AMLO mirando hacia afuera con espejo retrovisor/Jorge Octavio Ochoa
TRAS BAMBALINAS.- AMLO mirando hacia afuera con espejo retrovisor
Nunca como ahora, López Obrador se vio por el espejo retrovisor y miró en una realidad invertida. En estas horas empezó a entender que las palabras ocupan un lugar en el espacio y que no son simplemente aire que se lleva el viento.
Denigrado injustamente, tildado de "ASESINO" en las redes sociales, hoy quizá empezó a descubrir, desde el lado del poder, el riesgo de arengar a las masas e incendiar el ambiente con discursos de odio para propiciar juicios sumarios que quizá llenan las urnas pero también generan polarización social.
Hoy, por fin, se ve del otro lado y quizá empezará a entender por qué es peligroso lanzar calificativos, condenar a priori y emitir premisas falsas. Día a día, ese "pueblo bueno que no se equivoca", le empieza a dar la espalda. Las primeras advertencias ya están dadas.
Desde el mundo de las organizaciones civiles pro derechos humanos, pasando por el mundo académico de las universidades, hasta el ámbito de la cultura, el teatro y el espectáculo, uno a uno hoy ya se dicen DECEPCIONADOS. Y no han pasado ni seis meses.
Ha sido un acelerado desgaste. Y la verdad es que, en cierta forma, es injusta esa rápida descalificación sin dar tiempo de ver resultados, porque en México pocas cosas van a ocurrir por decreto. Pero también la prisa del nuevo régimen inyectó de zozobra lo que antes era esperanza.
Hoy, finalmente, Andrés Manuel López Obrador empieza a entender el valor de las instituciones y a descubrir que no son los juicios del populacho los que hacen justicia ni fortalecen la democracia, porque muchas veces están inyectados por fuerzas ciegas o centrífugas que responden más al inconsciente.
A través de ese espejo en el que ahora se mira, tendrá que asumir la ponderación a la que obliga su nueva investidura. En cierta forma lo empezó a descubrir en cuanto tuvo la banda presidencial cruzando su pecho: él ya no es él, ya no se pertenece a sí mismo. Representa muchas cosas, pero ya no a una persona.
Hoy rebotan en el ambiente aquella advertencia, tras el fallo del Tribunal Electoral, y su amenaza de que no viajaría a Puebla a giras de trabajo. Esa admonición quema como plomo ardiendo tras la trágica muerte de la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso y su esposo, el ex gobernador.
Es cierto que algunos aprovecharon para incendiar el ambiente, pero sólo en mentes retorcidas se puede hablar de "magnicidio", salvo que a Miguel Barbosa lo traicione el subconsciente, aunque él, de antemano, ya está tocado por el diablo. Pero ¡responsabilizar directamente a López Obrador! Es un exceso.
Con todo respeto para los poblanos, hay más de 5 cosas importantes que flotan en la mente del Presidente de la República antes que pensar en la gubernatura de un estado y en todo caso, estos últimos hechos funestos, ponen contra la pared a MORENA y a Miguel Barbosa.
Si con su mayoría en el Congreso poblano Morena pretende imponer gobernador interino, estará cavando más profundo en el pozo de la sospecha que se ha generado. Si Barbosa pretende repetir como candidato, peor aún. Entrará al terreno de la maldición. Si Morena gana, el ambiente quedará enrarecido.
Como decíamos arriba: están tocados por el diablo. Esto abre una reflexión todavía más macabra. ¿Y si en verdad fue un atentado? ¿Y si vino de otra parte? En el PAN, las cosas iban mal por la división existente entre los seguidores de Moreno Valle y los Anayistas, encabezados por Damián Zepeda en el Senado.
Sin embargo, para el PRI resulta provechoso tener ese nuevo ambiente de sospecha y confrontación porque, paradójicamente, ahora ellos se han convertido en los santones, los paladines de la justicia que abogan por los derechos humanos y contra la Guardia Nacional.
Todas estas elucubraciones descabelladas son las que pesan en el ambiente previo a unos comicios que estarán sellados por la mano del demonio, en un estado donde el fanatismo y la santería tienen un asiento real, donde los linchamientos se han dado como frutas envenenadas. Canoa revive.
Es curioso como las épocas se llenan de simbolismos y juegos del destino. Como si realmente existieran fantasmas que quisieran marcar los episodios. La 4a transformación entra en una fase demasiado escabrosa, llena de obstáculos, de mensajes que nos dejarán marcados por los siglos de los siglos.
Desde las muertes de Tlatelolco, hasta el asesinato de Luis Donaldo Colosio, México ha estado marcado por un mal fario, un sino que nos persigue en una especie de descomposición espiritual. Ya no somos el mismo pueblo festivo de antes. Nos hemos llenado de odio, dolor, crimen y venganza.
Hoy, en las redes sociales, puede palparse ese ambiente. Ojalá pudiéramos decir que se trata de "robots" que sólo reproducen frases, pero las máquinas no podrían reproducir tanta estupidez con tanta naturalidad.