Hablando en serio/Santiago Heyser Beltrán
Hablando en Serio
“¿Qué aprendimos del 2021?”
Ya pasaron casi dos meses de este 2022 y es importante hacer un alto y revisar el rumbo, en donde un tema central, soporte de la vida humana, es: La Seguridad Alimentaria.
Para el campo mexicano, michoacano y guanajuatense el camino parece estar claro, es tiempo de cambio de paradigmas o nuestro pueblo sufre; nuestra vocación natural es la producción de alimentos priorizando la alimentación de nuestro pueblo para, después, si hay excedentes, atender otros mercados y buscar ganancias, no al revés; en otras palabras, una de las lecciones que nos deja el 2021, ya tratada el mes pasado, es que solo aquellos pueblos y naciones que sean autosuficientes para alimentar a sus pueblos, serán libres y soberanos; lo que da a la sociedad rural y al campo un lugar preponderante en el destino de México y una responsabilidad que debemos afrontar con compromiso, ¡sí!, pero también con alegría e inteligencia.
El camino sugerido es la producción desde la organización apoyados en ciencia y tecnología, para privilegiar la innovación e impulsar el pensamiento creativo de los mexicanos. Ello incluye políticas públicas y estrategias para recuperar las tierras, cuidar del medio ambiente y hacer sustentables los recursos naturales, sin dejar de lado la necesaria rentabilidad de los productos del campo para que los campesinos y agricultores puedan acceder a una vida digna con el fruto de su trabajo, al tiempo que las zonas urbanas garantizan el acceso a una comida sana y de calidad…
Hay ejemplos, muchos, del uso de nuevas tecnologías para producir alimentos de mil maneras, desde el aprovechamiento de traspatios, macetas y azoteas, pasando por invernaderos y casa sombra, hasta agricultura vertical, acuaponía, permacultura, bosque de alimentos (o bosque comestible), silvicultura, agricultura orgánica o agricultura ecológica, entre otros… Ello nos lleva a la necesidad de hacer diagnósticos para determinar en cada región y/o parcela, cual es la vocación productiva y el mejor método de cultivo, es decir, que sembrar y que tecnología usar para producir de la mejor manera, aprovechar y cuidar de los recursos naturales para alimentar de forma sustentable y de mejor manera a nuestro pueblo al tiempo que hacemos más rentable el trabajo del campo.
En esta línea de pensamiento, el 2022 será un año que marcará al campo mexicano en la definición de nuevas políticas públicas y estrategias de aprovechamiento y explotación de nuestros recursos en beneficio de las familias campesinas y de la población en general para garantizar el abasto en cantidad y calidad de alimentos sanos en cada comunidad, región, pueblo y ciudad; al tiempo que se reconstruyen las comunidades a través de la recuperación de valores comunitarios de convivencia sustentados en el desarrollo económico de familias y comunidades apoyados en un modelo de educación, capacitación y formación humana incluyente, porque recordemos,… todos tenemos la responsabilidad de dejar un planeta vivo a las generaciones futuras, a nuestros hijos, a los hijos de nuestros hijos y a los hijos de los hijos de nuestros hijos… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador