Operan 40 compradores ilegales de chatarra en Morelia
MORELIA, Mich., 13 de agosto de 2020.- Alrededor de 40 unidades vehiculares dedicadas a la compra y recolección de aparatos descompuestos, muebles y otros artículos calificados como chatarra y cacharros operan en Morelia, todos en condiciones de ilegalidad, al carecer de concesión para esta actividad, dio a conocer Alfonso Suárez López, director de Residuos Sólidos.
“Colchones, lavadoras, refrigeradores, estufas o algo de fierro viejo que venda”, es el lema de estas unidades, que recorren la ciudad, especialmente las colonias populares, y compran por unos pesos los enseres domésticos que en los hogares acumulan polvo, a fin de obtener piezas o materiales, como el alambre de cobre y el fierro, que son comercializables.
Estas unidades, procedentes de Toluca, Estado de México, laboran sin disponer de un permiso de la Secretaría del Ayuntamiento para usar altavoces, y sin concesión para la recolección de residuos, más aún los que pudieran ser de manejo especial, como los electrónicos, que son competencia del estado.
Suárez López indicó que generan una “problema grave”, no sólo la trabajar sino autorización, sino al desechar de manera inadecuada las partes e los objetos que recogen.
Actualmente, no se han impuesto sanciones en contra de estas unidades y los trabajadores que las operan; sin embargo, se prevé iniciar un operativo de detección y penalización de estos, para erradicarles del municipio.
Al momento, han sido expulsados de ciudades como León y Celaya, en Guanajuato, y Querétaro, Querétaro, y la expectativa es que en el mediano plazo no se encuentren en Morelia, aseveró Alfonso Suárez.
“En el camino al relleno sanitario podemos ver varios tiraderos a cielo abierto, donde estos chatarreros depositan las partes que no tienen valor, pero los tiraderos se ubican en distintas zonas de la ciudad, recientemente detectamos cascajo de televisores en la avenida Universidad”, explicó.
No se descarta el uso de la fuerza pública para frenar la labor de las unidades recolectoras ilegales, que constituyen una actividad no regulada y potencialmente dañina, por el efecto pernicioso que la disposición inapropiada de residuos de manejo especial que generan puede conllevar.
Y es que la basura electrónica puede ocasionar filtraciones de metales pesados al subsuelo, donde contaminan los mantos freáticos, además de conformar sitios para la proliferación de flora y fauna nociva, como el mosco transmisor del dengue, Aedes aegypti, que se cría en agua estancada.
Hasta 200 unidades de medida y actualización (UMA) o 17 mil 376 pesos pueden imponerse como sanción a particulares que desechan de forma inadecuada la basura, mientras que de acreditarse que la responsabilidad recae en una empresa la penalización ascendería a hasta dos mil UMA o 173 mil 760 pesos.