Aquellos autoritarios
Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta de México.
Distinguida doctora:
Me permito tutearte por la confianza que algún día nos tuvimos. Le enviaste una carta a Donald Trump con la intención de persuadirlo, buscando que cambie su visión y rectifique. Yo te escribo con esa misma ingenuidad, siempre será correcto poner las ideas sobre la mesa con independencia de que el interlocutor tienda a descalificarlas, desvirtuarlas o ignorarlas.
Los universitarios no podemos renunciar al convencimiento, máxime cuando, lo recordarás, la razón es nuestra fuerza. Quiero pensar que si estás pidiendo que valoren tus argumentos es porque eres capaz de valorar los de otros aunque todavía no lo hayamos constatado. Dirán que yo resulté ser el más ingenuo de los dos, pero prefiero eso a no intentarlo.
Coincidimos en el Consejo Estudiantil Universitario (CEU), un movimiento que desde su nacimiento definió que su lucha era contra el autoritarismo. Recordemos que el entonces rector Jorge Carpizo publicó un diagnóstico llamado Fortaleza y debilidad de la UNAM, abrió un periodo para recibir propuestas y luego madrugó con un paquete de reformas a la legislación que fueron aprobadas en una noche por el Consejo Universitario. Ahora que tú eres Presidenta modifican, no los Reglamentos Generales de Pagos e Inscripción, sino la Constitución en fast-track con reformas que hicieron sobre las rodillas, atropellando el proceso parlamentario, y que cambian el régimen político.
Aquellos autoritarios aceptaron dialogar públicamente en el auditorio Justo Sierra/Che Guevara y transmitir los encuentros en Radio Universidad. Después de dos semanas de huelga, accedieron a la realización de un Congreso Universitario para que la necesaria reforma fuera resultado de la discusión de toda la comunidad. Se organizaron foros con infinidad de ponencias, conferencias temáticas con ponentes magistrales y en cada mesa se llegaron a acuerdos importantes. Es cierto que también hubo disensos en temas torales, los extremos impidieron que se avanzara más, tal y como se constató con aquella maravillosa Declaración de Principios elaborada pluralmente y que sabotearon ultras de ambos bandos; pero ese ejercicio democrático fue aire fresco en el país de la Dictadura Perfecta.
Sin embargo, a pesar de esa experiencia y que te identificas como “hija del 68”, como mandataria te has cerrado al diálogo. No solo con los dirigentes de la oposición, lo cual ya es grave, también con grupos relevantes que te lo han pedido: madres buscadoras, padres de hijos con cáncer, trabajadores del Poder Judicial, estudiantes de Derecho, por no hablar de los ministros de la SCJN.
¿Con quién dialogas fuera de tu círculo? ¿Qué harías si Donald Trump te responde que 71 millones de votos indican que es voluntad del pueblo estadounidense poner aranceles si no sellas la frontera a la inmigración, el fentanilo y los productos chinos, así como incursionar en nuestro territorio para atacar a los cárteles si el Estado mexicano no lo hace, y que no hay nada que discutir frente a ese mandato?.
Has rechazado, una y otra vez, que estamos regresando al autoritarismo, pero los hechos hablan por sí mismos. La espuria mayoría calificada en la Cámara de Diputados que representa solo al 54% de los votantes ha pasado una y otra vez sobre la representación del 46% que no votó por ustedes. La nuestra es una sociedad plural y así se expresó en las urnas, a pesar de la tremenda inequidad de la elección y la inconstitucional sobrerrepresentación que les obsequiaron. Sin embargo, cambian la Carta Magna en solitario para concentrar el poder y perpertuarse en él. Los votos que les faltaban en el Senado los consiguieron sin ningún acuerdo programático, simplemente comprando y extorsionando senadores. La Fiscalía Carnal de Veracruz se desistió de la orden de aprehensión contra Miguel Ángel Yunes Márquez un día antes de la votación de la reforma judicial. ¡Qué casualidad!.
