Podría afectar obra en Libramiento Sur captación de agua en la zona
MORELIA, Mich., 17 de marzo de 2017.- La construcción del Libramiento Sur en Morelia representa para la ciudad la multiplicación de los riesgos ya existentes en la zona y sus inmediaciones, debido a que a la obra de comunicación se sumará la urbanización que acompaña a los proyectos de vialidades, aseveró Patricia Ávila, especialista en temas de agua y ciudad adscrita a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Patricia Ávila detalló que la impermeabilización de las áreas de recarga de mantos acuíferos que implica la colocación del pavimento en la superficie de rodamiento del Libramiento Sur desencadenará que la captación de agua por el subsuelo disminuya, evento que a su vez tendrá dos efectos fundamentales.
En primera instancia, la reducción de la disponibilidad de agua para la ciudad, seguida por un aumento en los escurrimientos hacia las partes bajas de la mancha urbana, que podrán experimentar inundaciones más graves y en mayor frecuencia.
“Podremos tener un descenso no gradual del agua, porque no se podrá infiltrar, además de que traerá suelo y azolve; para Morelia se complicará la parte urbana, porque al perturbar la cuenca alta lo que estás haciendo es provocar mayor escurrimiento, más inundaciones y menos agua”, reiteró la especialista adscrita a la UNAM.
Si bien el daño generado en el ambiente y a la población por la obra del Libramiento Sur es alarmante, aún resta por estimar la dimensión de los perjuicios que se producirán una vez que se concreten el desarrollo inmobiliario y la urbanización que acompañan a las obras de vialidad.
“No es un libramiento, es una carretera; si fuera la pura carretera, ya ha devastado bastante, pero faltan el desarrollo inmobiliario y la urbanización, como la que ya inicia en el cerro de La Coronilla, aledaño a la zona”, mencionó Patricia Ávila.
Tras reiterar que el Libramiento Sur carece de una licencia de construcción emitida por el municipio, hecho que es del conocimiento del ayuntamiento y pese a lo cual no se ha generado la clausura de los trabajos, la académica lamentó que la obra ha permanecido a pesar de la planeación preexistente y del señalamiento por parte de científicos y de instancias municipales como Protección Civil que indican el peligro de permitir la urbanización en el área.
“Claro que hay planeación, claro que hay mapas de riesgos, elaborados por el municipio, donde aparece el espacio del Libramiento Sur como zona de alto riesgo, pero el gobierno actual, como todos, dice que el anterior no hizo, pero ellos siguen haciendo”, acotó Patricia Ávila.
Falla La Paloma, próxima a obra de Libramiento Sur
De acuerdo con el Atlas de Peligros Geológicos de la Ciudad de Morelia, Mich., elaborado en 2011 por Víctor Manuel Hernández Madrigal, Víctor Hugo Garduño Monroy y Jorge Alejandro Ávila Olivera, especialistas adscritos a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Morelia presenta 13 fallas geológicas, algunas de las cuales han sido inducidas o reactivadas como resultado de la actividad antropogénica, especialmente la urbanización de zonas de riesgo.
Entre éstas, la falla La Paloma, aledaña a la colonia Ocolusen y el sitio donde se lleva a cabo la construcción del Libramiento Sur, es considerada sísmicamente activa y reactivada por la actividad humana, proceso conocido como subsidencia creep-falla; éste último ha derivado en graves daños a las estructuras urbanas, desde cuarteaduras en los muros de las viviendas hasta pérdida de infraestructura hídrica y de drenaje.
El estudio especifica que, pese al riesgo que representa para la población la urbanización de esta zona, “se tenía (previo a 2011) poca experiencia para la identificación de grietas y fracturas en obras civiles por efecto de falla geológica. En algunos sectores de la mancha urbana las fallas geológicas se llegaron a confundir con asentamientos diferenciales provocados por mala distribución de cargas, mal diseño de cimientos o incluso, por el asentamiento del terreno en antiguos canales de riego.
“Asimismo, debido a que el proceso de subsidencia y fallas geológicas asociadas eran procesos geológicos que iniciaban a ser estudiados en México existía una renuencia generalizada por parte de profesionistas de la ingeniería civil, en su mayoría funcionarios públicos, para ser consideradas como elemento de riesgo. Aunque el daño provocado por ellas era evidente, se prefería desviar la atención o dar explicaciones ficticias; por lo tanto, la línea de falla en predios y edificios públicos no pudo ser verificada y trazada con precisión, debido a la falta de autorización para su inspección”.
Cerritos, Torremolinos, Viveros, Chapultepec, Cuautla, Mirasoles, Manantiales – La Colina, Nocupétaro, La Soledad, El Realito y Puerta del Sol son el resto de las fallas geológicas que a 2011 se encontraron en Morelia.