Limpian 40 años de acumulación en un hogar de Morelia
MORELIA, Mich., 21 de julio de 2020.- Por alrededor de 40 años, María* llevó a su hogar, ubicado en la colonia Melchor Ocampo, la basura de sus vecinos y materiales que encontraba en la calle; adoptó perros en situación de abandono, y alimentó de su mano a las ratas que prosperaron entre los desperdicios que considerara su patrimonio personal.
Por casi cuatro décadas, sus vecinos han padecido desde olores desagradables y proliferación de fauna nociva, hasta enfermedades y agresiones por parte de María, cuando alguno tocaba la posibilidad de limpiar su casa.
Hace tres días, personal del ayuntamiento de Morelia acudió al domicilio, a petición de los vecinos, para retirar la basura acumulada; en ese lapso han extraído 53 toneladas, pero solo han logrado liberar un pequeño pasillo en la entrada y crear un acceso al interior, donde un caos apenas imaginable de desechos, documentos personales, pertenencias presuntamente robadas a sus vecinos, aparatos descompuestos, muebles carcomidos por la humedad y excrementos humanos y animales, les aguardan.
“El olor es insoportable, tenemos plaga de ratas, en las paredes de nuestra casa se puede ver el nivel de la basura que acumuló la vecina, los niños se enferman y a nosotros nos agrede”, refiere Agustín Martínez, quien por 30 años ha habitado la casa aledaña a la de María.
Una vida acumulada entre cuatro paredes
Sabían que se llevaba la basura que sacaban de sus casas, la vieron en múltiples ocasiones llamar a las ratas con bolitas de masa para alimentarlas (y vieron a los animales acudir formados para comer), percibieron los olores fétidos que emanaban de las cubetas con excremento y agua que arrojaba a la calle cada mes, pero no tenían noción de la magnitud del problema al interior de la vivienda, asevera Margarita Villa, encargada del Orden de la colonia Melchor Ocampo.
“Incluso sacaron varios perros, algunos muy enfermos; tenía lo que ella llamaba un jardín, que era realmente un montón de basura, pero como María no hablaba con nadie y era muy agresiva, no sabíamos en realidad hasta dónde estaba el daño”, explica.
Los padres de Margarita Villa recuerdan que María tiene aproximadamente 40 años acumulando basura y los intentos por evitarlo no han tenido resultados permanentes.
Y es que al aislamiento de María se suman su avanzada edad, 86 años, y su agresividad, a veces inmotivada y dirigida incluso contra niños, agrega Agustín Martínez.
“Llegué a esta casa cuando tenía cinco años, y recuerdo desde siempre los problemas con la vecina, nos insultaba y amenazaba sin causa, una vez me lanzó a la espalda una cubeta con agua y heces; ahora, las dificultades siguen, uno de los niños duró enfermo de diarrea un mes, porque su comida se contaminó con excretas de rata, los perros me aparecen mordidos por ratas, tengo plagas de todo tipo, en 10 años he debido comprar tres estufas, dos refrigeradores y dos salas, porque la fauna nociva se anida ahí, aunque fumigo cada dos semanas”, explica.
No es la única familia dañada: dos jóvenes vecinos contrajeron dengue, presuntamente por los moscos criados en los cachivaches acumulados en la casa de María; los malos olores, que el calor y la lluvia agravan, se perciben más allá de la cuadra donde está la vivienda, y otra casa aledaña se encuentra desocupada por calificarla sus dueños como inhabitable.
53 toneladas de basura y contando
Trabajadores municipales recogen la basura de la casa de María, quien debió salir por un pequeño hueco entre la basura que alcanzaba más de 1.5 metros de altura en su entrada y bloqueaba el paso. Separan los posibles documentos personales de los residuos, donde se ven un televisor de bulbos, ropa, mesas de madera rotas, bolsas de basura, muñecos, empaques de alimentos, botes de leche, lodo y excrementos.
El olor es apenas tolerable, gracias al clima frío, pero “los primeros días hizo calor y apenas aguantábamos, algunos trabajadores incluso vomitaron”, cuenta Margarita Villa.
“Es una posible patología de acumulación, donde los afectados creen que cualquier cosa que se encuentran, que a los ojos de los demás es basura, les puede servir y la guardan; en las últimas semanas hemos tenido tres casos en Morelia, dos de ellos involucran adultos mayores”, detalla Alfonso Suárez, director de Residuos Sólidos.
Expuso que en tres días han retirado 53 toneladas, pero aún resta sacar los desechos guardados en la sala comedor y una recámara de la planta baja, así como dos habitaciones en la planta alta, por lo que recurrirán al uso de maquinaria y a derribar las protecciones de las ventanas, para facilitar las labores de limpieza.
No es la primera vez que se retira la basura que acumula en su hogar María, por lo que señala que es necesario darle apoyo y tratamiento médico y psicológico para que supere la condición que la lleva a guardar desechos como posesiones valiosas.
Sin embargo, las autoridades estiman que el principal problema en este y otros casos similares es el abandono.
“Ella no tiene familiares que hayamos detectado, los vecinos trataban de atenderla porque pensaban que vivía en la indigencia, pero cuando empezamos a atender el caso nos dimos cuenta de que ella es pensionada, recibe recursos propios que le permitirían vivir con decoro e independencia”, menciona Silvia Chávez, directora de Protección Social del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal.
Agrega que el destino de María deberá ser determinado por ella misma, ya que el municipio únicamente podrá limpiar y fumigar su casa, dar seguimiento y ayuda para conseguir algunos muebles básicos y acompañamiento para buscar que no recaiga en la acumulación, pero no es posible obligarla a recibir otra clase de apoyo, como ser transferida a una casa de asistencia.
Asimismo, no hay seguridad para los vecinos de que se terminará con el conflicto generado por la basura, ya que podrán recibir ayuda médica y para el retiro de los residuos, sin que se pueda asegurar que no volverá a formarse el tiradero de estos al interior de la vivienda de María.
Actualmente, María pernocta con una vecina, sin que se haya podido aún evaluar su estado psicológico, indica una trabajadora del Dif municipal, quien especifica que existen sospechas de que un vecino usa de manera indebida la pensión que ella recibe.
“Es un problema complejo, porque lo que para nosotros es basura, para ella es su patrimonio; lo que para los vecinos son ratas formadas para comer de su mano, para ella son sus mascotas; lo que para los colonos es un problema, para ella es su forma de vida”, concluye la trabajadora municipal.