que construyen y respetan dignidad humana, sus atenciones y su compromiso por la noble tarea de educar. Agradecido con Cuitzeo, extensión Santa Ana Maya, Maravatio, Pátzcuaro, y pronto Tingambato.