Vamos hacia el desastre en 2024: especialistas sobre ola de calor
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MORELIA, Mich., 27 de junio de 2023.- La procesión ya está aquí y es momento de arrodillarnos, advirtieron especialistas integrantes del Consejo Consultivo de Cambio Climático en Michoacán, ante el fenómeno de aceleramiento del cambio climático que ha llevado a, entre otros, la ola de calor, el incremento de la duración e intensidad de la temporada seca, y la menor supervivencia de los árboles reforestados.
"Nunca pensé que en Morelia estaríamos a más de 32 grados Celsius por más de 24 días, es tiempo de arrodillarse, la procesión ya está aquí y nos vienen fenómenos climáticos más intensos, más frecuentes y más prolongados", explicó Cuauhtémoc Sáenz-Romero, integrante del consejo.
Tras la entrega de las recomendaciones cuatro y cinco del Consejo Consultivo de Cambio Climático de Michoacán, al gobierno del estado, Cuauhtémoc Sáenz-Romero mencionó que es urgente asumir medidas de contención, mitigación y prevención de daños ambientales para reduciros riesgos a la población y los ecosistemas, ya que en 2024 se espera una estación aún más seca y caliente, con mayor incidencia de enfermedades forestales, como es el caso de los descortezadores.
Asimismo, existe una "alta probabilidad" de que el planeta alcance un aumento de 1.4 a 1.5 grados Celsius el siguiente año, respecto del periodo preindustrial, 1880 a 1920; actualmente, este aumento es de 1.3 grados Celsius.
Para el caso de Michoacán, el aumento de la temperatura ambiental se estima de 1.4 grados Celsius respecto del lapso de 1960 a 1990, y de más de 1.4 grados Celsius en comparación con el período preindustrial.
"Vamos hacia el desastre el próximo año", alertó el especialista.
Así, aunque el estado conserva la cantidad de precipitaciones pluviales promedio, tiene otra distribución, que implica que las lluvias empiezan tarde o súper tarde, y se terminan un mes antes, es decir, la entidad tiene dos meses adicionales de sequía, y una temporada de lluvia más corta y violenta, con concentración en agosto.
Estos fenómenos llevan a un mayor riesgo de inundaciones, deslaves y más en la estación lluviosa, pero también a un debilitamiento de los árboles, más susceptibles a los insectos descortezadores.
Sáenz-Romero manifestó que las nuevas condiciones nos acercan a un punto de no retorno, que obliga a la entidad a "cambiar sus prioridades en materia forestal".
Esto comprende un manejo responsable de la vegetación forestal, valorar modificar la legislación, para acortar los tiempos de respuesta ante la detección de plagas y retiro de árboles enfermos.
Aunado a ello, ante la mortalidad inusual de los árboles sembrados, modificar los procesos de reforestación para incrementar la masa arbustiva, que protegerá a los árboles en su crecimiento.
"A veces, la realidad es amarga, pero es mejor enfrentarla", refirió.
También se requieren de sistemas de letra temprana ante el recrudecimiento de las emergencias esperado, sistemas de monitoreo hidrometeorológico y la modificación de los mapas de riesgo, que hoy se generan con base en la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), sin considerar nuevo conocimiento, expuso Patricia Alarcón Chaires, especialista del Consejo Consultivo de Cambio Climático de Michoacán.
Para lograr estas metas, se precisa aplicar algunas medidas recomendadas, como aumentar el presupuesto, en forma importante, de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), revisar y adecuar la legislación ambiental y forestal, replantear los objetivos prioritarios en materia forestal, creación de políticas de adaptación para las poblaciones, asignación de recursos para sistemas de alerta temprana y multialertas, y creación de saudades sostenibles, como consta en las recomendaciones cuatro y cinco.
Alejandro Méndez López, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, aseveró que "no enfrentamos una emergencia, sino una contingencia, donde veremos, ya vemos, muchas emergencias puntuales, más ciclones, más sequías, más incendios, y más rudos, lo que nos motiva a cambiar las políticas públicas".