Violencia impacta a jóvenes; pasarán factura en proceso electoral 2018
MORELIA, Mich., 24 de mayo de 2017.- Ante el panorama adverso de violencia e inseguridad en Michoacán, los jóvenes, se encuentran en un estado de depresión colectiva, paralizados en desesperanza ante el desempleo, falta de espacios en instituciones de educación, y la pobreza, derivados de la ineficacia institucional, y la desigualdad, propia del sistema económico vigente, lo que se reflejará en un abstencionismo electoral en 2018, que evidenciará el descontento.
Lo anterior expuso Mónica Lizbeth Chávez González, historiadora y maestra en antropología social, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), actualmente adscrita al programa de Estudios Sociales y Gestión Local de la Universidad Autónoma de México (UNAM), Morelia, especialista en temas de violencia y procesos restaurativos.
“Una de las principales consecuencias es este sentimiento de desilusión; los jóvenes están expuestos a mensajes destructivos, a noticias de cómo se está destruyendo el mundo, y viene la desesperanza, se genera un sentimiento de que el mundo está muy mal; entonces el impacto de la violencia en los jóvenes se traduce en una depresión colectiva juvenil”, comentó la académica en entrevista con Quadratín.
En su opinión, esta situación pondrá en evidencia un descontento social generalizado, particularmente de los jóvenes, con la clase política en el próximo proceso electoral, ya que, a su decir, ha quedado claro que la posibilidad de un cambio no está en el mismo sistema político y económico que, de suyo, es cómplice y factor de la desigualdad, con todas sus consecuencias, entre las que destacan la pobreza y la inseguridad.
Ante este panorama, señaló que este cambio debe emanar de nuevas formas de organización social, a partir de la instauración modelos distintos de economía que permitan acceso a la justicia social, erradiquen dinámicas de corrupción y, mediante la apertura de oportunidades se abra un panorama de esperanza para las nuevas generaciones.