Antivalores
Estamos en el mundo al revés, los jóvenes quieren ser narcos, no policías; informales, no empresarios; políticos, no ciudadanos de a pie…
La estrategia ha sido nefasta: formar obreros, no emprendedores; borregos, no líderes; trabajadores, no personas; masa, no seres pensantes; votantes, no ciudadanos…
Lo sé, quejarse no resuelve, por ello es necesario: primero despertar a la realidad y segundo, corregir el rumbo… Y una forma de corregir el rumbo, es replantear la forma de enseñar valores o visto al revés, la forma de descalificar antivalores; me explico: No es poco común escuchar de jóvenes la expresión: “El que no tranza no avanza” y hay una razón de peso, salvo honrosas excepciones, en este país el que no tranza no avanza. Es así como vemos a Slim como el hombre más rico del mundo, pero olvidamos como adquirió el monopolio estatal que era Teléfonos de México o vemos a los hijitos idiotas de Robero de Champs con autos Ferrari, pero olvidamos la corrupción sindical que todavía hoy, pasando por los gobiernos panistas del cambio, se festina y protege desde el PRIgobierno Federal ¡No!, no olvido los señalamientos que hizo el Senador Cordero respecto a la común práctica del “moche” de muchos de los diputados, como tampoco olvido que siendo Secretario de Hacienda, poco o nada hizo para quitarle a los congresistas, que están para hacer leyes, la prebenda de asignar presupuestos en función de dádivas. Preguntémonos: ¿Qué pitos tiene que hacer un legislador cabildeando la asignación de recursos para municipios, gobiernos estatales o proyectos; cuando su chamba, valga la rebusnancia, es legislar? ¿Y qué me dicen de los muertitos sin querer queriendo de Tlatlaya, hoy preocupación de todos por la novedad, cuando nadie, ni los del TEC de Monterrey, dicen nada ante el impune asesinato de sus estudiantes por soldados, en tiempos donde el Tomandante Supremo era Calderón?… Conclusión ¡Así no se puede!, no hay manera de darle un rumbo de desarrollo a este mi País, en tanto no inculquemos valores a nuestros jóvenes y construyamos ciudadanos íntegros, honestos, generosos, comprometidos y ojo ¡Pensantes!
Es por lo expresado que en nuestras escuelas tenemos que exhibir como lo que son ¡Unos pendejos!, a los jóvenes que sintiéndose snob´s, se quieren iniciar en las drogas o se sienten muy machitos por agredir a un maestro con un grafiti en el baño, construido cobardemente al amparo del anonimato.
En tanto los antivalores sean festinados y ejemplo de un modo de actuar exitoso en México desde los tres poderes, el sistema político, las iglesias y el modelo empresarial, y en tanto el que delinque o agrede sea un héroe escolar, estaremos jodidos todos Ustedes… ¡Así de sencillo!