Viernes Santo, un día de guardar
MORELIA, Mich., 25 de marzo de 2016.- Calles semivacías, tanto de vehículos como de personas se observan en la capital michoacana, mientras en el Zoológico de Morelia hay una fila de visitantes para poder ingresar, el Centro Histórico de la ciudad está vivo por el turismo. Un día de guardar, un día de Viernes Santo.
Hay un mercado en la plaza Benito Juárez, a un costado de la imponente Catedral moreliana, "tenemos permiso del ayuntamiento nomás por la Semana Santa", dice una señora que le prepara quesadillas "largas" a una familia de San Luis Potosí.
Otro comerciante llama la atención porque fríe chorizo en un enorme comal. El olor atrae comensales que se sientan en unos pequeños bancos a pedir quesadillas o tacos de chorizo, "uy si vieras que hoy he vendido más esto que lo de cuaresma", dice el comerciante.
Carlos y Mariana, originarios de Querétaro, son de los comensales que ahí disfrutan de unas quesadillas, "creo que lo de la carne es figurativo, significa que no juzgues a tus semejantes, que guardes humildad" dice Mariana.
La Catedral es monumento vivo; cientos de personas entran y salen, muchos de ellos, la mayoría, son de otras partes del país y del mundo.
Saliendo del centro, otra vez la ciudad tranquila, la Morelia que se duerme, se guarda. Un viernes atípico, uno Santo.