Al derecho y al revés

Feminicidios en tiempos de mujeres
Un feminicidio más enluta a Veracruz.
Se trata de Marion Lizbeth, una joven madre de 35 años que salió de su casa para ir a su trabajo en los muelles del puerto de Veracruz el pasado martes 1 de abril.
Mientras caminaba a la parada del camión fue atacada a puñaladas hasta perder la vida. Se piensa que el culpable es su ex pareja sentimental, pues la víctima había denunciado violencia por parte de éste a las autoridades, sin recibir ningún tipo de apoyo.
Lizbeth dejó en la orfandad a dos menores, que padecen discapacidad y requieren cuidados especiales. Ambos dependían totalmente de ella y por ello los vecinos se han dado a la tarea de manifestarse para exigir que este feminicidio no quede impune.
La familia de la víctima acusan que este hombre, de nombre Víctor, la acosaba constantemente, tanto en su trabajo como en su vivienda, por lo que decidió terminar la relación. Él sentenció. “Mía o de nadie” y cometió el feminicidio. Ahora sus deudos temen por su vida y están angustiados por no saber cómo harán con la manutención de los huérfanos, ambos en sillas de ruedas.
En lo que va de 2025 se han cometido en nuestro país 98 feminicidios, de los cuales dos se cometieron en Veracruz, según reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Estos datos, sin embargo, contrastan con las cifras del Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres de la Universidad Veracruzana, que reporta siete casos en la entidad, en los municipios de Tuxpan, Papantla, Martínez de la Torre, Papantla, Río Blanco, Minatitlán, Las Choapas y Coatzacoalcos.
Otro caso en fechas recientes fue el de Gilda Guadalupe, mujer de 26 años que fue encontrada sin vida en la Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco. El feminicida, Brayan Alberto, quiso enterrarla en uno de los jardines de la zona, pero al no lograrlo la abandonó en un cesto de basura.
Brayan está detenido y Gilda muerta.
Al momento, se desconocen los motivos que tuvo para acabar con la vida de Gilda, pero nunca podremos entender qué orilla a un agresor a matar a una mujer. En el caso de Lisbeth, la madre veracruzana, tenemos hoy una doble tragedia: su feminicidio y la orfandad de dos niños discapacitados. En el caso de Gilda, su familia verá los años pasar con el dolor de su pérdida.
En estos tiempos de mujeres la tendencia de homicidios por razones de género debería ir a la baja, pero la realidad es distinta. Urge atención a las causas de la violencia, de lo contrario, las mujeres seguimos en riesgo.