Las fuerzas armadas se han empoderado como nunca desde el último presidente surgido de sus filas (Manuel Ávila Camacho, 1940-46) y las víctimas ya no cuentan con la CNDH. Te equivocas al decir que los órganos autónomos se crearon para debilitar a las empresas públicas. El IFETEL, por ejemplo, se creó para regular el terreno en el que competían poderosos actores privados, entre otros, Televisa, TV Azteca y Telmex; las presiones fueron ingentes, pregúntale a Javier Corral. Quienes ganaron con sus decisiones, lo mismo que con las de la COFECE, fueron los consumidores al evitar prácticas monopólicas. Eso dice la evidencia y pienso que tú, como científica, deberías valorarla más que a los refritos ideológicos del viejo nacionalismo revolucionario, propios del priismo del siglo pasado.
La desaparición del INAI la siento más personal porque no solo dictaminé y voté su creación, siendo miembro de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción de la LXII Legislatura en la Cámara de Diputados, sino que trabajé en coordinación con la Red de Rendición de Cuentas que dirigía Mauricio Merino; un amplio conglomerado de expertos y organizaciones comprometidas desde hacía muchos años con el tema.
No solo es el origen con el Grupo Oaxaca, conformado por académicos y periodistas, que a principios de siglo promovieron la creación del IFAI, sino que la reforma constitucional en 2013 fue resultado de la única experiencia que merece el nombre de Parlamento Abierto. Alejandro Encinas del PRD, Laura Rojas del PAN y Areli Gómez del PRI se sentaron con la sociedad civil en igualdad de circunstancias para redactar artículo por artículo. Después del afortunado resultado y que fuera aprobado por el Senado, la consejería jurídica de la Presidencia presentó más de 80 observaciones para que la colegisladora hiciera correcciones. La opinión pública se volcó a defender la minuta y los partidos de oposición se levantaron del Pacto por México para que se mantuviera lo logrado. Y así sucedió salvo por la excepción de seguridad nacional, figura de la que abusó Peña Nieto y todavía más López Obrador. Luego vino la Ley General de Transparencia que fue aplaudida internacionalmente por su vanguardismo. Todo eso lo tiraron a la basura de un plumazo y sin escuchar a las voces, incluso internas, que pedían reconsiderar el despropósito.
No tomes como agresión esta misiva, no es mi intención ahondar la polarización ni agraviar a nadie. Solo que, mirando en retrospectiva, fueron muchas luchas las que contribuyeron a democratizar a México, entre ellas la del CEU. Veo naufragar el valioso legado compartido por muchas generaciones y distintas ideologías, de Gómez Morín a Valentín Campa, pasando por médicos, ferrocarrileros, estudiantes y muchos más que tomaron, tomamos, con valentía las calles; y algunos hasta las armas como las guerrillas de los 70´s o el EZLN en 1994. Podría decirse que no todos creían en el cambio democrático, pero aun así contribuyeron a abrir el sistema. Hoy está de vuelta el presidencialismo todopoderoso, sin división de poderes ni contrapesos. Un sector beneficiado por la democracia conquistada, así sea con imperfecciones y lastres, se dio a la tarea de demolerla en cuanto llegó al poder y eso es desolador.
Estoy de acuerdo en tomar en serio las amenazas de Donald Trump, pero me inquietan los prematuros llamados a la “unidad nacional” para enfrentarlas. ¿Después de avasallar a las minorías se les piensa convocar para que cierren filas con la autocracia militarista que las aplastó, so pena de ser estigmatizados como “traidores a la patria”, mientras se sigue avanzando en el Plan C que las vuelve testimoniales y cada vez más vulnerables a la represión?. Una verdadera unión se construye con respeto e inclusión, lo cual implicaría retomar el camino pluralista que hoy está cerrado. Pero no parece que quieras abrirlo y no pocos dudan que puedas hacerlo. En cualquier caso, tal y como se los advertiste a los ministros, cada quien decide cómo pasar a la historia. Eso vale también para ti. Saludos.