Teléfono Rojo

* Calderón asusta a priístas con Yunes Linares * -Jamás iría a la PGR -asegura el veracruzano * Abre espacio a la candidata de Estados Unidos El simple nombre de Miguel Ángel Yunes Linares escuece a los priístas. Ha sido un problema para ellos dentro y fuera del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Dentro, cuando Roberto Madrazo lo rehabilitó y lo incorporó como director jurídico del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y le encomendó defender al partido del Pemexgate. Fue una intervención desastrosa. La acusación involucraba aportaciones a la campaña presidencial de Francisco Labastida a través del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Unos 500 millones según datos periodísticos, raíz de la denuncia formalizada ante el Instituto Federal Electoral (IFE) por el perredista Pablo Gómez, cuya moral no dio para hacer lo mismo contra sus correligionarios y corruptos comprobados: René Bejarano, Carlos Imaz y quienes a cambio de dinero otorgaron obras y privilegios al empresario Carlos Ahumada. De aquel episodio aprendió Madrazo: la multa iba a ser de 500 pero la indebida intervención de Yunes Linares llevó a una sanción de mil millones al PRI. LA SUERTE DE MEDINA Y CHAVEZ Peleado con Roberto Madrazo, aliado a Elba Esther Gordillo y salido al PRI, Miguel Angel Yunes Linares ha dado mucha guerra a los priístas. Ha sido su feroz adversario desde el Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP), la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), el ISSSTE o como candidato a gobernador de Veracruz. Ahora, dicen los priístas, quiere ser procurador para darles la puntilla en el 2012. Ponen dos hechos de antecedentes: Eduardo Medina Mora fue removido y enviado a Gran Bretaña porque fracasó en su encomienda de desprestigiar a priístas y perredistas en 2009 con ese proceso multitudinario llamado michoacanazo, el cual incluyó numerosos políticos y a Julio César Godoy Toscano, hermano del gobernador Leonel Godoy. La misma suerte está a punto de tener Arturo Chávez Chávez por oponerse a la filtración periodística mediante la cual se ligaba al narco a Manuel Añorve Baños, alcalde de Acapulco y ex candidato del PRI a gobernador de Guerrero. Si Yunes Linares sustituyera a Chávez Chávez, el mensaje de Felipe Calderón estaría en el mensajero: usar la Procuraduría General de la República (PGR) como arma política para atender la obsesión presidencial de frenar el regreso del PRI a toda costa. MANLIO NO PONDRÍA OBJECIÓN En el gobierno analizan diferente a Miguel Ángel Yunes Linares. No lo ven como propio, sino como alfil de Elba Esther Gordillo. Es decir, no lo aceptan, como demostró Gerardo Buganza cuando hizo compaña contra él y se unió a Javier Duarte de Ochoa, gobernador constitucional de Veracruz. Buganza, quien estuvo a un tris de derrotar al priísta Fidel Herrera Beltrán, es hoy secretario de Gobierno de Duarte de Ochoa. Con esos datos, Felipe Calderón sería el único panista conspicuo en meter las manos por Yunes Linares. ¿Estel aceptaría ir a la PGR? -Puedes decir que ni aspiro ni me la han ofrecido ni voy -contesta a sus amigos cuando le preguntan. Tendría alguna posibilidad porque su amigo Manlio Fabio Beltrones, presidente del Senado, no ha puesto objeción. Y si no va de procurador, menos de subprocurador para operar desde esa posición una política antipriísta y vengarse por fin de su gran enemigo Herrera Beltrán Beltrán, a quien el propio Yunes Linares acusa de haber abierto Veracruz de par en par para la entrada de loszetas. Mientras Calderón encuentra un mejor prospecto -el presidente sabrá si entrega la PGR a Marisela Morales Ibáñez, a quien muchos ven como candidata de Washington-, Yunes Linares ha resultado un petate para espantar a priístas. Y el temor tricolor sigue.