Mercado de Dulces, punto obligado para el turismo en Morelia
MORELIA, Mich., 28 de enero de 2018.- La gran variedad de dulces regionales y las artesanías de Michoacán que podemos encontrar en el Mercado de Dulces, lo convierten en uno de los principales atractivos turísticos con más sabor de la capital michoacana.
Su folclor, el aroma y colorido de sus dulces, la textura de sus artesanías y la calidez de su gente, lo convierten en un sitio obligado para todos los turistas que se encuentran de visita en la ciudad de la cantera rosa y para los propios morelianos
Ubicado en pleno corazón del Centro Histórico, sobre la calle Valentín Gómez Farías, el Mercado de Dulces y Artesanías fue fundado un 14 de septiembre de 1968 y actualmente cuenta con 172 locales comerciales y una extensión de 2 mil 170 metros cuadrados.
En él podemos encontrar los tradicionales ates; las ricas morelianas hechas de oblea y cajeta; frutas cristalizadas como calabaza e higo; cocadas; dulce de guayaba; tamarindo en diversas presentaciones; limones rellenos de coco; palanquetas y una infinidad de dulces regionales.
También cuenta con hermosas artesanías de diversas partes del estado como el cobre de Santa Clara, artículos de madera de Quiroga, los rebozos de la Meseta Purépecha, las guitarras de Paracho y las catrinas de Capula, solo por mencionar algunos ejemplos.
“Somos pioneros en estos productos, tenemos casi 50 años y la gente ya sabe que aquí puede encontrar desde un pequeño recuerdo hasta un dulce tradicional”, mencionó el comerciante José Luis Paredes.
“Los visitantes encontrarán siempre una cálida sonrisa y un trato amable, además de nuestra gran variedad de dulces y artesanías; sin embargo, no dejan que los turistas se estacionen sobre la calle para su ascenso y descenso”, señaló por su parte Leticia Barriga.
El próximo mes de septiembre cumple 50 años de vida y si aún no lo conoces, ¿qué esperas para visitarlo? Tal como lo hizo este fin de semana Ana Laura Nava, quien viajó desde Cholula, Puebla para llevar dulces de tamarindo y una bolsa de piel; o como Renata Pinal de la Ciudad de México quien lo considera un lugar imperdible.