42 años de lucha por la inclusión/Gerardo A. Herrera Pérez
2 años de lucha por la inclusión.
Gerardo A. Herrera Pérez
Esta semana cumplió 42 años de existencia el Centro de Terapia Educativa de Morelia, que se ubica al oriente de la ciudad de Morelia. Han sido 42 años de esfuerzo, de trabajo, de lucha y de comprender que las realidades sociales no son de fácil solución.
En este periodo que data de los años setenta hasta nuestros días, han pasado miles de cosas, pero lo más importante a destacar es y será la vocación de servicio de todos los que aquí trabajan en favor de las personas con discapacidad. Hablar de un edificio, hablar de remozamiento de dicho inmueble dice mucho, pero dice más hablar del trabajo permanente que se realiza a favor de este segmento de población, que históricamente ha sufrido de mecanismos de opresión a través de invisibilizarlo, estigmartizarlo, violentarlos y discriminarlos.
El Centro de Terapia Educativa de Morelia, es un centro que promueve los valores, los principios y las virtudes sociales, destacándose el amor y respeto por las personas con discapacidad. Es en este Centro que se genera Fe, Esperanza, Amor y Educación en la formación en las niñas, niños, adolescentes y adultos con discapacidad, considerándolos como personas, con todos sus derechos y obligaciones que éstos tienen.
Las familias que tienen registrados a sus hijos en el Centro de Terapia Educativa de Morelia, algunos de ellos tienen la misma edad que el aniversario de la Escuela. Es decir, muchos niños y niñas que fueron registrados en los años setenta aún se encuentran tomando clases y disfrutando de la calidad y calidez del personal institucional. Es más algunos de ellos, dadas las condiciones en que viven, han sido contratados para prestar ayuda a sus compañeros y compañeras; esto es un gran logro que hay que acreditarlo y del cual los directivos y docentes deben sentirse complacidos.
Durante la ceremonia de aniversario del Centro, la fundadora decana, dirigió un mensaje de aliento y reconocimiento, expreso la gran alegría de ver bien plantado un proyecto que durante cuatro décadas ha logrado incluir y hacer respetar a las personas con discapacidad. Me refiero a la Señora María Garrido.
En el desarrollo del Programa Cívico Social, tuve la oportunidad de apreciar la calidad interpretativa y de discurso de Selene Díaz Márquez, quien tomó juramento de la bandera. Vi también a Sinuhé con su gran calidad humana, siempre sonriendo, siempre queriendo bailar y disfrutar de la vida; vi a Remedios, extraordinaria campeona de atletismo, como siempre acompañada de su amada familia. Vi a muchas más personas con discapacidad y a sus familiares, vi que somos los que no tenemos discapacidad los que ponemos barreras a la generosidad de quienes viven en discapacidad intelectual.
El reconocimiento y el cariño de la directora para las personas con discapacidad es ejemplar, así vive en su día a día Eréndira Guerrero Huerta, mujer proba de amplio conocimiento y valores, que ha sabido compaginar los valores de la democracia, igualdad y libertad, para hacer de la Escuela un espacio libre de violencia, un espacio para la inclusión y el respeto.
Finalmente, sabemos que tener algún tipo de discapacidad significa una vida complicada y con barreras y obstáculos, y en ocasiones en precariedad. Hago énfasis en la desigualdad, porque en nuestro País y en el Estado en Michoacán, aún se está construyendo la creación y desarrollo de la conciencia social.
Hoy en el Centro de Terapia Educativa de Morelia, se construye la cultura de la discapacidad, se construye la conciencia social, se construyen un Morelia incluyente y sin discriminación.